Una de las decisiones más importantes que tomarás en la vida, como madre primeriza, es la de amamantar a tu bebé. Al igual que en el embarazo, la lactancia es un acto natural, pero no necesariamente se da de forma fácil y sencilla de inmediato. Hay mucho que saber sobre la lactancia, especialmente sobre la diferencia entre el calostro y la leche materna.
¿Qué es el calostro?
El calostro es la primera leche que produce una madre justo antes e inmediatamente después de que nazca su bebé. Se le llama "oro líquido" por su color dorado y densidad en nutrientes, pues es espesa y de color amarillento y contiene una gran cantidad de nutrientes esenciales. En sus primeros días, los recién nacidos reciben de la madre todo lo que necesitan a través del aporte de proteínas, vitaminas, minerales y anticuerpos que reforzarán su inmunidad.
Esta es una de las razones por las que el calostro es tan beneficioso: gotea lentamente del pecho. Este goteo lento es deliberado: ayuda al bebé a acostumbrarse a tomar el pecho, una habilidad totalmente nueva para él. Los bebés tienen que aprender a succionar, tragar y respirar al mismo tiempo durante la lactancia. El flujo suave y lento del calostro les facilita el aprendizaje sin que se sientan abrumados. Poco abundante pero muy denso, es el alimento perfecto para que el recién nacido llene su pequeño estómago.
Características del calostro
El calostro tiene características que son únicas entre las que se incluyen las siguientes:
- Color amarillo intenso: indica que está repleta de compuestos ricos en nutrientes que proporcionan inmunidad.
- Consistencia espesa: fácilmente digerible para el recién nacido.
- Rico en proteínas y bajo en grasas: nutrientes que el cuerpo del recién nacido puede absorber fácilmente, de ahí su rápido desarrollo.
- Cargado de anticuerpos: protegerá al bebé de las infecciones y le proporcionará inmunidad.
Beneficios exclusivos del calostro y ventajas para tu bebé
- Refuerza la inmunidad: el calostro es muy rico en anticuerpos, concretamente en inmunoglobulina A (IgA), que rodean y protegen el intestino del bebé de la entrada de bacterias y virus dañinos.
- Ayuda a la digestión: contiene algunos factores de crecimiento que impermeabilizan y refuerzan el revestimiento del intestino del recién nacido para reducir las probabilidades de alergias y otros problemas digestivos.
- Favorece el crecimiento: el calostro tiene un alto contenido en proteínas para alimentar al bebé en crecimiento y aporta nutrientes esenciales que favorecen el desarrollo del cerebro y del cuerpo.
- Prepara al bebé para futuras tomas: es suave para el estómago del bebé y le ayuda a digerir mejor la leche materna.
Cómo se produce la transición de calostro a leche materna
Durante los primeros días posteriores al parto, la leche materna cambia tanto en composición como en volumen. Se distinguen tres etapas: calostro, leche de transición y leche madura.
Etapas de la leche materna
Etapa |
Descripción |
Cuándo |
Calostro |
Leche espesa, amarilla, muy rica en nutrientes y anticuerpos para ayudar a desarrollar la inmunidad en el organismo del recién nacido. |
Solo dura de 2 a 5 días después del parto. |
Leche de transición |
Aumento gradual del volumen de leche con un mayor contenido de grasa y calorías para satisfacer las crecientes necesidades del lactante. |
Entre 5 y 10 días después del parto |
Leche madura |
Más líquida, rica en nutrientes, pero con un aporte nutricional balanceado que cambia a medida que el bebé crece. |
Comienza aproximadamente a los 10-15 días después del parto y termina |
Calostro vs. otros tipos de leche materna: Principales diferencias
El calostro es un tipo de leche muy especial que se produce durante el embarazo y justo después del nacimiento del bebé. Al cabo de unos días, el calostro se transforma gradualmente en lo que se denomina "leche de transición", que es más parecida a la leche materna normal. Sin embargo, durante las primeras semanas, pequeñas cantidades de calostro siguen mezclándose con la leche para seguir contribuyendo a la salud del bebé.
Algunas de las características exclusivas del calostro, que lo diferencian de la leche materna regular, son:
- Ayuda a reforzar el sistema inmune del bebé gracias a unas proteínas específicas llamadas inmunoglobulinas, que estimularán el sistema de defensas del bebé y lo protegerán frente a infecciones y enfermedades.
- Contiene el doble de proteínas que la leche materna normal. El organismo del recién nacido aprovecha fácilmente estas proteínas para su crecimiento y curación.
- Rico en zinc: contiene el cuádruple de zinc que la leche materna normal, gracias a lo cual tu bebé reforzará su sistema inmune y su desarrollo.
- Bajo en grasas y azúcares: al tener menos grasa y azúcar que la leche materna normal, es más fácil de digerir para el estómago del recién nacido durante los primeros días.
- Más espeso y de color amarillo: todos los nutrientes adicionales hacen que el calostro sea más espeso y de un color amarillento. Por lo tanto, no puede parecerse a la leche materna normal, que es más fina y de consistencia más acuosa.
Calostro vs. Leche de transición
- El calostro es espeso, rico en anticuerpos y se produce en pequeñas cantidades; es perfecto para el pequeño estómago de un recién nacido.
- La leche de transición tiene más grasa y lactosa, lo que aporta calorías para un crecimiento rápido.
Calostro vs. Leche madura
- El calostro es muy rico en nutrientes y excelente para el desarrollo de inmunidad.
- La leche madura es más fluida y tiene un aspecto más acuoso, y se caracteriza por ser una mezcla equilibrada de nutrientes e hidratación.
En resumen, el calostro está pensado para que el recién nacido tenga un comienzo saludable, ya que aporta nutrientes esenciales, además de protección inmunológica, incluso al nacer.
Consejos sobre cómo alimentar al bebé con calostro
En los primeros días, el calostro proporciona la nutrición y la protección inmunológica perfectas. Aquí tienes algunos consejos para alimentar a tu bebé con calostro:
- Para ayudar a estimular la producción de leche, empieza a dar el pecho en la primera hora después del nacimiento.
- Los recién nacidos necesitan alimentarse a menudo porque sus estómagos son pequeños. Procura darle el pecho entre 8 y 12 veces en 24 horas.
- Si el bebé no se engancha al pecho, puedes extraer el calostro a mano. En realidad, la extracción manual es más fácil que utilizar el sacaleches en las primeras etapas.
Desafíos en los inicios de la lactancia materna
Empezar a dar el pecho puede plantear algunos problemas comunes. A continuación se detallan algunos de estos problemas y cómo afrontarlos:
- Problemas de enganche: el bebé no se engancha correctamente desde el principio, lo que puede provocar dolor. Los padres sufren buscando la causa, que puede ser desde la aparición de los dientes hasta un cambio de rutina o incluso una enfermedad, entre otras muchas cosas.
Solución: utilizar distintas posturas para dar el pecho y, después, acudir a un experto en lactancia.
- Pezones adoloridos: se trata de uno de los problemas más frecuentes que afectan la lactancia materna. Se manifiesta como un bulto doloroso y sensible en el pecho y se produce cuando la leche se atasca en uno de los conductos galactóforos y no puede salir.
Solución: se puede utilizar crema de lanolina. Si el dolor persiste, acude a un experto en lactancia.
- Miedo de no producir suficiente leche: algunas madres se preocupan ante la posibilidad de no estar produciendo suficiente leche.
Solución: da el pecho con frecuencia, bebe mucha agua y no dudes en pedir ayuda si la necesitas.
- Infección por hongos: las infecciones por hongos también pueden aparecer en los pezones o en el tejido mamario. Esto suele causar dolor, enrojecimiento y, a veces, picor o ardor durante la lactancia o justo después de dar el pecho.
Solución: en el caso de las infecciones fúngicas, que suelen ser causadas por hongos levaduriformes, es importante que acudas a un especialista, ya que tanto tú como tu bebé necesitan recibir tratamiento. Evita las infecciones manteniendo los pezones secos, cambiando a menudo los discos absorbentes y esterilizando todo lo que entre en contacto con los pechos, como las piezas del sacaleches o los chupones. Si notas una sensación de quemazón o enrojecimiento, acude pronto a consulta antes de que empeore.
- Cansancio: atender a un recién nacido puede ser agotador. En esos momentos en los que se siente que ya no queda energía para nada más en este mundo, la lactancia se vuelve muy agotadora porque la madre se encuentra extremadamente cansada después de tantas tomas y noches de insomnio constante.
Solución: intenta descansar siempre que puedas, incluso dormir la siesta con tu bebé. Busca el apoyo de tus amigos o familiares para que te ayuden en las tareas domésticas o en el cuidado del bebé. Puede ser una opción que te extraigas leche para que el bebé pueda alimentarse también con biberón, aumentando así el tiempo de descanso para ti.
- Sentimientos de tristeza o depresión: entre los altibajos que atraviezan las madres primerizas, la tristeza -incluso la depresión- suele estar presente. A veces, estas emociones hacen que la lactancia y otras nuevas responsabilidades parezcan demasiado.
Solución: si sientes esa tristeza o depresión, busca a alguien cercano o a un profesional que pueda ayudarte. Muchas mujeres se sienten igual poco después del parto; por lo tanto, tú no eres diferente. Los grupos de apoyo o las comunidades online y, a veces, hablar con otras madres sobre lo que estás experimentando te reconfortará y obtendrás su apoyo.
- Lidiar con las críticas: no todo el mundo aprobará tu decisión de amamantar, y las opiniones de terceros, incluso las críticas, pueden complicar las cosas. A veces, tener confianza en tu decisión de amamantar te ayudará; sin embargo, muchas de estas críticas son bastante llevaderas.
Solución: recuerda que la decisión de dar el pecho es tuya y es lo mejor para ti y para tu bebé. Busca amigos, familiares o un grupo local de lactancia con los que puedas relacionarte sobre el tema. Debes ser libre de establecer tus límites con las personas que no sean muy positivas respecto a tu elección, ya que, al fin y al cabo, estás dando a tu bebé un impulso de vida y bienestar desde el momento en que le das el pecho.
- Congestión: los pechos pueden sentirse muy llenos o doloridos, especialmente con la transición de la leche.
Solución: las compresas calientes o el Momcozy M9 pueden ayudar. El sacaleches Momcozy M9 tiene ajustes regulables y es manos libres. Para las madres que necesitan un poco más de ayuda para conseguir que sus bebés se enganchen correctamente, el M9 resulta muy fácil de usar.
Preguntas frecuentes sobre las diferencias entre el calostro y la leche materna
- ¿El calostro es mejor que la leche materna?
El calostro no es "mejor" que la leche materna; simplemente se ha creado para desempeñar una función diferente en los primeros días de vida del bebé. Es muy rico en factores que refuerzan el sistema inmune y es el más adecuado para esos primeros días, momento en el que la leche materna se adapta para nutrir al bebé durante meses.
- ¿Cómo sé si es leche materna o calostro?
El calostro es espeso y amarillento; con el paso de los días, cambia a una leche más blanca y fluida. La leche espesa y amarillenta de los primeros días es calostro.
- ¿Cuándo se convierte el calostro en leche materna?
Por lo general, el calostro se convierte en leche de transición entre los 3 y 5 días después del parto, y la leche madura se produce hacia las dos semanas.
- ¿Es suficiente el calostro hasta la aparición de la leche?
En efecto, ¡el calostro es suficiente! Tiene todos los nutrientes necesarios para un recién nacido hasta que aumente la disponibilidad de volumen. Incluso una pequeña cantidad de calostro proporcionará la nutrición necesaria y protección al sistema inmune.
Conclusión
En resumen, el calostro es el primer alimento perfecto de la naturaleza, lo único que necesitas para satisfacer todas las necesidades del recién nacido en sus primeros días de vida. Conocer las diferencias entre el calostro y la leche materna te dará la confianza suficiente para seguir amamantando a tu bebé y satisfacer sus necesidades. Con el apoyo adecuado, podrás afrontar cada etapa y superar cada reto para garantizar una lactancia sana y satisfactoria tanto para ti como para tu bebé.