Al momento de alimentar a un recién nacido, los padres primerizos se encuentran ante una encrucijada: optar por la leche de fórmula o la lactancia materna.
Bueno, no tienes de qué preocuparte, ya que exploraremos las composiciones, las ventajas y las diferencias entre la lactancia y la leche de fórmula, así como responderemos algunas preguntas comunes para el bien de tus angelitos.
Composición y beneficios de la leche materna
La leche materna es una fuente natural y compleja de nutrición, diseñada específicamente por el cuerpo para satisfacer las necesidades del bebé. Contiene una mezcla única de componentes que favorecen el desarrollo general:
La leche materna contiene inmunoglobulina A secretora (sIgA), la fuente principal adquirida de forma pasiva durante varias semanas antes de la producción endógena de sIgA. Durante el periodo de posparto, los bebés son vulnerables a infecciones patógenas, que pueden evitarse con sIgA.
La presencia de ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga, específicamente el DHA (ácido docosahexaenoico), favorece la visión, el desarrollo cerebral, la memoria, la atención y el estado inmunológico del bebé. La mejora del DHA durante la infancia puede tener efectos duraderos en el aprendizaje y se asocia a una disminución de las enfermedades atópicas.
La leche materna contiene 1% (8–10 g/L)de proteínas, entre las que se encuentran proteínas de fácil digestión como el suero y la caseína. Las proteínas de suero son abundantes y se absorben rápidamente, lo que ayuda al bebé a evitar problemas gastrointestinales como los cólicos. Asimismo, estas proteínas también están perfectamente equilibradas para favorecer el crecimiento de los tejidos sin sobrecargar los riñones en desarrollo del bebé.
La leche madura contiene alrededor de 7% de carbohidratos, siendo la mayoría lactosa. De igual forma, la lactosa ayuda la absorción de minerales esenciales como el calcio, que es fundamental para el desarrollo de los huesos. También favorece el crecimiento de bacterias intestinales sanas, ayudando a la digestión del bebé.
Los probióticos y los prebióticos contribuyen al establecimiento del microbiota intestinal del bebé. En pocas palabras, los probióticos y los prebióticos ayudan a cultivar un microbioma intestinal sano, que favorece la digestión y la inmunidad.
Las hormonas como la leptina y la adiponectina, que se encuentran en la leche materna, ayudan a regular el apetito y el metabolismo del bebé.
Composición y beneficios de la leche de fórmula
La leche de fórmula está diseñada para imitar al máximo el contenido nutricional de la leche materna. Suele ser la opción preferida cuando la lactancia no es viable.
Fortificada con vitaminas y minerales. La leche de fórmula se suele complementar con vitaminas como la D y la K, ausentes en la leche materna, y con minerales esenciales como el hierro. Estos nutrientes favorecen el desarrollo de los huesos, la formación de la sangre y el crecimiento en general.
Composición proteica personalizada. Las proteínas de la leche de fórmula se derivan principalmente de la leche de vaca, pero se modifican para que sean más digeribles para los lactantes. Algunas de ellas ofrecen proteínas hidrolizadas, parcialmente desintegradas para reducir el riesgo de alergias y facilitar la digestión.
Fórmulas especiales. Hay fórmulas especializadas diseñadas para satisfacer las necesidades de los bebés con determinadas afecciones, como intolerancia a la lactosa o alergias a la proteína de la leche de vaca. Estas opciones funcionan como fuentes alternativas de proteínas, como la soja o las proteínas hidrolizadas, para satisfacer las necesidades nutricionales del bebé.
Contenido nutricional uniforme. A diferencia de la leche materna, la de fórmula proporciona un contenido nutricional fijo y predecible, lo que permite a los padres controlar mejor la ingesta de su bebé.
¿La leche de fórmula es similar a la materna?
Aunque la leche de fórmula esté diseñada para replicar la composición nutricional de la leche materna, aún difieren en muchos aspectos.
Características | Leche materna | Leche de fórmula | Explicación |
Células vivas | ✔ | ✘ | La leche materna contiene células vivas como glóbulos blancos y células madre. Por otro lado, la de fórmula carece de estos componentes. |
Adaptabilidad a las necesidades del bebé | ✔ | ✘ | La leche materna cambia su composición durante el día según las necesidades del bebé, mientras que la de fórmula es una composición fija. |
Anticuerpos para la inmunidad | ✔ | ✘ | La leche materna proporciona anticuerpos (p. ej., la IgA) que protegen al bebé de infecciones. Por otro lado, la de fórmula no puede ofrecer esta inmunidad. |
Bacterias beneficiosas | ✔ | ✘ | La leche materna contribuye a un intestino sano con bacterias naturales, mientras que la de fórmula puede contener prebióticos añadidos, pero carece de bacterias. |
Hormonas y enzimas | ✔ | ✘ | La leche materna contiene hormonas y enzimas que ayudan a la digestión y el crecimiento, mientras que la de fórmula no. |
Nutrición personalizada | ✔ | ✘ | La leche materna adapta sus nutrientes a medida que el bebé crece, mientras que la de fórmula proporciona un contenido nutricional uniforme. |
Prebióticos | ✔ | ✔ | Ambos pueden contener prebióticos, pero la leche materna proporciona un suministro natural, mientras que la de fórmula incluye prebióticos añadidos. |
¿Por qué la leche materna es mejor que la de fórmula?
La leche materna es superior a la de fórmula por su composición única y adaptable, que favorece la salud del bebé tanto de forma inmediata como a largo plazo. Asimismo, contiene células vivas como glóbulos blancos y células madre, así como anticuerpos que protegen contra las infecciones, de los que carece la de fórmula. De igual forma, mejora para satisfacer las necesidades nutricionales específicas del bebé, por lo que modifica su composición durante el día y con el tiempo. Asimismo, aporta componentes bioactivos esenciales como enzimas, hormonas y bacterias beneficiosas que favorecen la digestión, la inmunidad y el desarrollo cerebral. Las de fórmula, aunque sean nutricionalmente completas, no pueden imitar estos elementos dinámicos y protectores.
Retos de la lactancia
Nada es perfecto. Todavía hay retos que afrontar durante la lactancia:
Problemas con el agarre: Un agarre inadecuado puede provocar una ingesta insuficiente de leche para el bebé y dolor en los pezones de la madre.
Problemas con la producción: Muchas madres se preocupan por si están produciendo suficiente leche, sobre todo cuando el bebé parece tener hambre poco después de lactar. Estas preocupaciones pueden causar estrés y el uso de suplementos de fórmula.
Incomodidad física: La congestión, la mastitis y los pezones agrietados son problemas físicos comunes que pueden hacer que la lactancia sea dolorosa. La congestión ocurre cuando los pechos están demasiado llenos, mientras que la mastitis es una infección dolorosa del tejido mamario.
Hora y frecuencia: Los recién nacidos suelen alimentarse con frecuencia, a veces cada 2-3 horas, lo que puede resultar abrumador para las madres primerizas, sobre todo cuando están privadas del sueño.
Restricciones en la dieta: Las madres que dan de lactar necesitan supervisar sus dietas cuidadosamente porque ciertos alimentos, bebidas o medicamentos pueden causar problemas digestivos o reacciones alérgicas en el bebé.
Cómo superar los problemas de la lactancia
Para controlar y superar dichos problemas, puedes:
Acudir a asesores de lactancia. Un asesor de lactancia certificado puede ofrecer orientación especializada sobre los problemas de agarre, la producción de leche e incluso las posturas adecuadas durante la lactancia.
Usar un sacaleches. Si estás teniendo problemas con la congestión o la producción de leche, no puedes dejar pasar el Momcozy M9. Con una succión potente de hasta -300mmHg, el Momcozy M9 puede aliviar notablemente la congestión y ayudar a almacenar leche para tomas posteriores. Asimismo, sus ajustes personalizables a través de la app Momcozy te permiten modificar el modo y la intensidad para una mayor comodidad y eficiencia. Y si eres una madre con un horario apretado, te encantará el tamaño del Momcozy M9, que es de 127mm X 109mm X 77mm con un peso de 302g. Es muy portátil y fácil de llevar a donde sea que vayas.
Usar cremas para pezones y protectores: Es frecuente que los pezones se agrieten o duelan. Por ello, las cremas para pezones, como las elaboradas a base de lanolina o las mantecas orgánicas para pezones, pueden dar alivio. De igual forma, los protectores de pezones también ayudan a proteger la piel sensible durante las tomas.
Beber agua y comer bien. Mantenerse hidratada y comer una dieta balanceada rica en vitaminas y minerales puede ayudar a mantener una producción de leche sana. Se recomiendan alimentos como la avena y el fenogreco.
Usar sujetadores y almohadillas de lactancia. Los sujetadores cómodos y absorbentes, así como las almohadillas absorbentes, pueden controlar las fugas y proporcionar la comodidad necesaria, especialmente durante los primeros meses.
Encontrar una posición cómoda. Experimentar con diferentes posiciones para dar pecho, como la de balón de fútbol americano o de lado, puede aliviar la tensión y hacer que la lactancia resulte más cómoda. La posición adecuada también puede mejorar el agarre y el flujo de leche.
Palabras finales
Aunque la leche materna proporcione una nutrición personalizada y protección inmunológica, la de fórmula ofrece una alternativa confiable cuando la lactancia no es posible. Conocer las diferencias y tomar decisiones informadas puede ayudar a los padres a sentirse más seguros a la hora de alimentar a su bebé de la forma que mejor se adapte a sus circunstancias.
Preguntas frecuentes sobre la leche materna vs. la leche de fórmula
¿4 onzas de leche materna son lo mismo que 4 onzas de leche de fórmula?
No, 4 onzas de leche materna no son lo mismo que 4 onzas de la de fórmula en términos de contenido nutricional y digestión. Los bebés digieren y absorben con mayor facilidad la leche materna, lo que significa que es probable que necesiten tomas más frecuentes en comparación con los bebés que toman leche de fórmula. La de fórmula se procesa más lentamente, por lo que los bebés que la toman pueden sentirse saciados durante más tiempo.
¿Los bebés crecen más rápido con la leche materna o la de fórmula?
Los patrones de crecimiento varían entre los bebés que toman leche materna y los que toman leche de fórmula. Los que toman la leche de fórmula pueden subir de peso más rápido en los primeros meses porque suele tener más calorías y permanece más tiempo en el estómago. Sin embargo, los bebés que toman pecho suelen crecer a un ritmo más uniforme, lo que puede reducir la posibilidad de obesidad más adelante.
¿Los bebés que toman pecho son más sanos?
Los bebés que toman pecho pueden tener ciertas ventajas en la salud, como un menor riesgo de infecciones, alergias y enfermedades crónicas a una edad más avanzada. Asimismo, la leche materna contiene anticuerpos y otros factores de refuerzo inmunitario que no están presentes en la de fórmula. Los bebés que toman leche de fórmula pueden crecer sanos y fuertes, sobre todo gracias a los avances en la composición de la fórmula, que aportan vitaminas y nutrientes esenciales.
A largo plazo, las cosas pueden ser diferentes. Un estudio del 2014 sugiere que, aunque las investigaciones iniciales relacionaban la lactancia materna con mejores resultados de salud, las comparaciones entre hermanos demostraron que, cuando se controlan los factores familiares y socioeconómicos, la mayoría de los beneficios, como un menor índice de obesidad y mayores capacidades cognitivas, no eran estadísticamente significativos. Esto indica que los bebés que toman pecho no son necesariamente más sanos a largo plazo que los bebés que toman leche de fórmula.