Leche materna vs. leche de vaca - Comparación de su valor nutricional

Breast Milk VS. Cow Milk - Nutritional Value Comparison

Leche materna vs. leche de vaca. Decidirse por una de ellas forma parte de la aventura de ser madre. Incluso antes de que nazca tu bebé, es posible que ya te lo plantees. ¿Has decidido no dar el pecho? En ese caso, ¿crees que la leche de vaca aportará a tu bebé los nutrientes que necesita? Muchas personas te dirán que no. Y seguro que te preguntas por qué.

Aquí te lo explicamos. Sigue leyendo para saber más sobre las diferencias entre la leche materna y la leche de vaca, así como el valor nutricional de ambas.

Leche materna: el alimento ideal para los recién nacidos

A mother breastfeeding an infant.

La leche materna es la mejor opción para tu bebé, sobre todo si aún no ha cumplido los 6 meses. De hecho, se recomienda que los recién nacidos sean alimentados exclusivamente con leche materna. Seguro que lo has oído cientos de veces y, si no, esta no será la última.

La pregunta es: ¿por qué? ¿Existe una explicación científica o se trata de una creencia carente de fundamento? Veamos.

El alimento perfecto de la naturaleza

La composición de la leche materna está diseñada para proporcionar al bebé los nutrientes que necesita. Su ventaja con respecto a la leche de vaca es que tiene en cuenta factores adicionales no contemplados. De hecho, la leche materna es tan compleja que su composición cambia mientras estás dando el pecho.

La leche extraída al principio de la sesión de lactancia se conoce como "leche inicial". Esta leche, con un alto contenido en lactosa, sacia la sed del bebé. La leche extraída hacia el final de la sesión se denomina "leche final" y contiene más grasas, que le aportan nutrientes esenciales.

Diferencias en la composición

La leche materna también tiene un contenido menor en proteínas que la leche de vaca. A primera vista, puede parecer que eso hace que la leche de vaca sea mejor. Sin embargo, un mayor contenido en proteínas supone un mayor esfuerzo para los riñones del bebé.

No obstante, no es necesario que tenga un alto contenido proteico. Los bebés humanos no crecen tan rápido como los terneros. Por lo tanto, no necesitan muchas proteínas para cubrir sus necesidades energéticas. Más bien, dependen principalmente de la grasa y los carbohidratos presentes en la leche humana para obtener la energía que necesitan.

Hay que añadir que las proteínas de la leche se dividen en dos fracciones principales: la proteína del suero y la caseína. La leche materna contiene menos caseína, lo que es muy positivo, ya que es una molécula difícil de digerir.

¡Pero eso no es todo! Diversos estudios han descubierto que la alfa-lactoalbúmina, otra proteína de la leche, tiene numerosos efectos positivos en el bebé. Refuerza el sistema imune, fija minerales y previene la proliferación de ciertos patógenos. La leche materna contiene mucha más alfa-lactoalbúmina que la leche de vaca.

Anticuerpos e inmunidad

La leche materna también contiene muchos anticuerpos que ayudan a proteger al bebé de las enfermedades. Estos se transfieren a través de las inmunoglobulinas, otro tipo de proteínas presentes en la leche materna y el calostro. En caso de exposición a virus o bacterias, se producirán más anticuerpos.

La leche materna contiene IgA, IgM e IgG, así como las versiones secretoras de IgM (SIgM) e IgA (SIgA). Por su parte, el calostro contiene una gran cantidad de SIgA.

Veamos qué beneficios ofrecen a los bebés:

  • La IgA y la IgA secretora (SIgA) protegen las superficies mucosas,
  • La IgM y la SIgM generan respuestas inmunes tempranas,
  • La IgG ofrece protección sistémica a largo plazo e inmunidad pasiva.

Cabe señalar que la leche de donante puede contener menos de estos anticuerpos o no contener ninguno, lo que probablemente se deba a los efectos de la pasteurización. Dicho esto, lo mejor para tu bebé es tu propia leche materna.

Leche de vaca: una historia distinta

A half glass of cow milk.

La leche de vaca no es peligrosa para tu bebé. Los niños pueden tomarla. Sin embargo, no se recomienda para los recién nacidos. Para los adultos, beber leche de vaca es saludable, ya que es una fuente excelente de vitaminas y minerales. En especial, la leche de vaca destaca por su alto contenido en calcio. Sin embargo, no es tan buena para los bebés, ya que sus cuerpos aún son delicados y están en desarrollo.

A continuación te explicamos por qué la leche de vaca no es adecuada para los bebés menores de seis meses.

Demasiado de algo bueno puede ser malo

La leche de vaca es rica en proteínas y caseína. Esta última es la que le da a la leche su color blanco. La leche de vaca contiene un 80% de caseína, que puede ser beneficiosa para el ser humano.

Algunos estudios afirman que la caseína puede mejorar el estado mental de las personas con daño hepático debido al consumo excesivo de alcohol. También se afirma que la caseína puede ayudar a aumentar los niveles de insulina sin elevar el azúcar en sangre y que contribuye al desarrollo muscular. Sin embargo, las investigaciones al respecto son limitadas.

Sea cierto o no, la leche de vaca sigue siendo poco recomendable para los bebés, y ello se debe en gran parte a su alto contenido de caseína. Esta es difícil de asimilar y, dado que el sistema digestivo del bebé aún está en desarrollo, puede resultar muy delicado. El alto contenido de caseína puede causarle complicaciones.

Sobrecarga de minerales

Varios componentes de la leche de vaca dificultan la absorción de hierro. Si alimentas a tu bebé solo con leche de vaca, aumentan las posibilidades de que sufra deficiencia de hierro e, incluso, anemia ferropénica.

¿Cuáles son estos factores? En primer lugar, la leche de vaca contiene bajos niveles de ácido ascórbico o vitamina C, que contribuye a aumentar la absorción del hierro. Por el contrario, el calcio tiene un efecto negativo en la absorción de este mineral. Esto supone un problema, ya que la leche de vaca contiene cuatro veces más calcio que la leche materna.

Falta de nutrientes esenciales

La leche de vaca carece de los siguientes nutrientes esenciales, que pueden encontrarse en abundancia en la leche humana.

Carbohidratos

Para los bebés, los hidratos de carbono son una de las principales fuentes de energía alimentaria. La leche humana tiene una mayor concentración de lactosa (el principal carbohidrato de la leche) que la de vaca.

Además, la leche de vaca es pobre en oligosacáridos. Estos carbohidratos favorecen la salud intestinal al alimentar a las bacterias beneficiosas e impedir que los patógenos nocivos se adhieran al revestimiento intestinal.

Ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga (LC-PUFA)

La leche materna es rica en ácido docosahexaenoico (DHA) y ácido araquidónico (ARA), que son fundamentales para el desarrollo del cerebro y la visión. La leche de vaca carece de estos ácidos grasos, aunque algunas marcas de fórmula infantil están enriquecidas con ellos.

Factores inmunes y anticuerpos

La leche materna contiene inmunoglobulinas, sobre todo IgA, que protegen contra las infecciones y refuerzan el sistema inmune en desarrollo del lactante. La leche de vaca no las contiene, por lo que son menos eficaces para prevenir enfermedades y reforzar el sistema inmunológico del bebé.

Comparación entre la composición de la leche materna y la de vaca

Leche humana por 100 g

Leche de vaca semidescremada y pasteurizada por 100 g

Sodio (mg)

15

43

Potasio (mg)

58

156

Calcio (mg)

34

120

Magnesio (mg)

3

11

Fósforo (mg)

15

94

Hierro (mg)

0.07

0.02

Cobre (mg)

0.04

Trazas

Zinc (mg)

0.3

0.4

Cloruro (mg)

42

87

Manganeso (mg)

Trazas

Trazas

Selenio (µg)

1

1

Yodo (µg)

7

30

Retinol (µg)

58

19

Caroteno (µg)

24

9

Vitamina D (µg)

Trazas

Trazas

Vitamina E (mg)

0.34

0.04

Tiamina (mg)

0.02

0.03

Riboflavina (mg)

0.03

0.24

Niacina (mg)

0.2

0.1

Vitamina B6 (mg)

0.01

0.06

Vitamina B12 (mg)

Trazas

0.9

Folato (µg)

5

9

Pantotenato (mg)

0.25

0.68

Biotina (µg)

0.7

3.0

Vitamina C (mg)

4

2

Fuente: FSA, 2002.

Cuándo introducir la leche de vaca en la dieta infantil

Feeding baby with milk using a bottle.

Puedes introducir la leche de vaca en la dieta de tu bebé a partir de los 12 meses. En ningún caso se debe introducir antes de esa edad. Tanto la Academia Americana de Pediatría (AAP) como la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan alimentar al bebé exclusivamente con leche materna durante los primeros seis a doce meses. Introducirla antes puede dañar los riñones del bebé y provocar hemorragias intestinales.

Realiza una transición gradual

A continuación, te damos algunos consejos para introducir gradualmente la leche de vaca en la dieta de tu bebé:

Combina la leche de vaca con la leche materna

Es posible que a tu bebé no le guste el sabor de la leche de vaca. Para que se acostumbre, puedes empezar mezclándola con leche materna. También puedes mezclarla con leche de fórmula. Con el tiempo, ve disminuyendo poco a poco la cantidad de leche materna o artificial y aumentando la de leche de vaca en la solución.

Cambia a la taza de entrenamiento

Si bien esta recomendación no facilita el paso a la leche de vaca, es mejor que los dos cambios se produzcan a la vez y no en momentos diferentes. Es necesario pasar del biberón a las tazas de entrenamiento para reducir el riesgo de caries del biberón.

Más consejos para una alimentación sana del bebé

Aquí tienes algunas recomendaciones que te ayudarán a asegurarte de que tu bebé recibe todos los nutrientes que necesita.

Utiliza un calentador de biberones

Cuando no puedas amamantar a tu bebé, puedes utilizar un sacaleches para almacenar leche para tomas posteriores. Si estás buscando uno, el Momcozy M9 es una opción fantástica. Se trata de un sacaleches manos libres que ofrece una succión eficaz sin causar dolor.

Lo que ocurre es que los bebés suelen estar acostumbrados a la leche tibia que sale directamente del pecho. Utilizar un calentador de biberones puede ayudar a mantener una temperatura óptima en la leche extraída.

El calentador de biberones Momcozy es un producto excelente para este fin. Dispone de un avanzado sensor inteligente que mantiene el biberón a la temperatura ideal. Este sensor también evita el sobrecalentamiento y la pérdida de nutrientes.

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Introduce los sólidos en el momento adecuado

Puedes introducir los sólidos incluso antes de pensar en darle leche de vaca. Por lo general, se hace cuando el bebé cumple 6 meses. Comienza con los alimentos sólidos cuando el bebé muestre signos de estar preparado, lo que incluye aprender a sentarse, mostrar interés por la comida y perder el reflejo de extrusión.

Vigila sus reacciones:

Cuando introduzcas la leche de fórmula, la leche de vaca o los sólidos, vigila si presenta signos de alergia o intolerancia. Los signos que hay que buscar son erupciones en la piel, diarrea o irritabilidad.

Conclusión

Tu pequeño puede tomar tanto leche materna como leche de vaca. Sin embargo, debes esperar el momento adecuado antes de introducir la leche de vaca en su dieta, ya que sus componentes pueden no ser suficientes o ser perjudiciales para su salud. Por eso, los expertos recomiendan darles solo leche materna durante los primeros 6-12 meses. Esta contiene los nutrientes adecuados, la cantidad justa de minerales e incluso anticuerpos. Son mejores para el desarrollo del bebé durante su primer año de vida.

Disclaimer

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