Cuidados posparto: Una guía sencilla para mamás primerizas

Postpartum Vaginal Care: A Simple Guide for New Moms

Acabas de tener a tu bebé y recuerdas que en las clases de preparación al parto no se habló casi nada sobre el cuidado de la zona vaginal o perineal. La enfermera del hospital te explicó rápidamente cómo mantener la zona perineal limpia y te envió a casa con una botellita para que te rocíes con agua tibia «ahí abajo», pero seamos sinceras: estabas concentrada en tu bebé y no en sus indicaciones.

El dolor y las molestias después del parto no son algo que puedas ignorar después de tener un parto natural. Incluso las mamás que dieron a luz por cesárea experimentan sangrado y secreciones vaginales. Todas las que acaban de pasar por el nacimiento de su bebé tendrán pronto su primer periodo posparto, acompañado de cólicos y dolor en la pelvis. Por eso, el cuidado del perineo no termina cuando termina el embarazo. Ahora, cuidar esa zona se convierte en parte esencial del tratamiento que te ayudará en tu recuperación posparto.

¿Cuáles son las posibles causas del dolor y las molestias vaginales después del parto?

Seamos honestas, el parto puede comprometer de una forma un poco grave los tejidos del perineo y la vagina. El proceso de recuperación puede tardar hasta seis semanas. Durante este tiempo, es normal experimentar síntomas como sangrado vaginal, dolor intenso, hinchazón o secreción vaginal de color blanca, también conocida como los loquios.

Cuando tienes un parto natural, la abertura vaginal se estira al límite para poder expulsar a tu bebé del útero. Ese estiramiento de los músculos y tejidos pélvicos provoca dolor, sensibilidad e hinchazón, además de un aumento considerable del flujo sanguíneo durante el parto. Tampoco nos olvidemos de los cambios hormonales que atraviesa todo tu cuerpo durante este momento. A medida que tu cuerpo se recupera, estas molestias van disminuyendo y esa sensación de ardor o tirantez también se calma. Dar a luz no fue fácil, ¡y recuperarte después del parto tampoco lo es que digamos!

Postpartum belly

Episiotomía y desgarro perineal

Es posible que te hayan realizado una episiotomía, es decir, una pequeña incisión entre la vagina y el ano, antes del parto. El obstetra hace esta incisión para ampliar el espacio y facilitar la salida del bebé, de forma que se reduzca la presión sobre su cuerpo. A veces, las mamás pueden tener desgarros perineales incluso si se les realiza la episiotomía. Generalmente, el médico sutura los cortes o desgarros en de la primera hora después de que la mamá dio a luz. Los puntos de sutura suelen ser de tipo absorbible, por lo que se disuelven solos. Y puede que haya algo de sangrado debido al aumento del flujo sanguíneo en esa zona.

Durante las semanas siguientes, es posible que debas evitar ciertas actividades mientras los cortes provocados cicatrizan. Tu obstetra o partera te dará las indicaciones necesarias respecto al cuidado de la zona.

Sequedad vaginal

La piel seca en la zona de la vagina después del parto es totalmente normal. Las mamás que deciden amamantar suelen experimentar esta sequedad con más frecuencia, ya que suelen tener niveles de estrógeno más bajos que aquellas mamás que no dan de lactar. Estos cambios hormonales provocan la sequedad vaginal. Sin embargo, lo habitual es que mejore entre los tres y seis meses después del parto, cuando las hormonas vuelven a equilibrarse.

Sangrado vaginal

El sangrado posparto ocurre en casi todos los partos, haya sido natural o por cesárea, incluso si no te realizaron una episiotomía. Al principio, el sangrado suele ser de un color rojo intenso, pero con el tiempo se aclara y el flujo disminuye. Esta secreción se llama loquios y, en algunos casos, puede volverse más espesa y de color blanquecino, similar al requesón. Tiene un olor particular que a veces puede confundirse con una infección por hongos, aunque no lo sea.

Los loquios son una mezcla de glóbulos blancos, tejido, sangre y mucosidad. Las mamás que dan de lactar suelen tener esta secreción antes que otras mamás y con mayor intensidad, ya que al dar el pecho o extraer leche, el útero es forzado a contraerse. Estas contracciones ayudan al cuerpo a renovar el revestimiento interno del útero más rápido después del parto.

Orina y evacuaciones

Al principio del periodo posparto, algo tan común como orinar o hacer popó puede resultar doloroso. La zona ha pasado por mucho, así que hacer pipí o popó no será tan sencillo como lo era antes de dar a luz. Muchas mujeres experimentan incontinencia urinaria durante el embarazo, y en algunos casos, puede continuar después del parto.

Sentir ardor al orinar o molestias al evacuar es bastante común, ya que estos órganos están muy cerca de la vagina. Algunos analgésicos pueden causar estreñimiento, por lo que conviene reducir su uso poco a poco cuando tu médico te lo indique.

Mantener limpias las heridas o desgarros de la zona perineal es fundamental, así que es importante que protejas bien la zona vaginal como mamá primeriza. A continuación, veremos algunos consejos para cuidar el perineo después del parto.

Postpartum care and exercise

Consejos para cuidar la zona perineal después del parto

Evitar infecciones en la zona perineal es fundamental para una buena recuperación. Aquí tienes algunos consejos para cuidar esta zona después del parto.

  • Después de ir al baño, puedes llenar un baño de asiento o recipiente con agua tibia y usarla para enjuagar la zona perineal. También puedes llenar una botellita con agua tibia y rociarla suavemente sobre la zona para aliviar la molestia y mantenerla limpia. Este método ayuda a reducir la irritación y calma los tejidos sensibles de la vagina.
  • Durante la recuperación, es común sentir irritación, dolor o picazón «ahí abajo», además del malestar de las incisiones y las molestias causadas por las contracciones del útero. Un baño de asiento o la acción de enjuagarte con agua usando una botellita ayudan a aliviar el dolor y la picazón durante las primeras semanas después de dar a luz. Asegúrate de secar la zona con suaves toques, sin frotar, para evitar más irritación.
  • Al terminar de orinar o defecar, límpiate de adelante hacia atrás con delicadeza. Así evitarás que las bacterias del ano pasen a la vagina y puedan causar una infección en los puntos o desgarros.
  • Cuando estés haciendo tus necesidades, puedes colocar una toalla sanitaria de maternidad limpia sobre la herida para aliviar la presión que haces al evacuar. Si sufres de estreñimiento, consulta con tu médico sobre el uso de ablandadores de heces o laxantes suaves para facilitar la evacuación.
  • Si usas ropa interior y toallas sanitarias, tu médico podría recomendarte que te quites ambas por unos 10 minutos y te recuestes para que la zona perineal respire un poco.
  • Lava la zona perineal con un jabón suave, que no irrite la piel, y evita usar detergentes fuertes para lavar tu ropa.
  • Mantente bien hidratada. Tomar suficiente agua ayuda a mejorar la resequedad de la piel desde el interior.
  • Haz caminatas cortas para estirar las piernas. El aire fresco puede ayudarte a distraerte del dolor.
  • Puede que te interese consultar con tu médico el uso de compresas de hamamelis como opción de remedio natural para tratar la picazón. Esta planta tiene propiedades calmantes y cicatrizantes que ayudan a reducir la picazón y el dolor vaginal, y el riesgo de infección. Puedes usarlas en lugar del papel higiénico para limpiar suavemente la zona.

Después de unas semanas, los cortes o puntos deberían estar completamente cicatrizados, disminuyendo el riesgo de infección. Habla con tu obstetra o ginecólogo sobre cómo va tu proceso de recuperación para asegurarte de que todo ande bien.

¿Cómo puedo aliviar la hinchazón y el dolor vaginal después del parto?

Según Mayo Clinic, hay varias formas de aliviar la hinchazón y el dolor vaginal después del parto. Aquí te compartimos algunas recomendaciones:

  • Siéntate sobre un cojín o almohada circular posparto para reducir la presión en la zona perineal y aliviar el dolor posparto.
  • Aplica compresas frías sobre la zona perineal. En un artículo, algunas mamás cuentan que, en el hospital, las enfermeras les daban pañales de bebé llenos de hielo para que cumplan el mismo propósito que las compresas.
  • Coloca un paño frío empapado en hamamelis entre el perineo y la toalla sanitaria que estás usando para aliviar la molestia en la zona.
  • Consulta con tu médico si puedes tomar un analgésico o antiinflamatorio de venta libre para reducir el dolor y la inflamación.

¿Qué cambios tiene la vagina después del parto?

Un parto natural puede debilitar y estirar los músculos del suelo pélvico. Como estos músculos sostienen el útero, la vejiga y el recto, es normal que algunas mamás experimenten pequeñas pérdidas de orina, que se conocen como incontinencia.

Para fortalecer estos músculos, prueba los ejercicios de Kegel. Consiste en apretar los músculos de la zona vaginal durante 3 a 5 segundos, y luego relajarlos por otros 5 segundos. Haz de 10 a 15 repeticiones seguidas, tres veces por día.

El sangrado puede durar unas semanas y puede ser más intenso si amamantas a tu bebé. Esta intensidad es una respuesta del cuerpo a la estimulación que ocurre al dar el pecho o extraer leche. El útero se contrae y ayuda al cuerpo a eliminar el revestimiento interno del útero, preparándose para regenerarlo.

Las hemorroides son otro problema común durante el embarazo y el periodo posparto. Se trata de venas inflamadas en la zona anal que aparecen al hacer esfuerzo ocasionado, en este caso, al dar a luz de forma natural o al tener una evacuación dolorosa.

Es posible que sientas miedo de ir al baño debido al dolor causado por las hemorroides o al riesgo de que se vuelvan a abrir las heridas de la abertura vaginal. Tu médico puede recomendarte un ablandador de heces para mantener el tránsito intestinal suave y evitar el estreñimiento. También puedes incluir más fibra, cereales integrales y agua en tu dieta para facilitar la digestión.

¿Cuándo debo buscar atención médica por molestias vaginales posparto?

Hablemos de algunos signos que indican que deberías acudir con un médico durante tu recuperación posparto.

  • Sangrado abundante: Empapas más de una toalla sanitaria grande por hora o expulsas coágulos grandes de forma continua. El sangrado posparto debe parecerse a una menstruación fuerte, pero no debería pasar de eso.
  • Flujo con mal olor o fiebre: Si los loquios huelen muy fuerte o tienes fiebre, puede ser señal de infección. Busca atención médica de inmediato.
  • Dolor persistente: Si el dolor vaginal continúa más de seis semanas, coméntalo con tu médico. Infórmale también si has estado tomando analgésicos o antiinflamatorios para aliviar el dolor e hinchazón.
  • Dolor al tener relaciones sexuales: Si sientes dolor incluso meses después de haberte recuperado, habla con tu ginecólogo. Existen tratamientos que pueden ayudarte a recuperar el placer en tu vida sexual.

Productos y consejos que te ayudarán en tu recuperación posparto

¡Momcozy está contigo!

La recuperación posparto no tiene por qué ser tan complicada. ¡Momcozy tiene los productos que necesitas para hacer esta etapa mucho más cómoda y llevadera!

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Reflexiones

El periodo posterior al parto es un momento para conectar con tu bebé y cuidarlo, pero también para cuidar de ti. Es normal que el dolor, la irritación en la zona vaginal o las molestias por un desgarro o una episiotomía hagan esta etapa más difícil. Conocer de antemano qué puede suceder y cómo cuidarte te ayudará a vivir esta experiencia con más. Recuerda que cuidarte a ti misma es importante. Esperamos que estos consejos para la recuperación posparto te ayuden a sobrellevar esta etapa de forma efectiva y que contribuyan a tu bienestar en general.

 

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