Respirar por la nariz es normal para los bebés, sobre todo justo después del nacimiento. Sin embargo, muchos padres comienzan a preguntarse cuándo empiezan los bebés a respirar por la boca, especialmente si lo notan durante el sueño o la alimentación. Puede ser una respuesta a corto plazo a algo sencillo o puede indicar un problema que requiere atención. En cualquier caso, es útil saber qué aspectos hay que tener en cuenta y cómo facilitar la respiración del bebé.
¿Cuándo empiezan los bebés a respirar por la boca?
Los recién nacidos respiran de manera natural por la nariz, sobre todo durante los primeros meses de vida. Esto les ayuda a respirar con facilidad mientras se alimentan y duermen. Sin embargo, existen ocasiones en las que un bebé puede pasar a respirar por la boca, ya sea brevemente o con más frecuencia. Saber cuándo ocurre esto y qué lo provoca puede ayudar a los padres a reaccionar con más confianza. A continuación, esto es lo que debes saber sobre cuándo empiezan los bebés a respirar por la boca y qué puede significar.
La mayoría de los bebés comienzan a respirar por la boca después de los 3 a 6 meses
En las primeras semanas, los bebés dependen principalmente de la nariz para respirar. Alrededor de los 3 a 6 meses de edad, muchos bebés comienzan a respirar por la boca de vez en cuando, sobre todo cuando tienen la nariz tapada. Esto no siempre significa que haya un problema, pero sí muestra que han desarrollado la capacidad de cambiar entre la respiración nasal y la respiración bucal.
La respiración bucal temporal suele estar relacionada con la congestión nasal
Si tu bebé respira por la boca durante un resfriado o después de llorar mucho, suele deberse a la congestión de las fosas nasales. Una vez que la congestión desaparece, los bebés suelen volver a respirar por la nariz. La respiración bucal a corto plazo durante una enfermedad es común y no suele ser motivo de preocupación.
La respiración bucal persistente puede requerir atención médica
Si tu bebé sigue respirando por la boca incluso después de recuperarse de un resfriado, podría ser indicio de otro problema, como adenoides agrandadas, alergias o problemas estructurales. La respiración bucal continua puede afectar a la alimentación, el sueño e incluso al desarrollo facial con el tiempo.
Presta atención a los cambios en las horas de dormir o de comer
La respiración bucal que se produce durante el sueño o la alimentación podría indicar una obstrucción o malestar. Los bebés deberían respirar fácilmente por la nariz durante la lactancia o el descanso.
Estas son las 5 causas de la respiración bucal en los bebés
La respiración bucal en los bebés suele producirse si hay un bloqueo o una obstrucción del flujo de aire a través de las fosas nasales. A continuación, te indicamos las causas más comunes:
1. Congestión nasal: El aire frío y seco o la mucosidad pueden obstruir la nariz y hacer que los bebés respiren por la boca.
2. Adenoides o amígdalas agrandadas: Estas bloquean el paso del aire por la nariz y provocan una respiración bucal habitual, especialmente durante el sueño.
3. Alérgenos o agentes irritantes: La congestión y la inflamación nasal pueden estar causadas por el polvo, la caspa de las mascotas, el humo u otros alérgenos.
4. Problemas estructurales: Las fosas nasales estrechas o un tabique desviado pueden impedir la respiración nasal.
5. Se vuelve un hábito después de una enfermedad: Algunos bebés continúan respirando por la boca incluso después de que la nariz se haya despejado, sobre todo después de resfriados prolongados.
¿Cuáles son los síntomas de que tu bebé respira por la boca?
La respiración bucal en bebés y niños pequeños puede pasar desapercibida al principio, especialmente si solo ocurre durante el sueño o cuando están enfermos. Sin embargo, cuando se convierte en un hábito regular, existen síntomas evidentes que los papás y cuidadores pueden detectar.
- Boca abierta: Si tu bebé tiende a mantener la boca abierta incluso cuando no está llorando ni emitiendo ningún sonido, podría ser un indicio de que respira por la boca en lugar de por la nariz.
- Respiración ruidosa o ronquidos durante el sueño: Los ronquidos, la respiración ruidosa o las jadeos durante el sueño pueden indicar que tu bebé respira por la boca. Esto es especialmente cierto en caso de obstrucción de las fosas nasales o de adenoides grandes.
- Boca seca o labios agrietados: Respirar por la boca puede resecar la lengua y los labios. Si tu hijo se despierta con frecuencia con la boca seca o los labios agrietados, podría ser una señal de que no respira por la nariz durante la noche.
- Dificultades para alimentarse: Los bebés que respiran por la boca pueden tener dificultades para mamar o alimentarse con biberón. Dado que la alimentación normal depende de la respiración nasal, los bebés que respiran por la boca tienden a interrumpir y reanudar la alimentación constantemente o a mostrarse irritables durante la misma.
- Sueño inquieto o cansancio: El cansancio diurno, la inquietud o los despertares frecuentes pueden ser consecuencia de la mala calidad del sueño causada por la respiración con la boca abierta.
- Cambios faciales con el tiempo: En los bebés y los niños pequeños, la respiración habitual por la boca puede provocar un cambio en la posición de la mandíbula, un retroceso en la forma del rostro o un puente nasal poco desarrollado. Estos signos suelen tardar en aparecer y pueden ser difíciles de detectar al principio.
Si notas uno o varios de estos síntomas de forma constante, es recomendable que lo comentes con tu pediatra o con un otorrinolaringólogo. La intervención temprana puede ayudar a mejorar los patrones respiratorios y evitar complicaciones a largo plazo.
¿Cuáles son las complicaciones de la respiración bucal?
La respiración bucal ocasional durante un resfriado no suele ser perjudicial. No obstante, cuando se convierte en un hábito a largo plazo, sobre todo en bebés y niños pequeños, puede provocar varios problemas. Estas complicaciones pueden afectar al sueño, la alimentación, el desarrollo y la salud en general. Estos son los principales problemas relacionados con la respiración bucal continua:
- Mala calidad del sueño: La respiración bucal puede provocar ronquidos, despertares nocturnos y sueño ligero. Los bebés pueden estar inquietos por la noche y agotados durante el día, lo que puede afectar a su desarrollo y crecimiento.
- Dificultad para alimentarse: Los bebés que no pueden respirar fácilmente por la nariz tienen problemas para mamar o alimentarse con biberón. Pueden dejar de alimentarse antes de tiempo, tragar más aire o ponerse nerviosos al comer.
- Problemas del habla y del desarrollo oral: La respiración bucal crónica también tiene implicaciones en la postura de la lengua y la mandíbula. Esto puede provocar un retraso en el habla, dientes torcidos o problemas para masticar y tragar.
- Cambios en la estructura facial: La respiración bucal en la infancia temprana puede provocar que la cara se alargue y la mandíbula superior se estreche. A veces se conoce como "síndrome de cara larga" y puede afectar a la apariencia y a la función oral.
- Boca seca y riesgo de infección: La respiración bucal reseca los tejidos orales y puede disminuir la saliva. Aumenta el riesgo de mal aliento, caries e infecciones de garganta.
Si la respiración bucal continúa tras una enfermedad breve, es importante buscar las causas subyacentes. Tratar el problema a tiempo puede ayudar a prevenir estas complicaciones y favorecer un desarrollo saludable.
¿Cómo tratar la respiración bucal en bebés y niños pequeños?
El tratamiento de la respiración bucal comienza por averiguar cuál es su causa. En muchos casos, se trata de algo tan simple como la congestión nasal. Pero si se convierte en un hábito a largo plazo, el tratamiento puede implicar algo más que simplemente despejar la congestión. El objetivo es ayudar a tu bebé a volver a respirar por la nariz de forma cómoda y natural. Estas son las formas más comunes de controlar y tratar la respiración bucal en bebés y niños pequeños:
Descongestiona la nariz con suavidad
Si la respiración bucal se debe a un resfriado o a la congestión nasal, utiliza un spray o gotas salinas para aflojar la mucosidad. A continuación, utiliza un aspirador nasal suave para limpiar con cuidado la nariz del bebé. Una buena opción es el aspirador nasal eléctrico 2 en 1 Momcozy con spray y succión, que primero ablanda la mucosidad con un fino rocío y luego la elimina con una succión de grado hospitalario, todo en un dispositivo silencioso y fácil de limpiar. Un humidificador en la habitación también puede ayudar a evitar que las fosas nasales se sequen.
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Usa productos hipoalergénicos en casa
Los alérgenos como el polvo, la caspa de las mascotas o el polen pueden causar inflamación nasal. Por este motivo, utiliza un purificador de aire HEPA, lava la ropa de cama con agua caliente semanalmente y evita las fragancias fuertes o el humo cerca del bebé. Estos cambios pueden ayudar a reducir la inflamación que bloquea el flujo de aire nasal.
Comprueba si hay problemas estructurales
Si la respiración bucal continúa después de descartar enfermedades o desencadenantes de alergias, pide a tu pediatra que te derive a un otorrinolaringólogo. Es posible que sea necesario evaluar afecciones como el agrandamiento de las adenoides o el tabique desviado. El tratamiento temprano puede mejorar la respiración y prevenir complicaciones a largo plazo.
Facilita una buena posición para dormir
Mantener la cabeza de tu bebé ligeramente elevada durante el sueño puede ayudarle a respirar más fácilmente por la nariz. Tanto si tu bebé duerme en un moisés como en una cuna, utiliza un colchón firme y plano. Además, evita las almohadas para los bebés menores de un año, pero consulta con tu pediatra para obtener consejos sobre posiciones seguras si la congestión es frecuente.
Estate atenta a los retrasos en la alimentación y el habla
Si observas respiración bucal junto con problemas de alimentación, retraso en el habla o sonidos poco claros, pregunta a tu médico si es necesario acudir a un logopeda o a un especialista en alimentación. Ellos pueden ayudar a abordar cualquier problema funcional causado por la respiración bucal persistente.
No demores en buscar ayuda profesional si el problema persiste
La respiración bucal ocasional no es motivo de gran preocupación, pero si se vuelve constante, incluso cuando tu hijo o hija parece estar bien, es mejor consultar al médico. El tratamiento temprano ayuda a proteger el crecimiento saludable del rostro, la calidad del sueño y la comodidad diaria.
Si un bebé no puede respirar, ¿se despertará?
Sí, la mayoría de los bebés se despiertan o cambian de posición de forma natural si tienen dificultades para respirar mientras duermen. Los bebés nacen con reflejos protectores para continuar respirando. Si tienen las fosas nasales obstruidas o no reciben suficiente aire, se mueven, lloran o hacen un esfuerzo por abrir las vías respiratorias. Sin embargo, en algunas circunstancias inusuales, especialmente en bebés enfermos o en condiciones de sueño particulares, esos reflejos pueden no responder con la suficiente rapidez. Por este motivo, es tan importante practicar hábitos de sueño seguros. Siempre acuesta a los bebés boca arriba para dormir en un colchón firme. Aunque debes evitar las almohadas y la ropa de cama suelta, puedes comprar artículos especiales diseñados para un sueño seguro, como una manta para vestir o un saco de dormir, y mantener siempre su área de descanso sin humo. Si tu bebé tiene dificultad para respirar, se despierta con frecuencia jadeando o persistentemente respira por la boca mientras duerme, lo mejor es que consultes con un pediatra.
¿Qué sucede cuando los bebés comienzan a respirar por la boca?
No es raro que los bebés respiren por la boca de vez en cuando, sobre todo si están resfriados. Sin embargo, si esto persiste, entonces es probable que debas prestarle atención. Los ronquidos, la dificultad para alimentarse o los labios secos son algunos de los síntomas de que algo puede estar mal. Si no estás segura, una consulta rápida con tu pediatra puede detectar pequeños problemas antes de que se conviertan en grandes problemas.