¿La lactancia da hambre? Muchas madres tienen más hambre de lo habitual mientras amamantan a sus hijos, y esta es una experiencia común. La lactancia quema calorías adicionales porque el cuerpo produce leche, lo que aumenta el apetito de forma natural. Las hormonas productoras de leche, como la prolactina y la oxitocina, son las responsables de controlar tu apetito en este momento. Por lo tanto, aumenta tu apetito, para asegurarse de que tienes la energía necesaria para cuidar de ti misma y de tu bebé. El objetivo de este artículo es explicar los motivos de esta situación y ofrecer consejos prácticos para controlar el apetito durante la lactancia.
¿La lactancia puede aumentar tu apetito?
Sí, dar de lactar aumenta tu hambre. Cuando das el pecho, el cuerpo necesita más calorías para producir leche. Estas calorías adicionales suelen aumentar la sensación de hambre. Las hormonas prolactina y oxitocina intervienen en la producción de leche. Además de facilitar la lactancia, el gasto energético del organismo también favorece la recuperación después del parto. Por ello, muchas madres lactantes experimentan un aumento de su apetito. Esto se trata de un aumento normal del apetito y forma parte de la respuesta natural del cuerpo a la lactancia.
¿Cuántas calorías quema la lactancia?
La lactancia quema alrededor de 300 a 500 calorías adicionales por día, en función de la frecuencia con que el bebé toma pecho, su edad y la cantidad de leche que se produce. Se necesita energía para producir leche, y el cuerpo está trabajando duro para proporcionar los nutrientes. La cantidad de calorías quemadas puede variar también, ya que los recién nacidos tienden a tomar el pecho con más frecuencia que los bebés más grandes, que pueden lactar menos. Además de contribuir a la pérdida de peso tras el embarazo, el exceso de calorías quemadas ayuda a la madre a cubrir sus necesidades energéticas durante el periodo de lactancia.
¿Necesitas más calorías durante la lactancia?
Sí, la lactancia requiere algunas calorías adicionales para producir leche y mantener tu energía. Las necesidades calóricas adicionales promedio de las madres lactantes son de unas 300-500 calorías al día, dependiendo de la intensidad de la lactancia, su nivel de actividad y otras diferencias metabólicas individuales.
Te mostramos a detalle las necesidades calóricas adicionales:
- Producción de leche
El cuerpo necesita energía para producir leche materna. Según estudios, la lactancia materna puede quemar entre 300 y 500 calorías diarias adicionales.
- Nivel de actividad
Si una mujer es muy activa, puede necesitar más calorías. Una actividad baja quema menos calorías adicionales en comparación con ejercicios más enérgicos.
- Cambios metabólicos
Dependiendo de cómo se adapte el cuerpo a la lactancia, algunas mujeres pueden necesitar más calorías, mientras que otras necesitan menos.
Para satisfacer estas mayores necesidades calóricas, debe fomentarse una dieta rica en nutrientes y bien equilibrada, compuesta por una amplia gama de alimentos que incluya cereales integrales, frutas, verduras, proteínas magras y grasas saludables. También es esencial una buena hidratación, ya que la producción de leche requiere agua.
¿Qué nutrientes necesitas más durante la lactancia?
Durante el embarazo y la lactancia, es importante seguir una dieta equilibrada que favorezca tanto tu salud como el crecimiento y desarrollo de tu bebé. Los siguientes nutrientes y vitaminas para la lactancia son importantes en este proceso y se pueden encontrar en una variedad de alimentos saludables.
Calcio
El calcio es crucial para mantener huesos y dientes sanos. Además, garantiza un buen funcionamiento de los sistemas circulatorio, muscular y nervioso. Además, las mujeres embarazadas y lactantes necesitan 1.000 mg de calcio al día. Una buena fuente de calcio son los lácteos bajos en grasa, el zumo de naranja enriquecido con calcio, las alternativas lácteas vegetales, los cereales y la col rizada.
Carbohidratos
Los carbohidratos son una fuente de energía para el crecimiento y desarrollo del bebé y, posteriormente, para el periodo de lactancia. Una buena fuente de carbohidratos son los cereales integrales, las frutas y las verduras, ricas en fibra. Evita los carbohidratos refinados: harina y arroz blanco y azúcares añadidos.
Fibra
La fibra es esencial para prevenir estreñimiento, que es una de las condiciones más comunes durante el embarazo. Una buena fuente de fibra son los cereales integrales, como el pan integral, los cereales integrales, el arroz integral, las frutas, las verduras y las legumbres, como las alubias, los guisantes partidos y las lentejas.
Ácido fólico
El ácido fólico es crucial durante el desarrollo del cerebro y la médula espinal del bebé. También contribuye a la formación de glóbulos rojos y blancos. La cantidad mínima de ácido fólico que debe consumirse diariamente a través de la dieta o de suplementos antes de la concepción y en la primera etapa del embarazo es de 400 microgramos. Sin embargo, a las mujeres durante el segundo y tercer trimestre del embarazo se les recomienda 600 microgramos, y a las mujeres en periodo de lactancia 500 microgramos. El ácido fólico se encuentra en panes y cereales enriquecidos, mientras que el folato, en su forma natural, abunda en las verduras de hoja verde, los cítricos, los aguacates, las lentejas y las judías.
Grasas saludables
La grasa debe ser parte integrante de una dieta equilibrada. Las grasas contribuirán al desarrollo del bebé, especialmente en el caso de las mujeres embarazadas. Por eso se aconseja tomar grasas insaturadas en lugar de saturadas y trans. Las grasas insaturadas pueden proceder de fuentes saludables como el aceite de oliva, el aceite de canola, los frutos secos, las semillas, los aguacates y los pescados grasos y el salmón.
Yodo
El yodo es necesario para la producción de hormonas que son cruciales en el crecimiento y desarrollo del cerebro. Los bajos niveles de yodo durante el embarazo provocan problemas de tiroides, retrasos en el desarrollo y problemas de aprendizaje. Las embarazadas y las madres lactantes deben utilizar sal yodada para cocinar y consumir alimentos que contengan yodo, como el marisco y los productos lácteos. Toma una vitamina prenatal que contenga 150 microgramos de yodo. Si no está disponible en tu vitamina, habla con tu médico sobre los suplementos.
Hierro
El hierro es vital para evitar la anemia ferropénica, en la que una persona puede sentirse cansada, débil o incluso sufrir diversos problemas de salud. Las carnes magras, las aves, el pescado, los cereales enriquecidos, las legumbres y las verduras de hoja verde son buenas fuentes de hierro.
Proteínas
Las proteínas sirven para construir los músculos, huesos y tejidos del bebé desde el segundo hasta el último trimestre. Las mujeres embarazadas necesitan más proteínas, pero deben evitarse los suplementos en forma de batidos o polvos, ya que las necesidades de proteínas se adquieren mejor a través de la carne magra, la carne de ave, el pescado, las legumbres, los frutos secos, los huevos y el tofu.
Vitamina A
La vitamina A favorece el corazón, los ojos y el sistema inmunitario del bebé en desarrollo. Aunque en los países desarrollados rara vez se han observado discapacidades congénitas causadas por la falta de vitamina A, su exceso provoca discapacidades congénitas. Las vitaminas prenatales deben contener menos de 1.500 microgramos (5.000 unidades internacionales) de vitamina A y las embarazadas no deben tomar suplementos de vitamina A. La vitamina A se encuentra de forma natural en la leche, las naranjas y verduras como el melón, las zanahorias y los camotes, así como en las verduras de hoja verde.
Vitamina B12
La vitamina B12 contribuye a la producción de glóbulos rojos, al desarrollo cerebral y a la función cerebral. La carne, el pescado, la leche, los huevos y los cereales enriquecidos contienen vitamina B12. Los veganos y vegetarianos deben consultar a un médico para determinar si es necesario tomar algunas vitaminas en la lactancia o el embarazo.
Vitamina D
La vitamina D es una de las esenciales en el cuerpo humano, ya que permite al organismo absorber el calcio que favorece la salud de huesos y dientes. La vitamina D también se produce a través de la piel con la exposición a la luz solar. Entre los alimentos que contienen vitamina D se encuentran la leche enriquecida desnatada o descremada, el zumo de naranja enriquecido, las yemas de huevo y el salmón. Según los expertos, las mujeres embarazadas y lactantes necesitan 600 unidades internacionales de vitamina D al día.
¿Por qué la lactancia te da hambre?
Se dice que la lactancia provoca hambre porque quema calorías adicionales para producir leche, aumenta la necesidad de nutrientes del cuerpo y provoca cambios hormonales que estimulan el apetito. Además, la lactancia consume energía y líquidos, lo que puede provocar la sensación de hambre para satisfacer esas demandas.
¿Cómo acabar con el hambre durante la lactancia?
Para controlar el hambre durante la lactancia, intenta ingerir comidas equilibradas con fibra y proteínas, beber mucha agua, comer bocadillos saludables y comer poco, pero de forma frecuente. Esto te ayudará a mantenerte saciada y a reducir los antojos.
¿Con qué frecuencia debo comer durante la lactancia?
Durante la lactancia, es fundamental comer con regularidad para cubrir las necesidades energéticas. Puedes intentar hacer tres comidas equilibradas al día y 2-3 bocadillos saludables entre ellas, que te mantendrán con energía y saciada. Además, te asegurarás de obtener todos los nutrientes necesarios para ti y para tu bebé. Come según tu apetito, no te empaches.
¿Cómo evitar comer en exceso durante la lactancia?
Los siguientes consejos pueden ayudar a evitar comer en exceso durante la lactancia:
- Comer de forma equilibrada: Las comidas deben ser ricas en proteínas, fibra y grasas saludables para garantizar que te sientas saciada durante más tiempo.
- Come bocadillos con prudencia: La fruta, los frutos secos o el yogur son opciones saludables para picar. Evita hacerlo sin pensar.
- Hidratación: Toma agua para no confundir la sed con el hambre.
- Come lento: Tómate tu tiempo para comer y permitir que tu cuerpo te indique que está lleno.
- Escucha a tu cuerpo: Come cuando tengas hambre, pero no comas solo porque estás estresada o aburrida.
¿Puedo adelgazar durante la lactancia?
Sí, puedes adelgazar durante este periodo simplemente haciéndolo de forma gradual. La lactancia quema calorías adicionales. Así que, concéntrate en comer bien, mantenerte activa y beber suficiente agua. Intenta no perder peso demasiado deprisa para no interferir en tu producción de leche. Siempre consulta primero con tu médico antes de hacer cualquier cambio en tu rutina.
Recetas fáciles para la lactancia
Durante la lactancia, una dieta sana y nutritiva es esencial para alimentar tanto tu producción de leche como a ti. Las siguientes recetas no sólo son deliciosas, sino que están repletas de ingredientes que ayudan a potenciar la lactancia. Desde batidos hasta muffins e infusiones, estas opciones sencillas y nutritivas facilitan la alimentación y la hidratación mientras cuidas de tu bebé.
- Avena con semillas de lino & almendras
Ingredientes:
- 1 taza de hojuelas de avena
- 2 tazas de leche (o leche de almendras)
- 1 cucharada de semillas de lino molidas
- 1 cucharada de almendras (picadas o enteras)
- Miel o jarabe de arce (opcional)
Instrucciones:
- En una olla, pon la leche a hervir.
- Agrega la avena y ponla a fuego lento, cocinando durante unos 5-7 minutos.
- Cuando la avena esté blanda, agrega las semillas de lino y las almendras.
- Endulza con miel o sirope de arce si deseas.
- Sírvelo caliente y ¡disfrútalo!
La avena es rica en hierro y fibra, las semillas de lino aportan omega-3 y las almendras son una gran fuente de proteínas y grasas saludables.
- Batido de aguacate y espinacas
Ingredientes:
- 1 aguacate maduro
- 1 taza de espinacas
- 1 taza de agua o leche de coco
- 1 plátano
- 1 cucharada de semillas de chía (opcional)
- Miel o agave (opcional)
Instrucciones:
- Mezcla todos los ingredientes en una batidora hasta obtener una mezcla homogénea.
- Si deseas, puedes endulzar con miel o agave.
- Sírvelo en un vaso y disfrútalo como aperitivo refrescante.
Los aguacates están repletos de grasas saludables, las espinacas son ricas en hierro y calcio, y las semillas de chía aportan omega-3 y fibra.
- Ensalada de garbanzos
Ingredientes:
- 1 lata de garbanzos (escurridos y enjuagados)
- 1 pepino pequeño (cortado en dados)
- 1 tomate pequeño (cortado en dados)
- 1/4 de cebolla roja (en rodajas finas)
- 1 cucharada de aceite de oliva
- 1 cucharada de zumo de limón
- Sal y pimienta al gusto
Instrucciones:
- En un bol, mezcla los garbanzos, el pepino, el tomate y la cebolla.
- Rocía con aceite de oliva y zumo de limón.
- Sazona con sal y pimienta y mezcla todo.
- Sírvelo inmediatamente o refrigéralo para más tarde.
Los garbanzos son una gran proteína vegetal, y las verduras aportan vitaminas y minerales esenciales, perfectos para tener energía durante la lactancia.
- Tostada de plátano & mantequilla de cacahuate
Ingredientes:
- Pan integral (2 rebanadas)
- 2 cucharadas de mantequilla de cacahuate
- 1 plátano (en rodajas)
- Una pizca de canela (opcional)
Instrucciones:
- Tosta las rebanadas de pan a tu gusto.
- Unta la tostada con mantequilla de cacahuate.
- Cubre con rodajas de plátano y una pizca de canela si deseas.
- Disfruta de un bocadillo rápido y saciante.
Los cereales integrales aportan fibra, la mantequilla de cacahuate ofrece grasas saludables y proteínas, y los plátanos son ricos en potasio.
- Estofado de camotes y lentejas
Ingredientes:
- 1 camote grande (pelado y cortado en cubos)
- 1 taza de lentejas secas (enjuagadas)
- 1 lata de tomates cortados en cubos
- 1 cebolla (cortada en cubitos)
- 2 dientes de ajo (picados)
- 1 cucharada de aceite de oliva
- 4 tazas de caldo de verduras
- 1 cucharadita de comino
- Sal y pimienta al gusto
Instrucciones:
- Calienta el aceite de oliva en una olla grande a fuego medio.
- Agrega la cebolla y el ajo y cocina hasta que se ablanden.
- Añade el camote, las lentejas, los tomates cortados en cubos, el caldo de verduras y el comino.
- Ponlos a hervir, luego baja el fuego y coce a fuego lento durante 30-40 minutos hasta que las lentejas y el camote estén blandos.
- Sazona con sal y pimienta.
- ¡Sírvelo caliente!
Los camotes son una gran fuente de betacaroteno, mientras que las lentejas son ricas en proteínas y hierro, vitales para las madres lactantes.
Otras herramientas y consejos para una lactancia cómoda
La lactancia puede ser una experiencia realmente hermosa y satisfactoria, aunque conlleva numerosos retos. Gracias a varias herramientas y consejos disponibles, tu etapa de la lactancia será más cómoda y agradable. Estas son las mejores opciones disponibles:
- Almohada de lactancia
Tener una almohada de lactancia es esencial para cualquier madre lactante. La almohada de lactancia Momcozy brinda mayor soporte para ti y tu bebé durante las tomas, garantizando que puedan permanecer cómodos. Apoya los brazos y la espalda para que puedas estar en la misma posición durante más tiempo sin forzarte, haciendo que la sesión sea más relajada y prolongada. También ayuda a un correcto agarre y posicionamiento, permitiendo que la alimentación sea más eficiente.
- Sacaleches
Es perfecto para las madres lactantes que necesitan extraer leche. El sacaleches Momcozy M9 es portátil, de manos libres y discreto, y se puede usar cuando realizas otras tareas en casa o incluso fuera de ella. El sacaleches también se puede ajustar, es fácil de usar y es cómodo, tres características que a una madre en lactancia y ocupada le encantarían en una herramienta pensada para facilitar la extracción de leche sin ataduras.
Alta eficiencia
Múltiples modos
Control APP
Batería larga duración
- Hidratación
Mantenerte hidratada es esencial para mantener una buena producción de leche. Ten a mano una botella de agua durante las tomas para recordarte que debes beber con regularidad. La deshidratación puede afectar la producción de leche, así que asegúrate de beber mucha agua a lo largo del día.
- Ropa adecuada para la lactancia
Usa sujetadores de lactancia y tops que puedan abrirse fácilmente para dar el pecho. Estas prendas están pensadas para que la lactancia resulte muy fácil y cómoda, tanto dentro de casa como en público. Asimismo, opta por tejidos suaves y transpirables que sean cómodos de llevar durante todo el día.
- Discos de lactancia
Los discos de lactancia serán necesarios para evitar las pérdidas entre tomas. Absorben la leche que pueda gotear y te mantienen seca, para que no estés incómoda, evitando cualquier mancha indeseada en tu ropa. Los discos de lactancia reutilizables Momcozy son delgados pero absorbentes y usan un núcleo absorbente de 3 capas, el cual es muy delgado, pero con un buen efecto de absorción. A esto se añade una capa exterior protectora impermeable que evita cualquier fuga, y el tejido unidireccional que conduce la humedad para hacer más cómodo el uso de los discos absorbentes reutilizables.
Más comodidad
Alta eficiencia
Portátil
Más discreto
- Agarre adecuado
Un buen agarre para dar el pecho significa una situación cómoda. Asegúrate de que tu bebé tiene un buen agarre para que no te duela el pezón y se alimente bien. El agarre es bastante confuso; por eso, considera la posibilidad de consultar a algunos expertos de lactancia para obtener asesoramiento personalizado.
- Grupos de apoyo a la lactancia
Únete a un grupo de apoyo a la lactancia. Podrás relacionarte con otras madres que están en tu misma situación. Estos grupos ofrecen consejos, sugerencias y apoyo emocional mientras te enfrentas a los retos de la lactancia.
Preguntas frecuentes sobre el hambre durante la lactancia
¿Puedo perder peso si me paso a la extracción de leche?
Sí, es posible perder peso con la extracción de leche porque, al fin y al cabo, quema calorías. Sin embargo, depende de lo que comas y de la frecuencia con la que te extraigas leche. Por lo tanto, para estar segura, concéntrate en una dieta sana, no en recortes drásticos de calorías, y añade algo de ejercicio ligero. Sin embargo, la producción de leche no será segura si experimentas una pérdida de peso demasiado rápida.
¿Perderé peso si dejo de dar pecho?
Dejar de amamantar podría hacer que algunas mujeres pierdan peso. Sin embargo, esto no es definitivo. Durante la lactancia, el cuerpo quema más calorías, por lo que podría disminuir la pérdida total de calorías al dejar de hacerlo. Nuevamente, la pérdida de peso depende de muchas otras cosas, como la dieta, el ejercicio e incluso el metabolismo del cuerpo.
Si consumes más calorías de las que quemas después de dejar de dar pecho, es posible que no pierdas peso. Debes perder peso manteniendo una dieta equilibrada y haciendo ejercicio regularmente.
¿Por qué la lactancia me está haciendo subir de peso?
En algunos casos, la lactancia materna puede hacer que algunas mujeres suban de peso, ya que aumenta el hambre, haciendo que coman aún más. Otras razones pueden ser los cambios hormonales que afectan al metabolismo y al apetito, la retención de más grasa corporal para obtener energía y una menor actividad física como consecuencia del cuidado de un recién nacido.
¿Tienes más hambre mientras más das de lactar?
Sí, muchas mujeres experimentan un aumento del hambre cuanto más tiempo dan el pecho. A medida que pasa el tiempo con la lactancia, se necesita más energía para producir la leche, por ello el hambre aumenta. Las hormonas productoras de leche, como la prolactina, que facilita la producción de leche, pueden estimular el apetito. Una buena nutrición servirá para alimentar tus necesidades energéticas, así como para aumentar tu producción de leche.
Conclusión
La lactancia tiende a aumentar el apetito porque se queman más calorías produciendo leche, y las hormonas liberadas estimulan el apetito. Por ello, debes satisfacer estas necesidades energéticas adicionales con una dieta sana y manteniéndote hidratada para mantener tanto tu salud como el crecimiento de tu bebé. Controla tu dieta, come alimentos nutritivos y mantente activa para superar las ansias de comer mientras te alimentas adecuadamente a ti misma y a tu bebé.