¿Cuándo pueden los bebés calmarse solos? Guía completa sobre el sueño infantil

When Can Babies Self Soothe? Complete Infant Sleep Guide

Todos los padres sueñan con que sus bebés duerman plácidamente por la noche sin necesidad de ayuda constante para volver a dormirse. La capacidad de autoconsuelo de los bebés suele desarrollarse entre los 3 y los 6 meses, cuando adquieren la capacidad de tranquilizarse a sí mismos y dormirse de forma independiente. Algunos bebés adquieren estas habilidades de forma natural, mientras que otros necesitan un estímulo suave para aprender a calmarse por sí mismos. Enseñarle a tu bebé a calmarse por sí mismo puede marcar la diferencia entre despertarse varias veces cada noche y conseguir el descanso que tu familia necesita desesperadamente. El proceso requiere paciencia, pero el resultado vale la pena.

¿Qué son exactamente el sueño autónomo y el autoconsuelo?

Estos dos términos se utilizan mucho en las conversaciones sobre el sueño de los bebés, pero muchos padres no están muy seguros de lo que realmente significan. Aunque están estrechamente relacionados, el sueño autónomo y el autoconsuelo se refieren a habilidades ligeramente diferentes que funcionan juntas para ayudar a tu bebé a dormir mejor.

El autoconsuelo significa calmarse de forma independiente

El autoconsuelo es la capacidad de tu bebé para calmarse cuando está molesto, sobreestimulado o se despierta. Considéralo como su kit interno para gestionar el estrés emocional, que puede consistir en chuparse el dedo, frotarse la cara contra el colchón o emitir gruñidos reconfortantes para sí mismo. Los bebés que se calman por sí mismos no lloran pidiendo ayuda en cuanto se sienten incómodos, sino que primero intentan emplear sus propios métodos.

El sueño autónomo consiste en conciliar el sueño por sí mismo

Sin embargo, el sueño autónomo es en realidad la capacidad de tu bebé para conciliar el sueño sin tu ayuda explícita. Esto significa que un niño puede pasar de estar dormido a despierto en el moisés o la cuna sin que lo mezan, lo alimenten o lo sostengan. Un bebé que se duerme solo es capaz de llorar en voz baja durante un rato, darse la vuelta ligeramente y luego dormir por sí mismo. Esto es lo que permite a los bebés dormir toda la noche y dormir la siesta durante largos periodos de tiempo.

Trabajan juntos para un mejor sueño

Las dos habilidades se complementan entre sí. Cuando tu bebé se despierta durante la noche (como todos los bebés), el autoconsuelo lo mantiene en silencio en lugar de llorar de inmediato. Entonces, el sueño autónomo le permite dormir de nuevo sin que intervengas. Los bebés que adquieren ambas habilidades experimentan un sueño más constante y molestan menos a sus padres durante la noche.

No es lo mismo que no necesitar nunca consuelo

Es importante entender que el autoconsuelo no significa que tu bebé nunca vaya a necesitar que lo consueles. Por el contrario, los bebés siguen necesitando muchos mimos, alimentación y atención a lo largo del día. El autoconsuelo solo les proporciona una ayuda adicional para sobrellevar pequeñas molestias y transiciones normales del sueño sin tener que recibir siempre el rescate inmediato de los padres.

Baby falls asleep after self-soothing

¿Cuándo pueden los bebés empezar realmente a autocalmarse?

La mayoría de los bebés comienzan a desarrollar la capacidad de autoconsuelo entre los 3 y los 6 meses de edad, aunque algunos pueden tardar hasta los 6 y 9 meses en dominar estas habilidades. Antes de los 3 meses, los bebés simplemente no tienen el desarrollo cerebral necesario para calmarse a sí mismos, por lo que dependen completamente de sus padres para sentirse reconfortados. Si bien cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, comprender estos plazos típicos te ayuda a saber cuándo empezar a fomentar el autoconsuelo y cuándo ser paciente con el proceso.

Los recién nacidos aún no pueden calmarse solos

Los bebés menores de 3 meses simplemente no tienen el desarrollo neurológico necesario para calmarse solos. Su sistema nervioso aún es inmaduro y dependen completamente de sus cuidadores para sentirse cómodos y regularse. Durante este periodo, tu bebé necesita que le ayudes a calmarse alimentándolo, sosteniéndolo, envolviéndolo en una manta o moviéndolo suavemente. No te preocupes por crear malos hábitos durante estos primeros meses. En realidad, estás ayudando al cerebro de tu bebé a desarrollar las bases para futuras habilidades de autoconsuelo.

La mayoría de los bebés comienzan entre los 3 y los 6 meses

La mayoría de los bebés comienzan a mostrar señales de autoconsuelo entre los 3 y los 6 meses de edad. Alrededor de los 3 y 4 meses, el cerebro de tu bebé comienza a desarrollar la capacidad de vincular los ciclos de sueño, lo cual es esencial para periodos de sueño más largos. Entre los 4 y 6 meses, muchos bebés pueden empezar a aprender a conciliar el sueño de forma independiente y es posible que comiencen a dormir durante más tiempo sin necesidad de la ayuda de los padres.

Algunos bebés tardan más y eso es normal

No todos los bebés alcanzan estos hitos al mismo tiempo y algunos bebés perfectamente sanos no desarrollan una gran capacidad de autoconsuelo hasta los 6 y 9 meses o incluso después. En particular, los bebés prematuros pueden necesitar más tiempo, ya que su desarrollo sigue su edad corregida en lugar de su edad de nacimiento. Los bebés con temperamentos más sensibles o aquellos que han tenido problemas de salud tempranos también pueden tardar más en desarrollar estas habilidades.

El desarrollo se produce gradualmente

El autoconsuelo no es una habilidad que aparece de la noche a la mañana. Es posible que tu bebé aprenda primero a tranquilizarse durante las siestas antes de dominar el sueño nocturno o que sea capaz de dormirse de forma independiente, pero que siga necesitando ayuda cuando se despierta durante la noche. Este desarrollo gradual es completamente normal y demuestra que tu bebé está progresando hacia el sueño independiente.

Presta atención a las señales de preparación individual

En lugar de centrarte únicamente en la edad, presta atención al desarrollo individual de tu bebé. Las señales de preparación incluyen ser capaz de mantener bien la cabeza erguida, mostrar patrones de sueño más predecibles y comenzar a dormir durante periodos más largos de forma natural. Algunos bebés también comienzan a llevarse las manos a la boca o a emitir sonidos suaves cuando están soñolientos, lo que son señales tempranas de intentos de calmarse a sí mismos.

¿Cuáles son las señales de que tu bebé está aprendiendo a calmarse solo?

Reconocer cuándo tu bebé está desarrollando habilidades de autoconsuelo puede ser complicado, sobre todo porque estos comportamientos suelen comenzar de forma sutil. Los bebés no anuncian cuándo están aprendiendo a calmarse por sí mismos, sino que te lo muestran a través de comportamientos específicos y cambios en sus patrones de sueño. Ser consciente de lo que debes observar te ayuda a comprender el progreso de tu bebé y te da la confianza de que las habilidades se están desarrollando de forma natural.

Tu bebé se mantiene tranquilo cuando se despierta

Una de las señales más notables del autoconsuelo es cuando tu bebé se despierta, pero no llora de inmediato para pedir ayuda. En cambio, puede que se quede acostado tranquilamente en su cuna, mirando a su alrededor y emitiendo sonidos suaves. Es posible que lo veas en el monitor para bebés acostado tranquilamente durante unos minutos antes de volver a dormirse o llamarte. Esto significa que está aprendiendo a evaluar su entorno y a intentar calmarse antes de buscar consuelo.

Usan las manos y los dedos

Los bebés también suelen descubrir que sus manos son una gran herramienta para calmarse. Es posible que veas a tu bebé chuparse los dedos, el pulgar o incluso todo el puño cuando necesita calmarse. Algunos bebés también se frotan la cara, las orejas o el cabello con las manos. Estos movimientos repetitivos les permiten equilibrar sus emociones y les proporcionan el mismo nivel de consuelo que tenían cuando estaban en el útero.

Realizan movimientos rítmicos

Otros bebés también crean sus propios comportamientos físicos para calmarse, basados en movimientos rítmicos. Estos pueden incluir balancearse hacia adelante y hacia atrás sobre las manos y las rodillas, rodar de un lado a otro o incluso golpear suavemente la cabeza contra el colchón de su cuna. Aunque estos movimientos pueden parecer alarmantes, suelen ser comportamientos normales que los bebés emplean para calmar su sistema nervioso.

Se duermen después de un breve llanto

Mientras los bebés aprenden a calmarse por sí mismos, es posible que lloren o se quejen un poco antes de quedarse dormidos. La diferencia es que el llanto es temporal y disminuye en intensidad con el tiempo, en lugar de intensificarse. Es posible que escuches a tu bebé lloriqueando o emitiendo suaves sonidos de queja durante 5 a 15 minutos antes de conciliar el sueño por sí mismo.

Los patrones de sueño se vuelven más predecibles

A medida que se desarrollan las habilidades de autoconsuelo, es probable que notes que el sueño de tu bebé se vuelve más predecible. Además, es posible que tu bebé empiece a tomar siestas más largas, a dormir durante periodos más largos por la noche o a seguir un horario más regular. Esto se debe a que ahora son capaces de conectar sus ciclos de sueño sin tu ayuda para pasar de las fases de sueño ligero a las profundas.

Pueden calmarse entre ciclos de sueño

Todos los bebés se despiertan brevemente entre ciclos de sueño a lo largo de la noche, pero los bebés con buenas habilidades de autoconsuelo pueden volver a dormirse sin despertarse por completo. Es posible que notes que tu bebé ahora duerme durante periodos más largos sin llamarte, aunque siga experimentando las transiciones normales del ciclo del sueño. Es un gran logro que conduce a un mejor sueño para toda la familia.

¿Cómo enseñar a tu bebé a calmarse por sí mismo?

Conseguir que tu bebé se calme por sí mismo no es algo que se logre de la noche a la mañana, pero con esfuerzos constantes y paciencia, la mayoría de los bebés pueden aprender estas habilidades útiles. La clave es darle tiempo a tu bebé para que practique cómo relajarse y mantenerse tranquilo, pero sin dejar de proporcionarle el consuelo y la seguridad que necesita.

1. Haz lo mismo todas las noches: Elige tres o cuatro cosas sencillas para hacer por la noche y hazlas todas las noches en el mismo orden. Dale un breve baño tibio, ponle el pijama, aliméntalo (pero no dejes que se duerma mientras lo haces), léele un libro o cántale canciones y, a continuación, acuéstalo en su cuna. Hazlo todo en silencio y con tranquilidad: apaga las luces y habla en voz baja. Todo el ritual debe durar entre 20 y 30 minutos, además de comenzar a la misma hora cada día, cuando tu bebé empiece a mostrarse soñoliento.

2. Envuelve a tu bebé en una manta cuando esté despierto: Después de seguir la rutina nocturna, coloca a tu bebé en su cuna mientras está soñoliento, pero con los ojos aún abiertos. Presta atención a las señales de somnolencia, como movimientos más lentos, párpados pesados o disminución de la actividad de succión. Si se duerme mientras lo alimentas, despiértalo suavemente quitándole el pañal o limpiándolo con un paño frío antes de acostarlo. Colócalo boca arriba, dale unas palmaditas rápidas pero suaves y luego sal de la habitación.

3. Espera unos minutos antes de volver a entrar: Si tu bebé llora después de acostarlo, espera entre 3 y 5 minutos para ver cómo está. Pon un temporizador para saber exactamente cuánto tiempo has esperado. Escucha para determinar si realmente está llorando o si solo está haciendo ruidos suaves. Por lo general, los gruñidos o lloriqueos suaves indican que se está calmando por sí solo. Si después de 5 minutos el llanto se vuelve más angustiado y fuerte, entra y comprueba cómo está. Añade unos minutos más de espera cada vez que esperes cada pocas noches.

4. Haz que tus visitas sean breves y aburridas: Si tienes que entrar a verlo, mantén la habitación en penumbra y mantén la calma. Pon tu mano sobre su pecho o dale palmaditas suaves durante aproximadamente un minuto y repite en voz baja “shh” o “todo está bien”. No lo levantes a menos que parezca que hay algún problema grave. Haz que tu visita dure menos de 2 minutos y luego sal de nuevo. Si tienes que volver, espera entre 5 y 10 minutos y haz solo 2 o 3 visitas por noche.

5. Ocúpate primero de sus necesidades básicas: Asegúrate de que tu bebé haya comido en las últimas 2 a 3 horas, tenga el pañal limpio y no tenga ni frío ni calor. Hazle eructar bien después de alimentarlo y asegúrate de que su ropa no esté arrugada ni apretada. Además, asegúrate de que no haya estado despierto durante demasiado tiempo: los recién nacidos se cansan en 45 a 90 minutos, pero los bebés más mayores pueden aguantar entre 1.5 y 3 horas.

6. Prepara bien la habitación: Mantén la habitación de tu bebé entre 20-21 °C (68-70°F) y oscurece la habitación lo máximo posible con cortinas opacas. Si utilizas ruido blanco, ajústalo a un volumen similar al de una conversación tranquila y mantén el aparato al menos a un metro de distancia de la cuna. Retira todos los juguetes, mantas y almohadas. Solo utiliza una sábana ajustable en el colchón. Viste a tu bebé con un saco de dormir o un pijama ligero y añádele o quítale ropa según la temperatura de la habitación.

Baby sleeping peacefully in the room with sound machine

7. Mantén lo que elijas: Elige un método y hazlo de la misma manera todas las noches durante al menos una semana antes de decidir si funciona. Anota lo que haces para que cualquier otra persona que ayude a la hora de acostar al bebé pueda seguir los mismos pasos. Si tienes una noche difícil, no cambies todo al día siguiente: dale tiempo a tu método para que funcione. Lleva un registro del tiempo que tarda tu bebé en conciliar el sueño y la frecuencia con la que se despierta para ver si las cosas mejoran.

¿Qué debes evitar al enseñar a tu bebé a calmarse solo?

Al ayudar a tu bebé a que aprenda a calmarse por sí mismo, es fácil cometer errores que pueden retrasar su progreso o crear nuevos problemas de sueño. Algunos errores comunes pueden dificultar que tu bebé aprenda a calmarse por sí mismo, mientras que otros pueden ser inseguros o inapropiados para su edad. Saber qué evitar te ayuda a mantenerte en el camino correcto y le da a tu bebé más posibilidades de desarrollar estas importantes habilidades con éxito.

No empieces demasiado pronto

Evita intentar enseñar a tu bebé a calmarse por sí mismo antes de que tenga al menos 3 o 4 meses. Los recién nacidos y los bebés muy pequeños no tienen el desarrollo cerebral necesario para calmarse por sí mismos y esperar que lo hagan puede provocar frustración en todos. Durante los primeros meses, concéntrate en ayudar a que tu bebé se sienta seguro y en satisfacer sus necesidades rápidamente. Empezar con las técnicas de autoconsuelo demasiado pronto no acelerará el proceso y, de hecho, puede aumentar el llanto y el estrés.

No cambies constantemente de enfoque

Resiste la tentación de cambiar de método cada pocos días cuando no veas resultados inmediatos. Cambiar de un método a otro confunde a tu bebé y le impide aprender bien un solo enfoque. Mantén el método elegido durante al menos una semana completa, incluso si algunas noches son complicadas. Si debes hacer cambios, ajusta solo pequeños detalles en lugar de cambiar completamente a un método diferente.

No te apresures a entrar a la habitación

Evita acudir a tu bebé en cuanto haga algún ruido. Muchos padres cogen a su bebé o comienzan a consolarlo en cuanto oyen que se inquieta, pero esto impide que el bebé tenga la oportunidad de intentar calmarse por sí mismo primero. Espera al menos entre 3 y 5 minutos para ver si tu bebé puede calmarse por sí solo. Acudir demasiado rápido le enseña a tu bebé que no necesita intentar calmarse por sí mismo porque la ayuda llegará de inmediato.

No utilices la alimentación como único método de consuelo

Deja de ofrecer el pecho o el biberón de manera automática a tu bebé cada vez que llore, en especial si ha comido recientemente. Utilizar la alimentación como principal método de consuelo puede crear una dependencia en la que tu bebé solo sepa dormirse mientras come. Esto hace que le resulte mucho más difícil aprender otras formas de calmarse. Asegúrate de que hayan pasado al menos 2 a 3 horas desde la última toma completa antes de volver a ofrecerle comida.

No empieces en momentos de estrés

Evita comenzar el entrenamiento para que se calme solo durante cambios importantes en la vida, como una mudanza, el inicio de la guardería, un viaje o cuando tu bebé esté enfermo. Tampoco empieces justo después de las vacunas o durante los brotes de crecimiento, cuando tu bebé puede necesitar más consuelo y alimentarse con más frecuencia. En cambio, espera a un momento tranquilo en el que la rutina familiar sea estable y tu bebé esté sano y haya descansado.

No ignores las señales de angustia real

Nunca dejes que tu bebé llore intensamente durante largos periodos de tiempo sin ir a ver cómo está. Aprende a diferenciar entre el llanto por malestar (sonidos suaves de queja que van y vienen) y el llanto por angustia real (llanto fuerte, continuo y cada vez más intenso). Si tu bebé parece entrar en pánico, lleva llorando intensamente más de 10 a 15 minutos o el llanto empeora en lugar de mejorar, ve a verlo de inmediato. Confía en tu instinto para saber cuándo tu bebé realmente necesita ayuda.

No hagas que el entorno para dormir sea demasiado estimulante

Evita las luces brillantes, los juguetes emocionantes o las actividades estimulantes cerca de la hora de acostarse. No pongas juguetes, celulares ni nada interesante en la cuna que pueda distraer a tu bebé de dormir. Mantén las interacciones nocturnas aburridas y breves: nada de juegos, conversaciones ni actividades entretenidas cuando tu bebé se despierte durante la noche. Deja las interacciones divertidas para las horas del día.

No esperes resultados perfectos de inmediato

Evita establecer expectativas poco realistas sobre la rapidez con la que tu bebé aprenderá a calmarse solo. No esperes que tu bebé duerma toda la noche de inmediato o que nunca más necesite tu consuelo. El autoconsuelo solo es una habilidad que se desarrolla de manera gradual y la mayoría de los bebés siguen teniendo algunas noches difíciles incluso después de haber aprendido lo básico. Sé paciente y recuerda que el progreso no siempre es lineal: algunas noches serán mejores que otras.

¿De qué otras maneras puedes tranquilizar y calmar a tu bebé?

Aunque aprender a calmarse por sí mismo es importante para tu bebé, hay muchas ocasiones en las que necesita que tú lo consueles directamente. A veces los bebés son demasiado pequeños para calmarse por sí mismos, atraviesan momentos difíciles o simplemente necesitan un consuelo adicional. Por lo tanto, tener una variedad de técnicas de relajación como herramientas te ayuda a responder a las necesidades de tu bebé y le proporciona consuelo cuando el autoconsuelo no funciona o no es apropiado.

Envuelve a tu bebé con una manta

Envuelve a tu bebé con firmeza en una manta, con sus brazos a los lados y el espacio suficiente para que sus caderas se muevan libremente. Asegúrate de que la manta envolvente quede ajustada alrededor del pecho, pero suelta alrededor de las caderas y las piernas. Envolver al bebé funciona mejor en bebés menores a 3 o 4 meses, antes de que empiecen a darse la vuelta. Si tu bebé muestra señales de intentar darse la vuelta o puede liberarse de la manta, deja de envolverlo. Además, utiliza telas ligeras y transpirables para evitar el sobrecalentamiento. Busca mantas envolventes elaboradas con mezclas de bambú y algodón. Por ejemplo, opciones como las mantas envolventes Momcozy son notablemente más suaves y transpirables que el algodón estándar, lo que proporciona a tu bebé la comodidad que necesita.

Prueba diferentes sonidos

Pon ruido blanco, sonidos de la naturaleza o música suave para ayudar a calmar a tu bebé. El ruido blanco debe tener un volumen similar al de una ducha y el dispositivo debe colocarse al menos a un metro de distancia del bebé. También puedes intentar hacer sonidos como “shh” cerca de la oreja de tu bebé, tararear o cantar suavemente. Algunos bebés responden bien a los sonidos domésticos, como la aspiradora o el secador de pelo. Una máquina de sonido inteligente como la máquina inteligente de ruido blanco para bebés Momcozy, que tiene múltiples opciones de sonido de alta calidad, puede ser especialmente útil. Esto se debe a que ofrece desde suaves canciones de cuna hasta sonidos de la naturaleza que puedes controlar a distancia sin molestar a tu bebé. Prueba diferentes sonidos para ver cuáles prefiere tu bebé.

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Utiliza movimientos suaves

Balancea a tu bebé en tus brazos, en una mecedora o en una silla mecedora para bebés a una velocidad lenta y suave. Intenta caminar mientras sostienes a tu bebé, rebota ligeramente sobre una pelota de ejercicios o balancea de lado a lado. Algunos bebés se calman durante los viajes en auto o los paseos en cochecito. Mantén los movimientos lentos y rítmicos, en lugar de rápidos o bruscos. Asegúrate siempre de que la cabeza y el cuello de tu bebé estén bien sujetos durante cualquier movimiento.

Ofrece un chupón

Dale un chupón a tu bebé si parece que quiere succionar, pero no tiene hambre. Espera hasta que la lactancia esté bien establecida (por lo general, alrededor de las 3 a 4 semanas) antes de introducir un chupón. Elige un chupón adecuado para la edad de tu bebé y reemplázalo si se daña. Si tu bebé escupe el chupón, no lo obligues, ya que a algunos bebés simplemente no les gustan.

Prueba el contacto piel con piel

Coloca a tu bebé sobre tu pecho desnudo con solo un pañal y luego cúbrelo tanto a él o ella como a ti con una manta. Esto se puede hacer con la madre o el padre y puede ser reconfortante para los bebés con cólicos. Mantén la habitación caliente y deja mucho espacio para que tu bebé respire. El contacto piel con piel ayuda a regular la temperatura corporal, la frecuencia cardíaca y los niveles de estrés de tu bebé.

Cambia la posición de tu bebé

Si tu bebé está inquieto cuando está acostado, intenta sostenerlo en posición vertical apoyado contra tu pecho o hombro. Algunos bebés prefieren que los sostengan mirando hacia afuera para poder ver lo que sucede a su alrededor. Prueba también la “posición para aliviar el cólico”: sostén a tu bebé boca abajo a lo largo de tu antebrazo con la cabeza cerca de tu codo. Mantén la cabeza y el cuello de tu bebé apoyados en todo momento, independientemente de la posición.

Revisa el entorno

Cámbiate a una habitación más tranquila y oscura si tu bebé parece estar sobreestimulado. Algunos bebés se ponen inquietos cuando tienen demasiado calor o demasiado frío, así que ajusta su ropa o la temperatura de la habitación. Intenta salir al aire libre o cambiarte a otra habitación. A veces, un simple cambio de entorno puede ayudar a restablecer el estado de ánimo de un bebé inquieto. Un monitor inteligente para bebés con detección de movimiento y alertas de llanto puede ayudarte a controlar el nivel de comodidad de tu bebé y detectar las primeras señales de inquietud antes de que se intensifiquen, lo que te permitirá responder rápidamente cuando sea necesario hacer ajustes.

Utiliza un tacto suave

Masajea suavemente la espalda, los brazos o las piernas de tu bebé con movimientos lentos y suaves. Intenta frotar su espalda con movimientos circulares o dándole palmaditas muy suaves y rítmicas. A algunos bebés les gusta que les froten las manos o los pies. Toca con suavidad y observa la reacción de tu bebé: reduce la velocidad o detente si se agita más.

Enseñar a tu bebé a calmarse por sí mismo vale la pena

Conseguir que tu bebé se calme por sí mismo es una salvación para el sueño y la cordura de los padres. Suele ocurrir entre los 3 y los 6 meses, pero si tu bebé tarda un poco más en conseguirlo, no te preocupes. La clave es ser constante con tu técnica y proporcionar al pequeño muchas oportunidades para practicar. Si estás confundida o preocupada por el crecimiento de tu bebé, consulta a tu pediatra para que te aconseje lo más adecuado para tu situación específica.

 

Disclaimer

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