Dar el pecho estando enferma es una preocupación habitual de muchas madres primerizas, que se preguntan si es seguro seguir amamantando durante una enfermedad. Ya se trate de un resfriado, una gripe o una infección más grave, las madres a menudo se preguntan si su enfermedad podría transmitirse al bebé o afectar su salud, o si deberían suspender por completo la lactancia. Sin embargo, los estudios demuestran que, en la mayoría de los casos, dar el pecho estando enferma es perfectamente seguro e incluso beneficioso. En este artículo se analizan las recomendaciones para la lactancia materna durante la enfermedad y se ofrece orientación sobre cómo abordar esta situación para garantizar la salud y la seguridad tanto de la madre como del bebé.

¿Es seguro dar el pecho estando enferma?
Dar el pecho estando enferma es seguro siempre que tomes las medidas de higiene adecuadas, como lavarte las manos. No tienes que preocuparte de que el bebé contraiga la enfermedad a través de la leche materna, ya que esta se adapta perfectamente a las necesidades de los bebés y les proporciona los anticuerpos que necesitan para combatir las infecciones. Así que, en realidad, dar el pecho a tu bebé cuando estás enferma ayuda a que tu pequeño adquiera inmunidad frente al virus que tú tienes.
¿La enfermedad puede pasar a través de la leche materna?
No, la enfermedad o el virus que tengas no se transmitirá a tu bebé cuando le des el pecho. Si tienes un resfriado, gripe, fiebre, diarrea, vómitos, mastitis o incluso COVID-19, puedes seguir amamantando como de costumbre, siempre que la piel de tus pechos no esté afectada o que no haya riesgo de transmisión a través de la leche materna.
¿Estar enferma afecta mi producción de leche?
Sí, las enfermedades afectan la producción de leche. Sin embargo, su impacto depende del tipo de enfermedad, de su gravedad y de lo bien que hayas gestionado los retos de la lactancia en ese momento. A continuación te explicamos de qué manera una enfermedad puede influir en la producción de leche:
- Deshidratación: la fiebre, los vómitos o la diarrea pueden provocar deshidratación. Esta, a su vez, puede limitar la producción de leche, ya que está relacionada con el estado de hidratación. Por eso, bebe tanta agua como puedas durante la enfermedad.
- Pérdida de apetito o incapacidad para comer: estar enferma puede provocar falta de apetito y de energía, por lo que comerás menos de lo normal. Los bebés necesitan muchas calorías de los alimentos que ingieres para seguir nutriéndose a través de la leche materna. Si esto no ocurre, la producción de leche también cambiará.
- Fatiga: a menudo, las enfermedades provocan debilidad y, sumada a la falta de sueño o de energía, pueden hacer que el cuerpo no sea capaz de producir leche. Descansar es, de hecho, una forma de mantener una producción saludable, así que haz lo posible por descansar todo lo que puedas cuando estés enferma.
- Estrés: para la mayoría de las mujeres, estar enferma es estresante y puede reducir la producción de leche debido al aumento de los niveles de cortisol. Para minimizar su impacto, se pueden adoptar medidas como aliviar el estrés, buscar apoyo para cuidar del bebé, descansar y beber abundantes líquidos.
- Efectos específicos de la enfermedad:
Resfriado o gripe: es poco probable que enfermedades leves como un resfriado o la gripe afecten la producción de leche, a menos que provoquen deshidratación o pérdida de sueño. En cualquier caso, sigue dando el pecho y extrayéndote leche para mantener la producción.
Infecciones (p. ej., mastitis): a veces, infecciones como la mastitis pueden interrumpir temporalmente el flujo o la producción de leche del pecho infectado. Continúa el tratamiento con antibióticos y dando el pecho o extrayéndote leche para que no disminuya la producción.
COVID-19: si tienes COVID-19, es posible que tu producción de leche se interrumpa temporalmente debido a la fiebre, el cansancio y la deshidratación. Por lo general, puedes seguir dando el pecho si así lo deseas, ya que este virus no se transmite a través de la leche materna, sino a través de las gotículas respiratorias.
¿Cómo puedo evitar que mi bebé se contagie de mi resfriado?
No hay vacunas disponibles para el resfriado común, pero puedes evitar que tu bebé se contagie tomando las siguientes medidas:
Lávate las manos a menudo: lavarse las manos con agua y jabón antes de tocar al bebé puede ayudar a disminuir las probabilidades de contraer un resfriado. También es recomendable utilizar alcohol al 60 % o lavarse las manos después de toser, estornudar o limpiarse la nariz. Llevar una mascarilla también puede ayudar.
Mantén a tu bebé alejado de personas enfermas: si es posible, es mejor quedarse en casa. Intenta evitar el transporte público y acudir a reuniones sociales con tu bebé.
Limpia a menudo: limpia siempre los juguetes y objetos de tu bebé antes de que vuelvan a utilizarlos. Puedes utilizar agua y jabón o toallitas desinfectantes.
Vacunas: asegúrate de que los miembros de tu familia, incluido tu bebé, estén vacunados contra la gripe. Puedes preguntar a tu pediatra de confianza sobre las vacunas contra la gripe y el VRS.

¿Cómo dar el pecho de forma segura cuando estoy enferma?
Dar el pecho cuando estás enferma puede ser complicado, pero suele ser seguro y beneficioso tanto para ti como para tu bebé. De hecho, dar el pecho en estos casos puede ayudar a tu bebé a desarrollar inmunidad, sobre todo si se trata de una infección viral o bacteriana. Estas son algunas pautas clave para dar el pecho de forma segura cuando estás enferma:
- Continúa con la lactancia. La inmensa mayoría de infecciones no se transmiten al bebé a través de la leche materna. Por el contrario, esta seguirá aportando todos los nutrientes y anticuerpos esenciales para protegerlo.
- Técnicas de prevención para evitar la transmisión de gérmenes. Lávate siempre las manos antes de tocar al bebé, el pecho o cualquier equipo utilizado para la lactancia. Si tienes una infección respiratoria como gripe o resfriado, ponte una mascarilla, ya que así reducirás la probabilidad de transmitir gotitas al bebé durante la lactancia.
- Hidratación y descanso. Estar hidratada es importante para mantener la producción de leche, sobre todo si tienes fiebre, vómitos o diarrea. Bebe agua, infusiones y bebidas con electrolitos para mantener altos tus niveles de hidratación. Si te sientes mal o sin fuerzas, descansa todo lo que puedas. Intenta dormir la siesta mientras duerme tu bebé y, si necesitas ayuda para cuidarlo, no dudes en pedirla, para poder centrarte en tu salud.
- Controla la fiebre y el dolor. Puedes tomar medicamentos como el paracetamol (Tylenol) o el ibuprofeno (Advil), que son aptos durante la lactancia. Estos medicamentos pueden aliviar el dolor y permitirte seguir dando el pecho sin problemas. Si sientes dolor en alguna parte del cuerpo o tienes otros síntomas, intenta aliviarlos con los medicamentos de venta libre que te recomiende tu médico.
- Mantén la producción de leche. Sigue amamantando o extrayéndote leche aunque te sientas cansada o enferma. Si estás demasiado cansada para dar el pecho, extrae la leche y deja que otra persona alimente a tu bebé. Si interrumpes la lactancia, la producción de leche puede reducirse. Si no puedes amamantar directamente al bebé, es posible que necesites extraerte leche para mantener la producción.
¿Qué debo hacer si estoy demasiado enferma para dar el pecho?
Si estás demasiado enferma para amamantar a tu bebé, ya sea porque estás demasiado agotada, porque te duele algo o porque tu enfermedad ya está afectando tu capacidad para cuidarlo, hay varias medidas que puedes tomar para asegurarte de que tu bebé sigue recibiendo la alimentación y los cuidados que necesita. Estas son algunas de las medidas que puedes adoptar:
- Si no puedes dar el pecho directamente, puedes extraer la leche. Con el Momcozy M9 podrás extraer la leche sin esfuerzo. Además, gracias a la aplicación Momcozy, que permite ajustar la configuración y llevar un registro de tu producción sin necesidad de llevar la mano al sujetador, te resultará más fácil controlar la extracción. Este sacaleches de tercera generación garantiza una extracción más cómoda en todo momento, incluso si estás enferma.

- Pide ayuda a alguien para alimentar al bebé con el biberón con leche extraída o de fórmula.
- Bebe abundante agua y consume alimentos ricos en nutrientes para mantener tu salud y la producción de leche.
- Si es necesario, alimenta a tu bebé con leche de fórmula. No lo pienses dos veces, estás alimentando a tu bebé.
- Descansa para que puedas recuperarte lo antes posible. Hay un tiempo para volver a estar bien.
- Vigila de cerca la salud de tu bebé y ten presente que, a pesar de todo, se está alimentando bien.
Aunque estar enferma puede ser estresante, es importante recordar que tu bebé puede seguir recibiendo los cuidados que necesita con una combinación de leche materna, leche de fórmula y el apoyo de otras personas. En estos momentos, tu salud es lo primero, y cuando te recuperes, podrás amamantarlo según tu capacidad.
¿Qué medicamentos son seguros durante la lactancia?
Algunos medicamentos se consideran completamente seguros de usar durante la lactancia. Entre ellos se incluyen:
- Analgésicos/antipiréticos: paracetamol (Tylenol), dosis bajas de ibuprofeno (Advil, Motrin)
- Descongestionantes y medicamentos para la tos y el resfriado: expectorantes con guaifenesina (Mucinex, Robitussin) y antitusígenos con dextrometorfano (DayQuil, Delsym)
- Antihistamínicos y medicamentos para la alergia: Claritin es seguro, pero Benadryl puede provocar somnolencia en el lactante.
- Antiparasitarios: la mayoría de los tratamientos antiparasitarios (contra lombrices) pueden tomarse sin riesgo durante la lactancia.
Medicamentos peligrosos durante la lactancia
Estos son algunos de los medicamentos y sustancias que deben evitarse durante la lactancia:
- Medicamentos contra el cáncer: entre los fármacos para el tratamiento oncológico se incluyen el litio, la ciclofosfamida, la ciclosporina y el metotrexato.
- Drogas ilícitas: la heroína y la fenciclidina (PCP) entran en esta categoría.
- Medicamentos que suprimen la producción de leche: en general, deben evitarse.
- Codeína: pequeñas cantidades de codeína pueden pasar al bebé a través de la leche materna y provocar somnolencia o problemas respiratorios.
- Antihistamínicos: algunos ejemplos son la difenhidramina (Benadryl) y la cetirizina (Zyrtec).
- Decongestionantes: como la pseudoefedrina (Sudafed, Claritin-D, Zyrtec-D y Allegra-D).
- Píldoras anticonceptivas: por ejemplo, las que contienen estrógenos.
- Medicamentos para la fertilidad: por ejemplo, el clomifeno (Clomid).
- Remedios a base de plantas: no se han realizado suficientes investigaciones para comprobar su seguridad durante la lactancia.

¿Debo dar el pecho si mi hijo está enfermo?
Si tu hijo está enfermo, sigue dándole el pecho. Los anticuerpos presentes en la leche materna ayudan a reforzar el sistema inmunológico del bebé y también pueden acortar la duración o la gravedad de su enfermedad.
¿La leche materna cambia cuando el bebé está enfermo?
Sí, la leche materna cambia cuando el bebé está enfermo. Se adapta a sus necesidades produciendo más células inmunitarias y compuestos que combaten las infecciones en respuesta a su saliva. También tiene más propiedades de refuerzo inmunitario, proporciona confort e hidratación y contiene propiedades antibacterianas y antivirales que ayudan a tu bebé a recuperarse más deprisa y reducen el riesgo de que enferme más.
¿Cuáles son los beneficios de amamantar a tu bebé cuando está enfermo?
Si tu bebé está enfermo, no dejes de darle el pecho. La lactancia ayuda a reforzar su sistema inmunológico. Gracias a la transferencia de anticuerpos de la madre a través de la leche materna, el bebé puede combatir las infecciones. Cuando un bebé está enfermo, darle el pecho aumenta mucho las posibilidades de que se recupere pronto y también lo tranquiliza.
¿Cómo amamantar a un bebé enfermo?
Para alimentar a tu bebé enfermo, sigue dándole el pecho como de costumbre, ya que además lo reconforta e hidrata. Asegúrate de que tu bebé se mantiene bien alimentado dándole el pecho con más frecuencia si es necesario, ya que la leche materna proporciona anticuerpos esenciales para ayudar a combatir la enfermedad. Asegúrate de que los dos estén cómodos y adopta una postura de apoyo, sobre todo si el bebé tiene la nariz congestionada o está demasiado agotado para engancharse al pecho con facilidad. Si tu bebé tiene problemas para mamar, intenta extraerte leche y dársela con biberón o cuchara.
Preguntas frecuentes sobre la lactancia durante la enfermedad

¿Qué se debe comer cuando se amamanta a un bebé enfermo?
Si das el pecho a un bebé enfermo, procura mantenerte hidratada y consumir alimentos ricos en nutrientes, como sopas, caldos, frutas, verduras, cereales integrales y proteínas magras. Los cítricos con alto contenido de vitamina C, el agua, las infusiones y las bebidas rehidratantes con electrolitos también contribuyen a la producción de leche y a su recuperación.
Si una madre tiene malestar estomacal, ¿puede seguir amamantando a su bebé?
Sí, por lo general es seguro que una madre con malestar estomacal amamante a su bebé. La mayoría de los problemas estomacales, como la indigestión leve, las náuseas o la diarrea, no afectan la calidad de la leche materna. Sin embargo, en caso de infección estomacal, como puede ser una intoxicación alimentaria o una gastroenteritis viral, se recomienda amamantar al bebé de todos modos, ya que los anticuerpos de la leche materna pueden protegerlo de la infección.
¿Es bueno extraerse leche estando enferma?
Sí, por lo general no pasa nada por extraerse leche mientras se está enferma y puede ser beneficioso para mantener la producción. La extracción ayuda a que tu cuerpo siga produciendo leche, aunque no estés dando el pecho directamente. Un consejo aún más sencillo es que te mantengas bien hidratada, descanses todo lo que puedas y adoptes medidas de higiene para evitar la obstrucción de los conductos o la mastitis. Lávate siempre las manos antes de extraer la leche y toma medidas para evitar transmitir gérmenes al bebé.
Conclusión
Dar el pecho mientras se está enfermo suele ser seguro e incluso puede ser beneficioso para la madre y el bebé. Los anticuerpos presentes en la leche materna protegen al bebé de las infecciones y el flujo de leche de la madre puede mantenerse durante la enfermedad. Si se toman las precauciones adecuadas, como lavarse las manos, llevar mascarilla si es posible y mantenerse hidratada, las madres pueden seguir amamantando y dando consuelo a sus bebés mientras se recuperan.
Recuerda que, si estás demasiado débil para dar el pecho directamente, extraer la leche y dejar que otra persona alimente al bebé es una buena alternativa. Por encima de todo, lo más importante es tu salud, por lo que, si es necesario, debes acudir al médico para garantizar la tuya y la del bebé.