Con 28 semanas de embarazo, has entrado en el tercer trimestre y estás a pocos meses de conocer a tu pequeño.
A medida que crece tu vientre, es posible que experimentes nuevos dolores y que dormir te resulte más difícil. Muchas mujeres se dan cuenta de que necesitan descansar más a medida que su cuerpo se adapta al crecimiento de su barriguita.
Durante esta semana, tu bebé está progresando mucho, desarrollando más grasa y suavizando su piel. Sus pulmones están madurando e incluso practica su respiración.
Tu bebé a las 28 semanas

A las 28 semanas, el cerebro y los sistemas sensoriales de tu bebé crecen de forma significativa. También notarás movimientos más pronunciados a medida que tu pequeño se hace más fuerte y se prepara para la vida fuera del útero.
El cerebro triplicará su peso
Durante esta semana, el cerebro de tu bebé está ocupado desarrollándose. Este crecimiento continuará y, cuando nazca, el cerebro habrá triplicado su peso.
Las conexiones entre las células cerebrales se están formando rápidamente, lo que permite una mejor comunicación dentro del sistema nervioso. Este proceso es decisivo para el aprendizaje de habilidades después del nacimiento, como el movimiento y el lenguaje.
Los sentidos del bebé se están desarrollando
Durante esta etapa, los sentidos de tu bebé se van afinando. Ahora puede oír sonidos de fuera del útero. Es posible que notes que responde a la música o a tu voz con movimientos.
Asimismo, sus papilas gustativas se están desarrollando y puede empezar a saborear el líquido amniótico, en el que influye lo que tú comes.
Sistema nervioso
El sistema nervioso va madurando. Los movimientos fetales se vuelven más coordinados, lo que permite al bebé mover sus extremidades con determinación. Su frecuencia cardiaca puede fluctuar con estos movimientos, acelerándose a menudo cuando está activo.
A medida que se desarrolla, el sistema nervioso contribuye a funciones importantes como la digestión y la respuesta a estímulos. Tu bebé es cada vez más consciente de su entorno, ¡lo cual es emocionante!
Hace muecas
Tu hijo está practicando hacer gestos. Puede que te lo imagines como pequeñas muecas o sonrisas. Es parte del desarrollo de sus músculos faciales. Puede entrecerrar los ojos, fruncir el ceño e incluso sonreír mientras se prepara para las expresiones que te mostrará después de nacer.
Es probable que estos movimientos estén relacionados con su estado de ánimo y sean signos del desarrollo de rasgos de su personalidad.
El bebé está en posición
En esta etapa, es probable que el bebé se vaya colocando en posición para el parto. A menudo se acomoda con la cabeza hacia abajo, preparándose para el parto.
Esta posición puede influir en los movimientos que sientas. Su cuerpo está creciendo, por lo que es habitual que percibas sus patadas de forma diferente.
Es posible que notes más movimientos de balanceo o estiramientos que patadas intensas a medida que el bebé se adapta al espacio disponible.
Tu cuerpo a las 28 semanas de embarazo
A las 28 semanas, tu cuerpo experimenta cambios significativos. Es posible que notes un aumento de peso, que tengas algunas contracciones de ensayo y que veas cambios en tus pechos. Estos factores desempeñan un papel importante en la preparación para el parto y la lactancia.
Aumento de peso durante el embarazo
A estas alturas del embarazo, el aumento de peso es normal y natural. La mayoría de las mujeres aumentan entre medio y un kilo por semana durante el tercer trimestre. Este hecho es importante para el crecimiento del bebé.
El aumento de peso promedio durante el embarazo oscila entre 7 y 9 kilos. Sin embargo, el cuerpo de cada mujer es diferente. Factores como el peso previo al embarazo y el estado general de salud pueden influir en el aumento de peso.
Para controlar el aumento de peso, opta por comidas balanceadas. Incluye frutas, verduras, cereales integrales y proteínas magras. Mantente activa con ejercicios ligeros, como caminar o yoga prenatal, según te aconseje tu médico.
Contracciones de Braxton Hicks
Las contracciones de Braxton Hicks son habituales en este periodo. Suelen denominarse "contracciones de ensayo", ya que el cuerpo se prepara para el parto. Pueden empezar a notarse más y durar entre 30 segundos y dos minutos.
Es posible que las sientas como una tirantez en el abdomen. Algunas mujeres las describen como una sensación de opresión. Estas contracciones no suelen ser indicio de trabajo de parto, pero pueden resultar molestas.
Beber agua y cambiar de postura pueden aliviar las molestias. Recuerda que las contracciones de Braxton Hicks son normales y significan que tu cuerpo se está preparando para el gran día.
Goteo de los pechos
Durante esta semana, es posible que notes que tus pechos empiezan a gotear. Esto se debe al crecimiento de los mismos y a los cambios que se producen en tu cuerpo para prepararse para la lactancia.
El líquido que gotea se llama calostro. Es un líquido espeso y amarillento rico en nutrientes para tu bebé. Puede empezar a aparecer a partir de la semana 28.
Si tienes pérdidas, ponte discos absorbentes para estar cómoda.
Es una señal de que tu cuerpo se está preparando para alimentar a tu bebé después del parto, así que toma este momento como parte de tu proceso.
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Síntomas durante la semana 28 de gestación

A las 28 semanas de embarazo, tu cuerpo experimenta varios cambios que pueden provocar una serie de síntomas. Estos pueden ir desde molestias físicas hasta cambios en la piel.
Sueños extraños
Durante esta etapa, muchas mujeres notan un cambio en sus patrones de sueño. Es posible que experimentes sueños vívidos e inusuales. Estos sueños pueden deberse a cambios hormonales y a la ansiedad ante las responsabilidades de ser madre.
Tu ciclo de sueño puede verse afectado por molestias físicas que te hacen sentir inquieta.
La falta de sueño reparador puede provocarte fatiga durante el día. Mantener una rutina relajante antes de dormir puede ayudar a aliviar el estrés.
Sarpullido del embarazo
Los cambios en la piel son comunes en esta etapa. Algunas mujeres desarrollan erupciones o sarpullidos debido a cambios hormonales o al estiramiento de la piel. Puede tratarse de trastornos como las pápulas y placas urticarianas pruriginosas del embarazo (PUPPP, por sus siglas en inglés).
Si notas una erupción acompañada de prurito, es importante que consultes a tu médico. Puede recomendarte tratamientos seguros para aliviar los síntomas.
Mantener una hidratación adecuada también puede ser beneficioso para la salud de la piel.
Hormigueo y dolor en las piernas
El hormigueo o dolor en las piernas es otro síntoma que debes tener en cuenta. Esta sensación, conocida comunmente como ciática, se produce cuando se comprime el nervio ciático.
En este caso, el crecimiento del útero puede ejercer presión sobre este nervio.
También pueden producirse calambres en las piernas, sobre todo por la noche. Estirar las piernas antes de acostarse puede ayudar a reducirlos.
Recuerda consultar con tu médico si los dolores son persistentes.
Piel sensible
Tu piel puede volverse más sensible en esta etapa del embarazo. Los cambios hormonales contribuyen a aumentar esta sensibilidad, por lo que puedes sufrir reacciones al aplicar los productos que sueles utilizar.
Para evitar irritaciones, puedes utilizar productos hipoalergénicos o naturales. Haz siempre una prueba antes de utilizar cualquier producto nuevo para asegurarte de que no te provoque problemas. Además, humecta tu piel con regularidad para ayudar a aliviar la sequedad e irritación.
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Distensión abdominal y gases
La sensación de distensión abdominal y los gases pueden presentarse a medida que tu cuerpo experimenta cambios significativos. Las fluctuaciones hormonales hacen que la digestión sea más lenta, lo que puede provocar molestias. Es posible que te sientas más hinchada después de las comidas.
Para reducir esta sensación, come más a menudo pero en menor cantidad. Evita las bebidas gaseosas y los alimentos ricos en fibra, ya que pueden empeorar los gases. Beber mucha agua también facilita la digestión.
Congestión nasal
Muchas mujeres experimentan congestión nasal durante este periodo. El aumento del flujo sanguíneo y los cambios hormonales pueden provocar la inflamación de los tejidos nasales. Esta congestión puede resultar incómoda, sobre todo por la noche.
Para aliviarla, puedes utilizar un humidificador en el dormitorio. Los aerosoles nasales de solución salina también pueden ayudar a despejar las fosas nasales.
Si los síntomas persisten, consulta a tu médico para que te recomiende opciones seguras para controlar la congestión.
Máscara del embarazo
La expresión "máscara del embarazo" hace referencia a las manchas oscuras que pueden aparecer en la cara. Esta afección, conocida como cloasma, está causada por los cambios hormonales y la exposición al sol.
Es más visible en las mejillas y la frente. Proteger la piel con bloqueador solar puede ayudar a evitar que las manchas oscuras empeoren.
Si te preocupan, consulta a tu médico para que te aconseje. Recuerda que estas manchas suelen desaparecer después del parto.
Encías sangrantes
Los cambios hormonales pueden provocar sensibilidad en las encías. Es posible que notes sangrado al cepillarte los dientes. Esta afección, conocida como gingivitis del embarazo, es frecuente y, por lo general, no reviste gravedad.
Para mantener la salud bucal, cepíllate los dientes y usa hilo dental con regularidad. Se recomienda visitar al dentista para una revisión durante el embarazo. Allí podrán ofrecerte consejos personalizados para mantener unas encías sanas.
Consejos para un embarazo saludable durante la semana 28
A medida que se acerca el tercer trimestre, es fundamental centrarse en el bienestar. Prestar atención al bienestar físico, planificar la llegada del bebé y estar al día con las vacunas puede marcar una diferencia significativa.
A continuación, te damos algunos consejos que te ayudarán a afrontar esta importante etapa.
Manejo del dolor y las molestias
A las 28 semanas es común experimentar dolores y molestias, ya que el cuerpo sigue cambiando.
Para aliviar las molestias, practica estiramientos suaves o yoga prenatal. Estas actividades pueden ayudar a aliviar la tensión y mejorar la flexibilidad.
Asegúrate de mantener una buena postura. Sentarse y levantarse erguida puede reducir la tensión en la espalda.
También te resultará de ayuda utilizar almohadas de apoyo mientras duermes.
Considera practicar técnicas de relajación, como la respiración profunda o la música relajante. Esto puede ayudar a aliviar el estrés, que puede contribuir al malestar físico.
Si el dolor es intenso o fuera de lo normal, no dudes en consultar a tu médico.
Encontrar un pediatra para el bebé
Elegir un pediatra es un paso importante para preparar la llegada de tu bebé.
Empieza por buscar médicos especializados en salud infantil. Pide recomendaciones a familiares, amigos o a tu propio médico.
Cuando hayas reunido algunos nombres, averigua si aceptan nuevos pacientes. Programa entrevistas o consultas para ver si se ajustan a tus necesidades.
No olvides preguntarles cuáles son sus métodos para abordar problemas comunes de la infancia, como las vacunas y los hitos del desarrollo.
También es muy importante que compruebes si su horario de consulta se adapta al tuyo. Querrás asegurarte de tener fácil acceso a tu pediatra cuando nazca tu bebé.
Plan de parto
Elaborar un plan de parto puede ayudarte a aclarar tus preferencias para ese momento.
Este plan debe detallar tus decisiones respecto al tratamiento del dolor, la presencia de personas de apoyo en la habitación y tus peticiones especiales para después del parto.
Comenta tu plan con el médico que te atiende. Puede aportarte ideas y sugerencias útiles para que sea más realista.
Recuerda que la flexibilidad es esencial, ya que durante el parto pueden surgir circunstancias inesperadas.
Incluye detalles como tus preferencias en cuanto al contacto piel con piel y la lactancia inmediatamente después del parto.
Comparte copias de tu plan de parto con tu pareja y el equipo médico para que todos estén al tanto.
Empieza a contar las patadas
Contar las patadas es una forma sencilla y eficaz de controlar la salud de tu bebé. Presta atención a los movimientos de tu bebé. Intenta hacerlo al menos una vez al día.
Para empezar, busca una posición cómoda. Puedes sentarte o acostarte. Observa cuánto tardas en notar diez movimientos. La mayoría de los bebés dan patadas o se mueven diez veces en dos horas.
Si tarda más, ponte en contacto con tu médico.
El recuento diario de patadas puede ayudarte a detectar cambios en los patrones de tu bebé. Si observas una disminución de los movimientos, acude al médico.
Programa la vacuna Tdap
Es fundamental vacunarse contra el tétanos durante el embarazo.
La vacuna Tdap protege contra el tétanos, la difteria y la tos ferina. Recibirla entre las 27 y las 36 semanas ayuda a transmitir parte de la inmunidad al bebé. Habla con tu médico para vacunarte si aún no lo has hecho.
Esta inmunización es segura durante el embarazo y puede prevenir enfermedades graves tanto para la madre como para el recién nacido. Pide cita si te acercas al plazo recomendado. Ser proactiva con las vacunas es una parte esencial para preparar la llegada segura de tu bebé.
Qué esperar
A las 28 semanas de embarazo, tu cuerpo está cambiando rápidamente mientras te preparas para el nacimiento de tu bebé. Es posible que empieces a notar nuevas molestias, pero es importante que te mantengas informada sobre lo que está ocurriendo.
Estos son los dos aspectos clave en los que debes centrarte.
Prepárate para los gastos del bebé
A medida que se acerca el tercer trimestre, es hora de pensar en los gastos que va a suponer tener un bebé.
Tendrás que hacer un presupuesto para lo esencial: pañales, ropa, una cuna y otros enseres.
Ten en cuenta los siguientes artículos:
- Pañales
- Ropa
- Artículos para el bebé
Además, es posible que quieras tener en cuenta los gastos de atención médica, incluidas las consultas prenatales y el parto.
Consulta la cobertura de tu seguro para saber qué incluye. Estos preparativos te ayudarán a aliviar el estrés a medida que se acerque la fecha del parto.
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Hinchazón y aumento de peso del bebé
A estas alturas, es posible que se te hinchen los pies y los tobillos. Es algo normal debido al aumento de líquido en el cuerpo.
Descansa los pies y bebe mucha agua para mantener una buena hidratación.
Tu bebé también está creciendo rápidamente. En esta etapa, puede llegar a pesar entre 900 y 1300 g. Su piel se está volviendo más suave a medida que va desarrollando grasa subcutánea.
No pierdas de vista la altura del fondo uterino, que tu médico mide durante las visitas. Te ayudará a controlar el crecimiento de tu bebé.
Si te preocupa la hinchazón o la presión arterial, habla con tu médico.
También es buena idea que te hagas la prueba de tolerancia a la glucosa para detectar una posible diabetes gestacional. Los controles periódicos garantizan que tanto tú como tu bebé se mantengan sanos.
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Preguntas frecuentes
¿Se considera la semana 28 de embarazo como el inicio del tercer trimestre?
Sí, las 28 semanas marcan el inicio del tercer trimestre. Esta fase se extiende hasta la semana 40. Es posible que notes más cambios físicos y que aumente la vigilancia de los movimientos del bebé durante este periodo.
¿Cuánto debe pesar un bebé a las 28 semanas de gestación?
A las 28 semanas, un bebé suele pesar entre 1 y 1.2 kg (2.2 y 2.5 libras). Está creciendo rápidamente y engordando, lo que contribuye a su desarrollo para la vida fuera del útero.
¿En qué posición suele estar el bebé en el útero a las 28 semanas?
A las 28 semanas, muchos están en posición cabeza abajo, pero algunos todavía pueden estar de nalgas.
A medida que crezcan, tendrán más espacio para moverse, pero a menudo se colocan cabeza abajo cuando se acerca el parto.
¿Cuáles son los signos o síntomas críticos que no hay que ignorar durante la semana 28 de embarazo?
Es importante prestar atención a los síntomas inusuales.
Si tienes fiebre alta, fuertes dolores de cabeza o un aumento significativo del flujo vaginal, ponte en contacto con tu médico. Estos síntomas podrían indicar posibles problemas que requieren atención médica.
A las 28 semanas, ¿qué precauciones deben tomarse para tener un embarazo saludable?
Sigue una dieta balanceada y mantente hidratada. Los controles prenatales regulares son fundamentales a medida que tu cuerpo cambia.
Asimismo, no pierdas de vista los movimientos de tu bebé y descansa cuando sea necesario. Prioriza tu salud controlando el estrés y manteniéndote activa con ejercicios ligeros.