¿Cuándo se regula la producción de leche? Esta es una de las preguntas que muchas madres se hacen a lo largo de los primeros días de lactancia. Durante las primeras seis a ocho semanas después del parto, el cuerpo aún se está adaptando para satisfacer todas las demandas del bebé, por lo que la producción de leche es muy variable en este periodo. Por lo general, entre la sexta y la duodécima semana, la producción de leche adquiere un ritmo regular acorde con el ciclo de tomas del bebé. Esta es una buena noticia para muchas mujeres, ya que a menudo significa una producción de leche más predecible y estable. Entender cómo regula el cuerpo la producción de leche puede aliviar la ansiedad y ayudar tanto a la madre como al bebé durante las primeras semanas de lactancia.
¿Qué significa establecer la producción de leche materna?
Establecer una producción de leche significa aumentar la producción de leche materna para satisfacer las necesidades del bebé. Por lo general, se necesitan entre 3 y 4 semanas para lograrlo, pero este tiempo puede variar de una mujer a otra. A continuación, te damos algunos consejos que te serán de ayuda para establecer tu producción de leche:
Da el pecho con frecuencia: cuanto más amamantes a tu bebé, más leche producirá tu cuerpo. Es normal que los bebés se alimenten con frecuencia, incluso cada 45 minutos.
Comienza a dar el pecho lo antes posible: una vez que nazca tu bebé, empieza a darle el pecho tan pronto como sea posible.
Asegúrate de que se enganche bien: comprueba que tu bebé se haya enganchado correctamente. Así obtendrá suficiente leche y evitarás que te duelan los pezones.
Cronología de la regulación de la producción de leche
La producción de leche suele ajustarse de forma natural durante los primeros meses después del parto. A continuación, te mostramos una línea de tiempo simplificada sobre lo que puedes esperar:
Etapa 1: calostro (durante el embarazo)
Alrededor de la semana 16 de embarazo, tu cuerpo empieza a prepararse para la lactancia. Es posible que hayas notado que tus pechos están más llenos o que se escapan algunas gotas, sobre todo en el tercer trimestre. Al iniciar este proceso, tu cuerpo empieza a producir calostro, una leche amarillenta y espesa rica en nutrientes y anticuerpos. El calostro reforzará el sistema inmunológico del bebé en los primeros días después del parto. En esta etapa, los pezones pueden parecer más oscuros y la areola, más grande.
Etapa 2: primeros días tras el parto
Seguirás produciendo calostro durante los primeros días después del parto. La leche empieza a "bajar" entre el segundo y el séptimo día después del parto, lo que se conoce como segunda fase de lactogénesis. Es posible que sientas los pechos congestionados, es decir, llenos, hinchados e incluso adoloridos. El dolor es normal, ya que el cuerpo se está acostumbrando a producir un mayor volumen de leche. A menudo, la congestión mamaria dura solo unos días. Algunas madres intentan aliviar las molestias aplicando medidas como dar el pecho a demanda, evitar la extracción excesiva de leche, usar sujetadores con soporte o aplicarse compresas frías.
Algunas de las posibles causas del retraso en el paso del calostro a la leche incluyen haber sido sometida a una cesárea, haber tenido problemas durante el parto o presentar problemas con la lactancia.
Etapa 3: a partir de la segunda semana
En la segunda semana, la demanda del bebé ayuda a regular la producción de leche. Tu cuerpo se va adaptando a la cantidad de leche que se extrae, por lo que la congestión, que probablemente fue bastante incómoda durante la primera semana, disminuye. Se trata de la última etapa de la lactogénesis: la producción de leche se habrá establecido y los pechos sabrán cuánta leche producir y seguirán haciéndolo en función de la cantidad extraída. En otras palabras, la lactancia ayuda a estabilizar la producción.
A continuación se muestran algunos indicadores de que la producción de leche se ha estabilizado:
- Los pechos están llenos cuando se acerca la hora de la toma.
- El bebé toma leche de ambos pechos.
- A menudo se oye al bebé tragar y se le ve mover la mandíbula arriba y abajo.
- El bebé aumenta de peso de forma constante y moja al menos seis pañales al día.
Consejos para mantener la producción de leche:
- Alimenta al bebé cuando lo pida.
- Asegúrate de lograr un excelente enganche.
- Practica el contacto piel con piel.
¿Cuánto tarda en establecerse la producción de leche?
Por lo general, se necesitan entre 4 y 6 semanas para que la producción de leche se estabilice después del parto. Durante este tiempo, el cuerpo se adapta a las necesidades alimenticias del bebé y aprende a producir leche. A continuación, se muestra un desglose del proceso:
Primeros días: se produce el calostro, la primera pequeña producción de leche concentrada.
De 3 a 5 días después del parto: la leche "baja" y es posible que sientas que tus pechos se congestionan mientras tu cuerpo se prepara para alimentar al bebé.
Semanas 2-3: la producción de leche se regula en función de las necesidades del bebé.
Semanas 4-6: la producción de leche está totalmente establecida y es predecible.
Dar el pecho con frecuencia ayuda a mantener una producción constante.
Señales de que la producción de leche se ha establecido
Cuando tu cuerpo se haya adaptado a las necesidades de alimentación de tu bebé, empezarás a notar señales de que tu producción de leche se está estableciendo. Estas señales indican que tu cuerpo está produciendo la cantidad adecuada de leche para mantener a tu bebé satisfecho y en constante crecimiento. Estos son algunos signos clave de que tu producción de leche va por buen camino:
- Los pechos se sienten llenos antes de la toma.
- El bebé se alimenta de los dos pechos.
- Puedes oír cómo el bebé traga.
- El bebé aumenta de peso.
- Moja al menos seis pañales al día.
- Las tomas son más regulares.
¿La producción de leche aumenta a medida que el bebé crece?
Sí, la producción de leche aumenta conforme crece el bebé, pero la cantidad de leche que necesita no necesariamente es mayor después del primer mes:
Primer mes - El consumo de leche alcanza su máximo en este mes y suele rondar las 25-30 onzas al día, debido a que los bebés tienen un metabolismo elevado por su rápido crecimiento.
Después del primer mes - El metabolismo de tu bebé se vuelve más lento y, por tanto, no necesita más leche. Podrás anticipar el intervalo entre tomas y tu bebé también se volverá más eficiente a la hora de comer.
Leche de transición - A medida que tu bebé se desarrolla, también lo hace tu leche para satisfacer sus necesidades. La leche de transición contiene más grasa y lactosa que el calostro, y su contenido de grasa cambia, siendo ahora mayor el porcentaje de ácidos grasos de cadena media.
Después de los 18 meses - A partir de los 18 meses, la leche materna contiene menos carbohidratos y más grasas y proteínas.
¿Cuándo debes preocuparte por los cambios en la producción de leche?
Es normal que tu producción de leche varíe ligeramente, pero hay ciertos signos que pueden indicar un problema. Deberías preocuparte si notas alguno de los siguientes síntomas:
- El bebé no está ganando peso – Si tu bebé no está ganando peso o incluso lo está perdiendo, puede ser una señal de que no está recibiendo suficiente leche.
- Disminución del número de pañales mojados – Si tu bebé moja menos de seis pañales al día, es posible que no esté tomando suficiente leche.
- Los pechos se sienten vacíos o menos llenos – Si tus pechos dejan de sentirse llenos o no notas que la leche baja, es posible que la producción de leche esté disminuyendo.
- Tu bebé parece no quedar satisfecho después de la toma – Si tu bebé parece hambriento después de darle el pecho y no se sacia, es posible que tu producción de leche no sea suficiente.
- Dolor durante la lactancia – El dolor persistente durante la lactancia (más allá de los primeros días) podría indicar la existencia de algún problema, como un mal enganche o un flujo insuficiente de leche.
¿Cómo establecer y mantener la producción de leche?
Para que la lactancia sea exitosa, es fundamental establecer y mantener una buena producción de leche. Cuanto más amamantes a tu bebé o más leche te extraigas, más producirá tu cuerpo. Varios factores, como la frecuencia de las tomas, un buen enganche y los cuidados necesarios, contribuyen a aumentar y mantener la producción de leche. A continuación te ofrecemos algunos consejos que te ayudarán a conseguirlo:
Amamanta con frecuencia - Dar el pecho más a menudo, aunque sea por poco tiempo, hace que tu cuerpo produzca más leche.
Contacto piel con piel - Procura mantener el contacto piel con piel con tu bebé tan a menudo como sea posible. Tu calor y aroma, así como el aroma de la leche, estimularán al bebé a acostumbrarse a tu pecho y aumentarán tu producción de leche.
Masajea tus pechos - El masaje favorece el flujo y la circulación de la leche y desencadena la liberación de oxitocina, que ayuda a abrir los conductos y facilita la producción de leche.
Presión y compresión - Masajea suavemente los pechos durante la toma, y aprétalos y comprímelos para favorecer el flujo de la leche y asegurar que los pechos se vacíen por completo.
Extracción manual de la leche - Extraerte la leche después de dar el pecho también contribuirá a aumentar su cantidad y producción en el futuro. Además, puedes conservar la leche materna, congelarla y dársela a tu bebé cuando la necesite.
Dale ambos pechos - Si tu bebé se alimenta de los dos pechos, tu cuerpo producirá más leche y tus pechos no se llenarán en exceso.
Cuida de ti - Come bien, mantente activa, no fumes, no bebas alcohol, bebe suficiente agua y descansa tanto como necesites.
¿Cómo hay que extraer la leche cuando aún no se ha establecido la producción?
Al empezar la lactancia, es natural preguntarse cómo debe realizarse la extracción de la leche si aún no se ha establecido la producción. Mientras el cuerpo sigue adaptándose a las necesidades del bebé, la extracción de leche puede ayudar a acumular reservas, estimular la producción de leche e incluso proporcionar alivio. Sin embargo, para no perjudicar la producción natural de leche y, al mismo tiempo, alcanzar los objetivos fijados, es fundamental saber cuándo y cómo hacerlo. A continuación, te damos algunos consejos sobre cómo extraer leche de forma eficaz durante esta fase inicial:
- Frecuencia: para aumentar la producción, es fundamental extraerse la leche entre 8 y 10 veces al día. Si tienes una buena provisión almacenada, puedes prescindir de una o dos sesiones, pero para la mayoría es fundamental. No es necesario que las sesiones se realicen a intervalos regulares y, si te saltas una, ajusta las demás para alcanzar el número total en 24 horas.
- Eficacia: para obtener resultados óptimos, es muy recomendable utilizar un sacaleches de uso hospitalario. Normalmente, los puedes encontrar en la sala de extracción o junto a la cuna del bebé. El sacaleches Momcozy M9 funciona con una bomba de tercera generación que ofrece 15 niveles de succión potentes en cada pauta. Disfruta de una experiencia de extracción eficiente, potente y cómoda.
- Tamaño de las copas protectoras: para garantizar tanto tu comodidad como la producción de leche, es fundamental elegir el tamaño correcto. Un protector que no se ajuste bien puede resultar incómodo o incluso causar lesiones, mientras que un tamaño adecuado ayuda a maximizar la producción de leche. Algunas madres pueden necesitar tallas diferentes para cada pecho o cambiar de talla con el tiempo. Consulta las instrucciones del fabricante y prueba distintas opciones hasta encontrar la talla que mejor te quede.
- Extracción intensiva: esta técnica imita la alimentación en racimos del bebé y puede ayudar a aumentar la producción de leche. Si usas un sacaleches doble, extrae durante 20 minutos, descansa 10, extrae otros 10 minutos, descansa de nuevo y extrae durante otros 10. Si utilizas un sacaleches simple, alterna entre los pechos con periodos de descanso más cortos.
- Extracción activa: combinar el masaje, la extracción manual y el uso del sacaleches puede aumentar significativamente la producción de leche. Esta técnica puede resultar muy eficaz para muchas madres.
- Extracción manual: después de utilizar el sacaleches, la extracción manual puede ayudar a liberar un poco más de leche. Esta técnica puede ser especialmente útil cuando el flujo de leche disminuye.
- Sujetador de lactancia manos libres: un sujetador manos libres puede hacer que la extracción sea más cómoda y eficaz, y te permite realizar varias tareas a la vez. Puedes comprar uno o hacerlo tú misma, cortando aberturas en un sujetador viejo para colocar las bridas del sacaleches.
- Calor: aplicar una compresa caliente antes de la extracción puede ayudar a estimular el reflejo de bajada de la leche y facilitar el flujo.
- Contacto piel con piel con el bebé: el contacto piel con piel ayuda a liberar oxitocina, que es fundamental para la producción de leche. Además, puede ayudar a desencadenar el reflejo de bajada de la leche.
- Mira al bebé: ver fotos o videos de tu bebé, extraerte leche junto a su cuna o escuchar sus sonidos puede estimular la secreción de oxitocina y recordarle a tu cuerpo su función productora de leche.
- Enganche del bebé: si tu bebé está empezando a engancharse, intenta extraerte leche justo después de la toma. El hecho de que el bebé se enganche ayudará a desencadenar el reflejo de bajada de la leche, lo que facilitará la extracción.
- Distracción: concentrarse demasiado en el sacaleches puede reducir la producción. Procura distraerte con música, técnicas de relajación o hablando con otras personas para relajarte y favorecer así el flujo de leche.
- Come y bebe: alimentarse bien y estar adecuadamente hidratada es importante para conservar la salud y la energía, aunque no influya directamente en la producción de leche.
- Descansa: el descanso es fundamental para afrontar los retos de la maternidad. Asegúrate de dormir lo suficiente y pide ayuda para atender otras responsabilidades, de modo que puedas dedicarte a cuidar de ti misma y de tu bebé.
- Producción en 24 horas: es más importante centrarse en la producción total de leche en 24 horas que en sesiones individuales, ya que la cantidad puede variar a lo largo del día y de un pecho a otro. Con el tiempo, intenta aumentar gradualmente el volumen total.
- Transición al pecho: a medida que tu bebé se haga más fuerte y pueda mamar directamente del pecho, trabaja con un especialista en lactancia para facilitar una transición sin problemas.
Conclusión
El camino hacia una producción estable de leche es un proceso gradual que varía de una madre a otra. Comprender las etapas clave, desde la producción inicial de calostro hasta la regulación de la producción en torno a las 4 o 6 semanas, puede ayudar a aliviar algunas de las preocupaciones e inquietudes habituales de las madres primerizas. Durante este periodo, es fundamental armarse de paciencia y ser constante, ya que la lactancia frecuente, un buen enganche y el autocuidado contribuyen a crear y mantener una producción saludable de leche. Tu cuerpo se adaptará a las necesidades de tu bebé y, con los cuidados adecuados, tu producción se estabilizará y será más predecible.
Mantenerte informada sobre los procedimientos, ser flexible ante las distintas situaciones y saber cuándo pedir ayuda te dará confianza en tu capacidad para alimentar a tu bebé mientras disfrutas de la gratificante experiencia de la lactancia materna.
