La lactancia se describe a menudo como una experiencia profundamente personal y emocional, pero ¿qué se siente al dar el pecho? Para muchas madres, es una experiencia íntima que entrelaza sensaciones físicas y vínculos emocionales, creando una armonía única entre madre e hijo, desde la sensación de ternura que provoca el primer enganche del recién nacido hasta el reconfortante placer de alimentar al bebé. Aunque la experiencia puede variar mucho de una madre a otra, siempre es un momento de conexión, tanto física como emocional. Tanto si se trata de una sensación de calidez y cercanía como de una incomodidad ocasional, entender qué se siente al dar el pecho puede ayudar a desmitificar el proceso y poner de relieve el hermoso y transformador vínculo que se crea.
Dar el pecho se siente bien
Amamantar a un bebé es una de las sensaciones más gratificantes para una madre. Oír y sentir cada deglución de tu bebé mientras le llenas la barriguita es terapéutico. Como madre, sé lo reconfortante que es ser la fuente de bienestar de alguien tan pequeño. Dar el pecho es algo más que una conexión física; es la conexión emocional que estableces con tu bebé desde el primer momento a través de la lactancia materna. En Reddit, una mamá llegó a decir: "Es doloroso cuando te baja la leche, y es doloroso que una piraña humana te trate como si fueras un buffet libre toda la noche. Pero no lo cambiaría por nada. ¿Que mis hijos crezcan dentro de mí y luego los alimente con mi cuerpo? Es algo increíble". — Angela H., Texas.
La lactancia puede ser dolorosa
La lactancia es una experiencia maravillosa, pero para muchas madres también puede resultar dolorosa, sobre todo en los primeros días de vida del bebé. Desde el dolor en los pezones hasta la congestión mamaria, las molestias físicas pueden ser abrumadoras. Cuando nació mi hija y sentí su enganche por primera vez, me invadieron una mezcla de emociones. Por un lado, era una satisfacción verla y darle el pecho, pero, por otro, me dolían mucho los pezones porque era la primera vez que amamantaba a un bebé. Como madre primeriza, no sabía qué hacer para aliviar el dolor. Tenía los pezones agrietados y adoloridos, y me resultaba muy difícil sobrellevarlo, pero me tomé mi tiempo y lo intenté una y otra vez hasta que dejó de dolerme. Yo pensaba: "Puedo soportar todo el dolor con tal de darle a mi hija todos los nutrientes saludables que necesita para crecer estupendamente".
Una mamá de SillyDj comentó en Reddit: "Al principio, mi hija no se enganchaba bien a mi pecho y yo no sabía cómo cogerla correctamente. Entonces, capturó mi pezón. Se negaba a abrir la boca y prefería quedarse así prendida, ja, ja. Así que durante mucho tiempo la lactancia fue muy dolorosa para mí. Pero a medida que mejoraba, creo que como mis pezones estaban muy sensibles, tenía esa sensación de comezón. Con el tiempo, esa sensación se fue convirtiendo en un suave tirón. Ahora apenas lo noto. Ahora, a los 19 meses, le doy el pecho dos veces al día y me acuesto en el sofá para desconectarme. No siento gran cosa". El dolor es pasajero, pero ser capaz de entender sus causas y encontrar formas de aliviarlo ayuda a que la etapa de la lactancia sea más llevadera.
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Tras los primeros días difíciles, la lactancia se hace más llevadera
Para prácticamente cualquier cosa, los primeros pasos suelen ser los más difíciles, y esto también ocurre con la lactancia y la maternidad. Sentirás que te duelen los pezones, tendrás que dar el pecho muy a menudo y experimentarás dolor en todo el cuerpo; se trata de una curva de aprendizaje tanto para la madre como para el bebé. Pero, con el tiempo, la lactancia se va haciendo más cómoda y menos estresante. Yo la pasé mal cuando empecé a dar el pecho a mi bebé porque no sabía cómo hacerlo correctamente. Me dolían los pezones, mi cuerpo, fue todo un desafío, pero lo superamos. Formaba parte de la hermosa travesía de la maternidad. Todo mejorará y aprenderás a lo largo del proceso.
Una madre de la Comunidad Qué esperar comentó que la lactancia se puede comparar con montar en bicicleta. Hay días en los que no supone ningún esfuerzo, en los que avanzas sin problemas y disfrutas de la calma y la belleza que te rodea manteniendo un ritmo constante. Otros días, sin embargo, las cosas se tuercen: te sientes frustrada cuando las cosas no salen como debían, como cuando te pasas un desvío, te quedas atascada o incluso te encuentras con baches inesperados por el camino. Puede ser doloroso y abrumador, e incluso hacer que te preguntes por qué tomaste ese camino. También hay momentos en los que parece más una tarea cotidiana, algo que haces simplemente para pasar el día. Los comienzos suelen ser los más difíciles, llenos de caídas y dudas, pero los momentos de tranquilidad y paz que vienen después compensan con creces.
La lactancia materna es una aventura; tiene sus altibajos, pero como mamás, siempre tenemos como prioridad dar lo mejor a nuestros hijos a pesar de las dificultades que encontramos en el camino. Verdaderamente, una madre es una superheroína.
A veces, la lactancia puede resultar estresante
La lactancia puede ser una experiencia estresante, sobre todo en las primeras semanas. Te sentirás abrumada y ansiosa, sobre todo cuando te encuentres con dificultades para dar el pecho, como problemas de enganche o congestión, o cuando empieces a preocuparte por tu producción de leche. La presión de los demás para que "lo hagas bien" aumenta el estrés, y no es raro sentir que tienes que adaptarte constantemente a las necesidades de tu bebé.
Lo que dicen los demás sobre cómo hay que hacer las cosas también aumenta ese tipo de estrés. Esperan demasiado de ti y te enseñan formas que no te funcionan. Al igual que la maternidad, la experiencia de la lactancia no es igual para todas las madres. Por eso es importante que te recuerdes a ti misma que estás haciendo todo lo que puedes y que buscar apoyo puede marcar una gran diferencia. Las asesoras de lactancia, los grupos de apoyo o incluso amigas y familiares que han dado el pecho pueden ofrecerte orientación y tranquilidad.
Y no olvides ser amable contigo misma. Esta aventura es nueva para ti, así que tómate un respiro si lo necesitas y pide ayuda. El objetivo de la lactancia es encontrar lo que funciona mejor para ti y para tu bebé, y está bien buscar el equilibrio.
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Aun así, siempre habrá problemas durante la lactancia
Muchas madres experimentan problemas durante la lactancia, incluso después de superar los obstáculos iniciales. Aunque la lactancia es un proceso natural, puede conllevar una serie de dificultades:
- Dolor en los pezones
- Baja producción de leche
- Congestión mamaria
- Obstrucción de los conductos galactóforos
- Dificultad para el enganche del bebé
Estos problemas varían de una persona a otra y de un día a otro, y eso no significa que hayas fracasado o que lo estés haciendo mal. Forma parte del proceso y es normal. La lactancia tiene sus altibajos, sobre todo a medida que el bebé crece y su alimentación también cambia.
Una mamá de Reddit compartió lo siguiente: "Durante los tres primeros meses fue agotador, doloroso y algo incómodo porque la sensación era muy intensa. Era como si me rasparan una quemadura de sol o como cuando una herida roza unos jeans ajustados. Pero con el tiempo conseguí llegar a un punto en el que ya ni siquiera lo notaba". Esta afirmación es la prueba de que todo mejorará y de que es solo parte del proceso.
Puedes combinar la extracción de leche y la lactancia materna directa
Sí, es posible combinar la extracción de leche y la lactancia directa, lo que a veces se denomina "lactancia mixta" o "lactancia combinada", una solución bastante común y práctica para la mayoría de las madres que amamantan a sus hijos. Este método te permite alimentar a tu bebé con leche materna y te ofrece cierta flexibilidad, sobre todo si debes volver al trabajo, necesitas un descanso o quieres que otras personas participen a la hora de darle de comer.
A continuación, te mostramos algunas ventajas de combinar ambos métodos:
- Flexibilidad: la extracción de leche permite que otras personas alimenten al bebé, de modo que tú puedas descansar o dejarlo al cuidado de alguien más. El sacaleches Momcozy M9 ayuda a las madres a extraerse leche cómodamente y les permite tener las manos libres. Además, su batería es de larga duración, por lo que permite hacer hasta cinco sesiones de extracción con una sola carga, lo que resulta ideal para mamás ocupadas y trabajadoras. Una sola carga es suficiente para extraer leche hasta cinco veces, lo que la convierte en la solución ideal para las madres que trabajan o tienen muchas cosas que hacer.
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- Estimulación de la producción de leche: la extracción puede ser beneficiosa para mantener o aumentar tu producción de leche cuando estás lejos de tu bebé o si te preocupa la cantidad que produces.
- Control de la ingesta: extraerte leche para dársela a tu bebé por medio de un biberón te permite controlar la cantidad que toma y, de esta forma, ayuda a los padres preocupados a llevar un control de la ingesta de leche.
Sin embargo, hay algunas consideraciones que deben tenerse en cuenta:
- Enganche y flujo de leche: ofrecer el pecho y el biberón a la vez puede provocar, a veces, la confusión entre la tetina y el pezón, sobre todo en las primeras semanas. Si piensas combinar ambas cosas, se suele recomendar que primero establezcas bien la lactancia materna antes de introducir el biberón.
- Frecuencia de extracción: la extracción de leche requiere mucho tiempo, por lo que tendrás que establecer una rutina que funcione para ti y para tu bebé. Si vas a alimentarlo con biberón, extrae la leche con la frecuencia necesaria para mantener la producción.
- Conservación y manipulación: para alimentar al bebé de forma segura, es fundamental saber almacenar correctamente la leche materna y conocer cuánto tiempo puede conservarse a temperatura ambiente, refrigerada o congelada.
Es perfectamente posible combinar la extracción de leche y la lactancia directa, y muchos padres consideran que esta práctica se adapta mejor a sus necesidades y a las de sus bebés. Sin embargo, a lo largo del camino descubrirás lo que más te conviene a ti y a tu bebé.
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Conclusión
La lactancia materna es una travesía emocional y física que estrecha los lazos entre madres y bebés, creando un vínculo de amor, consuelo y nutrición muy profundo. Aunque es una experiencia maravillosa y gratificante, la lactancia puede plantear diversos retos, como dolor en los pezones y el cuerpo, así como estrés y agotamiento. Al final, la fuerza y la resistencia de las madres brilla cuando superan estos altibajos, priorizando siempre lo que es mejor para sus hijos.
Recuerda que cada experiencia de lactancia es única y que encontrar lo que mejor funciona para ti y para tu bebé, ya sea la lactancia directa, la extracción de leche o una combinación de ambas, puede hacer que sea más satisfactoria y llevadera.