¿Te preguntas por qué tus pezones se ponen blancos cuando das el pecho? Esa palidez, conocida como blanqueamiento del pezón, al igual que el doloroso vasoespasmo del pezón, pueden sorprenderte y resultar muy incómodos. Ambos trastornos están relacionados con cambios en el flujo sanguíneo que llega al pezón, pero se ven y se sienten de forma distinta. En este artículo, develaremos las causas que hacen que tu pezón se vuelva blanco después de dar el pecho, cómo diferenciar entre el blanqueamiento y el vasoespasmo, y qué puedes hacer para aliviar las molestias y volver a sentirte bien.
¿Por qué se me pone blanco el pezón después de dar el pecho?
Si tu pezón se vuelve blanco después de dar el pecho, puede deberse a un blanqueamiento o a un vasoespasmo. En ambos casos se produce una interrupción del flujo sanguíneo hacia el pezón, pero difieren en cuanto a su intensidad, factores desencadenantes y causas subyacentes.

¿Qué es el vasoespasmo del pezón?
El vasoespasmo del pezón es una patología dolorosa que se produce cuando los vasos sanguíneos del pezón se contraen repentinamente, reduciendo el flujo de sangre en la zona. Esta constricción puede causar un dolor intenso y un cambio de color en el pezón. Los vasoespasmos suelen desencadenarse durante las tomas o incluso por factores ambientales como el frío. Aunque el vasoespasmo del pezón está relacionado con la lactancia, también puede producirse durante el embarazo o entre tomas, incluso cuando no se está amamantando.
¿Cuáles son los síntomas del vasoespasmo del pezón?
Los síntomas del vasoespasmo del pezón son distintos y normalmente más intensos que los del blanqueamiento. Entre ellos están los siguientes:
- El vasoespasmo del pezón suele describirse como un dolor agudo, urente o punzante. El dolor puede aparecer inmediatamente después de dar el pecho o entre tomas, especialmente cuando el pezón está expuesto al aire frío o bien después de una toma cuando el pezón está mojado y expuesto a ambientes fríos.
- El pezón puede volverse blanco al restringirse el flujo sanguíneo y luego cambiar a azul, morado o rojo cuando la circulación vuelve a la normalidad. Este cambio de color suele ser un signo distintivo de esta patología.
- El dolor suele empeorar al exponerse a ambientes fríos, como al salir a la calle con una brisa fría o al pasar de una habitación caliente a otra más fría.
- El dolor puede durar desde unos segundos hasta varias horas, dependiendo de la gravedad del vasoespasmo y de la causa subyacente.
- Tras el dolor inicial, es posible que notes una sensación pulsátil o de entumecimiento a medida que la sangre vuelve a la zona.
¿Cuáles son las posibles causas del vasoespasmo del pezón?
Existen varias causas posibles del vasoespasmo del pezón, que van desde factores anatómicos hasta desencadenantes externos. Las más comunes son:
- El síndrome de Raynaud es una enfermedad que hace que los vasos sanguíneos de las extremidades (dedos de las manos y de los pies) se contraigan en respuesta al frío o al estrés. Las mujeres con antecedentes familiares de esta enfermedad o que ya la padecen en los dedos de las manos y de los pies son más propensas a desarrollar vasoespasmos en los pezones.
- Un enganche incorrecto o un pezón lastimado por la lactancia también pueden desencadenar vasoespasmos. Un enganche superficial o una posición inadecuada pueden causar fricción e irritación en el pezón, lo que provoca vasoespasmos como respuesta secundaria al traumatismo. Aplicar una crema para pezones después de dar el pecho puede ayudar a calmar y proteger esta delicada zona, proporcionando la comodidad necesaria y favoreciendo la curación.

- Las bajas temperaturas son uno de los principales desencadenantes del vasoespasmo. La vasoconstricción que se produce en respuesta al frío puede extenderse a los vasos sanguíneos de los pezones, provocando dolor y cambios de color. Esto puede ocurrir después de dar el pecho, cuando el pezón se expone a un aire más frío o cuando la madre entra a un ambiente con baja temperatura.
- Ciertas enfermedades autoinmunes, como la artritis reumatoide, el lupus o el hipotiroidismo, pueden aumentar la probabilidad de que se produzca un vasoespasmo. Estos trastornos pueden afectar los vasos sanguíneos y aumentar su sensibilidad a factores ambientales como el frío o el estrés.
- Las fluctuaciones hormonales, sobre todo durante el embarazo o el posparto, pueden influir en el flujo sanguíneo y contribuir al vasoespasmo. Las mujeres con antecedentes de trastornos hormonales tienen más probabilidades de desarrollar esta condición.
- Algunos medicamentos, sobre todo los que tienen un efecto vasoconstrictor (como los anticonceptivos orales que contienen estrógenos), pueden contribuir a los vasoespasmos. La cafeína, la nicotina y algunos descongestionantes, como la pseudoefedrina, también pueden desencadenar o empeorar los vasoespasmos al estrechar los vasos sanguíneos.
- Un enganche o una posición inadecuados al dar el pecho pueden causar traumatismos o compresión del pezón, lo que puede provocar vasoespasmos. Los bebés con anquiloglosia u otros trastornos que dificultan la lactancia pueden causar traumatismos en el pezón, lo que aumenta el riesgo de sufrir vasoespasmo.
¿Qué es el blanqueamiento del pezón?
El blanqueamiento del pezón hace referencia a la coloración blanquecina o pálida de esta zona después de dar el pecho. Suele ocurrir cuando el flujo sanguíneo al pezón se restringe momentáneamente, por lo general debido a la compresión. El pezón puede parecer deformado, aplanado o alargado cuando el bebé termina de tomar el pecho. Por lo general, se debe a que el pezón se aprieta o comprime durante la lactancia, lo que reduce temporalmente el riego sanguíneo. A diferencia del vasoespasmo, el blanqueamiento del pezón suele resolverse rápidamente una vez que se restablece la circulación en el pezón.
¿Cuáles son los síntomas del blanqueamiento del pezón?
Los síntomas del blanqueamiento del pezón incluyen:
- Pezón blanco o pálido: el pezón se torna blanco o pálido inmediatamente después de dar el pecho y puede parecer deforme, aplanado o alargado, similar a la punta de un lápiz labial.
- Dolor o molestias: es posible que experimentes un dolor sordo o agudo cuando la circulación vuelve al pezón después de dar el pecho. Este dolor suele durar entre unos segundos y un par de minutos.
- Pezón deforme: el pezón puede tener un aspecto aplanado, arrugado o puntiagudo. Esto suele deberse a la compresión, que altera la forma temporalmente.
- Franja o línea blanca: algunas mujeres notan una franja blanca distintiva que atraviesa el pezón y que desaparece cuando se restablece el flujo sanguíneo.
¿Cuáles son las posibles causas del blanqueamiento del pezón?
El blanqueamiento del pezón suele estar relacionado con un enganche incorrecto o con la compresión del pezón durante la lactancia. Entre las causas más comunes se incluyen las siguientes:
- Un enganche incorrecto, lo que significa que el bebé no se lleva suficiente areola a la boca, haciendo que aumente la presión sobre el pezón y que se reduzca el flujo sanguíneo.
- Si el flujo de leche es demasiado rápido, el bebé puede apretar el pezón para controlarlo, haciendo que se comprima y palidezca.
- Los bebés con frenillo corto (anquiloglosia) pueden tener dificultades para engancharse bien al pecho, lo que también puede provocar su compresión.
- Ciertos problemas orales o del paladar del bebé pueden interferir con el enganche y comprimir el pezón.
- Cualquier traumatismo en el pezón debido a un mal enganche o a una posición incorrecta puede provocar blanqueamiento. Esto también puede ocurrir si la succión del bebé es demasiado fuerte o descoordinada.
- Algunos bebés aprietan el pezón para frenar un flujo de leche rápido, lo que también puede provocar su blanqueamiento.
Cómo tratar y controlar el blanqueamiento del pezón y el vasoespasmo
Tanto el blanqueamiento del pezón como el vasoespasmo pueden tratarse abordando sus causas principales. A continuación encontrarás algunas estrategias para el tratamiento de ambas afecciones:
- Mejora el enganche y la posición del bebé. Asegúrate de que el bebé se enganche bien al pecho, agarrando tanto el pezón como parte de la areola. De este modo, se evita la compresión del pezón. Si tienes problemas con el enganche o la posición, consulta a un experto en lactancia para que te ayude a realizar los ajustes necesarios y evitar daños en el pezón y el blanqueamiento.
- Controla el flujo de leche. Si tienes un flujo de leche muy rápido, prueba distintas posturas para amamantar que te ayuden a hacerlo más lento, como la posición recostada, en la que te reclinas ligeramente mientras das el pecho.
- Compresas calientes o aplicación de calor. Utilizar una compresa caliente sobre el pezón después de dar el pecho puede ayudar a favorecer el flujo sanguíneo y aliviar las molestias. Esto es especialmente útil tanto para el blanqueamiento como para el vasoespasmo. Para ello, puedes utilizar toallas calientes o invertir en compresas especiales para lactancia, como las compresas de vapor caliente Momcozy. Estas almohadillas están diseñadas para aliviar los pezones doloridos y lastimados y reducir los efectos del blanqueamiento y el vasoespasmo proporcionando calor suave y específico a las zonas afectadas.
- Evita la exposición al frío. Las bajas temperaturas pueden desencadenar o exacerbar los vasoespasmos, por lo que es importante mantener los pezones calientes. Después de dar el pecho, evita dejar los pezones al aire en una habitación fría. En su lugar, cúbrelos inmediatamente o utiliza una compresa caliente.
- Masajea y humecta. Después de una sesión de lactancia, masajea suavemente el pezón y la areola para estimular la irrigación sanguínea. Algunas mujeres consideran que masajear con aceite de oliva puede aliviar las molestias y prevenir daños mayores. Para un mayor alivio, puedes utilizar un masajeador de lactancia, como el masajeador de lactancia con vibración y calor de Momcozy, que potencia el efecto calmante al proporcionar una suave vibración y calor para favorecer la circulación y aliviar la tensión.
- Utiliza discos absorbentes. También puedes utilizar almohadillas suaves que absorban el exceso de leche y mantengan los pezones secos. Los discos de lana son especialmente eficaces para mantener los pezones calientes, lo que puede ayudar a prevenir tanto el blanqueamiento como el vasoespasmo.
- Mantente abrigada. Asegúrate de que tanto tú como tu bebé se encuentren en un ambiente cálido durante la toma. Ponte varias capas de ropa o utiliza una almohadilla térmica sobre los hombros para mantenerte abrigada.
- Evita los desencadenantes. Evita la cafeína, la nicotina o cualquier otra sustancia de efecto vasoconstrictor que pueda empeorar el vasoespasmo. Pueden afectar la circulación sanguínea y agravar la enfermedad.
- Consulta a tu médico. Si el blanqueamiento o el vasoespasmo persisten, acude al médico. Es posible que te recomiende tratamientos como el ibuprofeno o suplementos específicos (por ejemplo, magnesio, calcio o complejo vitamínico B) para mejorar la circulación.
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Preguntas frecuentes
¿Por qué mi pezón se pone blanco después de dar el pecho a mi bebé?
Cuando un pezón se vuelve blanco después de amamantar, puede ser un signo de blanqueamiento del pezón. Esto ocurre cuando el flujo sanguíneo a dicho órgano se restringe temporalmente debido a la compresión que se produce durante la toma. Por lo general, desaparece cuando se restablece la circulación.
¿Por qué mi pezón queda plano después de dar el pecho?
Un pezón plano después de dar el pecho puede deberse a un enganche poco profundo o a una succión inadecuada durante la toma. En estos casos, la compresión puede provocar que el pezón se aplane o se deforme. Para evitarlo, es importante mejorar el enganche y asegurar una correcta sujeción.
¿Qué significa que el pezón se ponga morado después de dar el pecho?
Un pezón morado después de dar el pecho puede indicar una forma más grave de vasoespasmo. Se trata de una patología en la que los vasos sanguíneos se contraen, lo que provoca una restricción del flujo sanguíneo. Esto hace que el pezón se ponga morado o azulado y que el dolor persista más tiempo que en el caso del blanqueamiento.
¿Por qué tengo las puntas de los pezones blancas y adoloridas?
Las puntas de los pezones blancas y adoloridas pueden deberse a un blanqueamiento del pezón o a un vasoespasmo. El blanqueamiento del pezón suele deberse a la compresión durante la toma, mientras que el vasoespasmo provoca un dolor más intenso, acompañado de ardor, y un cambio de color blanco a azul y luego a rojo debido a la mala circulación sanguínea.
¿Cómo puedo prevenir o tratar un pezón blanco después de dar el pecho?
Para tratar un pezón blanco, es importante mejorar el enganche y la posición durante la toma. Si el pezón se pone blanco, procura mantenerlo caliente después de la toma utilizando una compresa caliente Momcozy para ayudar a restablecer el flujo sanguíneo. Evita exponer los pezones al frío y masajéalos con aceite de oliva para aliviar el dolor.

¿Cuál es la causa de la leche pegajosa?
La leche pegajosa puede producirse cuando la leche materna se espesa, debido por lo general a una baja producción, deshidratación o extracción prolongada. También puede deberse a heridas en el pezón o a una infección. Si la leche pegajosa va acompañada de dolor u otros síntomas, consulta a un especialista en lactancia o a tu médico.
¿Cómo afecta el vasoespasmo del pezón a la lactancia?
El vasoespasmo del pezón durante la lactancia es una afección en la que los vasos sanguíneos se contraen, lo que provoca un dolor agudo y urente así como cambios de color en el pezón (blanco, azul, rojo). Es más frecuente en mujeres con fenómeno de Raynaud, y la exposición al frío puede exacerbar los síntomas. El vasoespasmo del pezón puede producirse inmediatamente después de la lactancia o cuando hace frío.
¿Cómo puedo aliviar un pezón blanco o frío después de dar el pecho?
Para aliviar un pezón blanco o frío, aplica calor inmediatamente después de dar el pecho. Para ello, puedes utilizar una compresa caliente Momcozy o un paño caliente. Mantener los pezones cubiertos y calientes previene el vasoespasmo y ayuda a restablecer la circulación. Evita los ambientes fríos e intenta darte masajes suaves para aliviar las molestias.
¿Qué debo hacer si noto una costra amarilla en el pezón?
La aparición de una costra amarilla puede ser un signo de daño en el pezón o de una posible infección, como candidiasis o mastitis bacteriana. Es importante limpiar la zona con cuidado y consultar a tu médico si la costra persiste o se asocia a otros síntomas como dolor, enrojecimiento o hinchazón.
¿Por qué tengo el pezón blanco después de extraerme leche?
Un pezón blanco después de la extracción puede deberse a una succión excesiva o a una técnica de extracción deficiente, que comprime el pezón y restringe el flujo sanguíneo. Si sueles tener los pezones blancos después de extraerte leche, comprueba los ajustes del sacaleches y consulta a un especialista en lactancia para mejorar tu técnica.
¿Cuáles son las recomendaciones para tratar el blanqueamiento del pezón al dar el pecho?
- Asegúrate de que el bebé se engancha bien al pecho y de que no comprime demasiado el pezón.
- Utiliza compresas calientes (como la compresa caliente Momcozy) después de dar el pecho.
- Evita exponer los pezones al aire frío y opta por usar protectores de lana para mantenerlos calientes.
- Masajea suavemente el pezón para restablecer la circulación después de la toma.
Resumen
El blanqueamiento del pezón y el vasoespasmo pueden resultar un poco preocupantes, pero entender en qué consisten y cómo tratarlos puede marcar la diferencia. Ya sea mejorando el enganche, controlando el flujo de leche o manteniendo el calor, existen medidas sencillas que puedes adoptar para aliviar las molestias y hacer que la lactancia materna sea una experiencia más placentera. Si el problema persiste, no dudes en consultar a tu médico para que te oriente sobre el mejor tratamiento.
