Como madre lactante, ver a tu bebé retorciéndose mientras le das pecho puede ser bastante preocupante. En realidad, es bastante común que los bebés se muevan durante la lactancia, y puede haber varias razones que expliquen todo ese movimiento (algunas son perfectamente normales, otras requieren un poco de atención). La mayoría de los padres notan estos movimientos y se preguntan qué está pasando, así que, si te preocupa que tu bebé se mueva durante la toma, no estás sola.
¿Es normal que un recién nacido gruña y se retuerza?
Completamente normal. La mayoría de los bebés gruñen, se sacuden y se retuercen en sus primeros meses. Es una parte tan normal de su desarrollo que los médicos lo consideran un comportamiento típico de los recién nacidos. Estos pequeños gorgoteos y retortijones son la forma en que tu bebé aprende cómo funciona su cuerpo, sobre todo cuando empieza a utilizar sus músculos en desarrollo para aprender funciones básicas, como respirar, comer y hacer la digestión.
Los recién nacidos de hasta 3 meses suelen gruñir debido al proceso de aprender a regular la respiración mientras comen y digieren los alimentos. También pueden gruñir cuando intentan expulsar gases o tienen movimientos intestinales, ya que no han aprendido a relajar el suelo pélvico mientras tensan los músculos del estómago. Estos ruidos y movimientos suelen ser más evidentes entre las 6 y 8 semanas de edad y suelen empezar a desaparecer a medida que el bebé va controlando mejor su cuerpo.
¿Qué hace que tu bebé se retuerza mientras le das el pecho?
Te sientas para lo que debería ser una tranquila sesión de lactancia, pero tu bebé empieza a retorcerse, a girarse e incluso a apartarse. Estos movimientos pueden ser frustrantes y hacerte preguntarte si algo va mal. Aunque cada bebé es diferente, hay varias razones comunes que explican estas sesiones de lactancia tan inquietas.
- Flujo rápido o lento de leche materna: Una bajada de leche fuerte puede abrumar a tu bebé, haciendo que se aleje y se retuerza para controlar el flujo. Por otro lado, si tu leche fluye lentamente, tu bebé puede retorcerse y ponerse inquieto porque está esforzándose más para obtener suficiente leche.
- Burbujas de gas: Las burbujas de gas son las que hacen que tu pequeño se sienta incómodo al alimentarse. Es posible que lo veas arquear la espalda, apartarse o patear con las piernas mientras intenta aliviar la presión en su barriga.
- Dolor en las encías por dentición: Es posible que tu bebé ya sienta dolor en las encías, incluso antes de que le salgan los dientes. El dolor en las encías puede ser la razón por la que se pone inquieto durante las tomas.
- Llenarse o perder interés: Algunos bebés empiezan a retorcerse cuando están llenos, es su forma de decir "¡Ya acabé!". Otros pueden simplemente perder el interés por comer, especialmente si se distraen con lo que les rodea.
- Distracciones del entorno: A medida que los bebés se vuelven más conscientes de su entorno, normalmente entre los 3 o 4 meses, pueden distraerse fácilmente con sonidos, movimientos u otras cosas interesantes que ven a su alrededor. Esto puede hacer que se inquieten mientras comen, ya que intentan mirar a su alrededor mientras comen.
- Posición incorrecta durante la lactancia: A veces, la posición durante la lactancia puede no ser la más adecuada. Es posible que tu bebé se mueva simplemente porque está intentando encontrar una mejor forma de agarrarse y alimentarse.
¿Qué otras señales acompañan el retorcerse durante la lactancia?
Cuando tu bebé está inquieto durante la hora de comer, este suele mostrar otras señales que pueden indicar lo que le molesta. Al observar estos comportamientos de cerca, puedes entender mejor si tu bebé tiene gases, está en proceso de dentición o tiene otros problemas comunes que pueden necesitar atención.
- Arquea la espalda y se aleja: Si tu bebé se aleja del pecho y arquea su espalda, generalmente significa que tiene reflujo. Puede que incluso giren la cabeza o alejen tu pecho mientras lo alimentas.
- Señales en la boca y cara: Un aumento de babeo, ponerse los dedos en la boca y morderte mientras le das de lactar son síntomas relacionados con la dentición. Algunos bebés hacen caras que parecen muecas, mientras otros frotan sus mejillas en la superficie de tu pecho mientras lo alimentas.
- Movimientos del cuerpo: Llevar las piernas hacia el abdomen, apretar los puños o mostrar tensión en el cuerpo suele ser un indicio de dolor o malestar por gases relacionados con la digestión. Es posible que tu bebé patee con las piernas o se retuerza con más intensidad cuando le molestan los gases
- Patrones de alimentación: Si tu bebé se agarra y se suelta varias veces, mira repetidamente en diferentes direcciones y gira la cabeza de un lado a otro o pierde interés de repente durante la alimentación, es posible que esté distraído o no le guste la sensación y la cantidad de leche que sale.
- Llanto y malestar: Si tu bebé se pone cada vez más inquieto durante la alimentación y empieza a llorar, es posible que le moleste el flujo de leche, tenga gases o sienta molestias por el reflujo.
¿Cómo distinguir los gruñidos normales del estreñimiento?
Todos los bebés gruñen y hacen ruidos durante la digestión, pero a veces estos sonidos pueden ser una señal de estreñimiento. Distinguir entre los sonidos digestivos normales y las señales de estreñimiento puede resultar complicado para los padres primerizos. La clave está en observar cómo se comporta tu bebé durante y después de la alimentación, junto con su nivel general de comodidad y los patrones de sus pañales
| Tipo de comportamiento |
Digestión normal |
Posible estreñimiento |
| Patrones de gruñido |
Gruñido suave y ocasional durante todo el día |
Gruñido fuerte e intenso con esfuerzo visible |
| Lenguaje corporal |
Cuerpo relajado, movimientos suaves de las piernas |
Cuerpo tenso, piernas apretadas contra el vientre |
| Tipos de heces |
Heces blandas, movimientos intestinales regulares |
Heces duras, en forma de bolitas o días sin defecar |
| Sensación en el vientre |
Vientre blando y normal |
Vientre duro e hinchado |
| Comportamiento alimenticio |
Apetito y patrones de lactancia normales |
Puede estar inquieto o rechazar la alimentación |
| Nivel de comodidad |
Generalmente contento y gruñendo |
Muestra malestar o angustia continua |
| Duración |
Episodios cortos que se resuelven rápidamente |
Largos periodos de esfuerzo |
| Estado de ánimo |
Feliz y juguetón entre momentos |
Irritable e incómodo |
Si observas que tu bebé muestra más señales de las que aparecen en la columna de "Posible estreñimiento", especialmente si estos síntomas persisten durante más de uno o dos días, vale la pena que lo consultes con tu pediatra. Este te dará soluciones adecuadas, desde técnicas sencillas de masaje hasta ajustes en la dieta, dependiendo de la edad de tu bebé y de los síntomas específicos.
Cómo ayudar a tu bebé a dejar de retorcerse durante la alimentación
Cuando tu bebé se pone inquieto a la hora de la lactancia, hay muchas formas de ayudarlo a calmarse. La combinación adecuada de entorno, posición y elementos para la comodidad puede convertir una sesión inquieta en una tranquila. Esto es lo que realmente funciona:
1. Crea un espacio ideal para la lactancia
Prepara un rincón acogedor para dar el pecho en tu casa con una iluminación suave (una lámpara pequeña funciona mejor que las luces brillantes del techo). Ten a mano una botella de agua y tu teléfono, y trata de dar el pecho en una habitación alejada de los sonidos de la televisión o de las actividades domésticas. Un espacio tranquilo y silencioso ayuda a tu bebé a concentrarse en la alimentación en lugar de mirar a su alrededor.
2. Acomódate con un soporte
La almohada de lactancia multifuncional y ajustable de Momcozy se envuelve alrededor de tu cintura y eleva a tu bebé a la altura adecuada, para que no tengas que agacharte ni inclinarte hacia adelante. Este soporte es especialmente importante durante las sesiones de lactancia largas, cuando tus brazos se cansan y tu bebé se mueve mucho. Mantener una buena postura ayuda a tu bebé a agarrarse correctamente y evitar que trague aire.
3. Domina diferentes posiciones de lactancia
Prueba la posición de fútbol americano con tu almohada de lactancia para controlar mejor su cabeza. Coloca las piernas del bebé debajo de tu brazo como si fuera un balón de fútbol americano y sostén su cabeza con tu mano. Para la posición de cuna, mantén todo el cuerpo del bebé girado hacia ti y utiliza la almohada de lactancia para llevarlo a la altura de tu pecho. La posición lateral es ideal para las tomas nocturnas. Acuéstate de lado con una almohada pequeña debajo de la cabeza y el bebé mirando hacia ti.
4. Elige ropa cómoda para dar pecho
Llevar un cómodo sujetador push up de lactancia sin costuras con estampado floral de Momcozy marca una gran diferencia en tu rutina de alimentación. Su fácil acceso con una sola mano y su diseño de soporte te ayudan a reaccionar rápidamente cuando tu bebé está listo para comer, lo que reduce los momentos de inquietud causados por los retrasos en la alimentación
5. Elimina los gases
Haz eructar a tu bebé cada 5 minutos de lactancia activa. Prueba este método eficaz para hacerlo eructar: sostén al bebé en posición vertical apoyado contra tu pecho, sujeta su barbilla con una mano y dale palmaditas en la espalda con la otra. Entre cada toma, acuesta al bebé boca arriba y mueve sus piernas como si fuera en bicicleta, 10 movimientos circulares suaves a cada lado pueden ayudar a expulsar los gases.
6. Alivia el dolor de la dentición
Enfría un paño limpio y húmedo en el refrigerador (no en el congelador) durante 15 minutos y deja que tu bebé lo muerda antes de alimentarlo. Para masajear las encías, limpia tu dedo índice y frota suavemente con pequeños círculos en el área donde sienta molestias por la dentición, unos 30 segundos en cada punto que parezca sensible.
7. Ten todo a la mano
Usa un sostén de lactancia que se desabroche fácilmente con una mano, como el de Momcozy, y ten tu almohada de lactancia a la mano en todos los lugares donde sueles alimentar a tu bebé. Cuanto menos tiempo pase entre el momento en que el bebé está listo para comer y el momento en que realmente lo hace, menos se retorcerá por impaciencia o hambre.
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¿Cómo influye la posición de agarre cuando se retuerce el bebé?
La forma en que sostienes a tu bebé durante la lactancia puede influir significativamente en su comodidad y comportamiento. Un buen agarre y una posición cómoda ayudan a evitar que tu bebé se retuerza mientras le das pecho y garantizan que tu bebé reciba suficiente leche mientras está relajado.
1. Alineación corporal adecuada: La oreja, el hombro y la cadera de tu bebé deben formar una línea recta. Esta alineación lo ayuda a tragar con facilidad y evita la tensión en el cuello que podría hacer que tu bebé se retuerza mientras le das pecho.
2. Contacto barriga con barriga: Mantén todo el cuerpo de tu bebé frente al tuyo, no solo su cabeza. Esta posición favorece que succione y trague naturalmente, a la vez que reduce la necesidad de girar o voltearse.
3. Apoyo de la cabeza: Apoyar la cabeza del bebé sin forzarla le permite inclinarla ligeramente hacia atrás al agarrarse. Una presión excesiva en la cabeza puede hacer que los bebés se resistan y se retuerzan para encontrar una mejor posición.
4. Apoyo de las caderas y el trasero: Coloca el trasero de tu bebé en el hueco de tu brazo o en una almohada de lactancia, manteniendo sus caderas cerca del pecho. Esto evita que se deslice hacia abajo durante la lactancia.
5. Levantarlo para el reflujo: Si su bebé tiene reflujo, prueba con posiciones de lactancia más erguidas o con una ligera elevación. Esto puede ayudar a mantener la leche en el estómago y evitar que se retuerza debido a las molestias.
¿Cuándo debes hablar con tu pediatra sobre los movimientos de tu bebé?
Es normal que la mayoría de los bebés se retuerzan durante la alimentación. Sin embargo, usualmente esto puede ser señal de que existe algún problema que requiera atención médica. Saber cuándo buscar ayuda garantiza que tu bebé se mantenga sano y ayuda a resolver cualquier problema de alimentación lo antes posible. Las principales preocupaciones que requieren la atención del pediatra son las siguientes:
- Tu bebé se resiste regularmente a las sesiones de lactancia, se aleja mientras llora o muestra claros signos de hambre, pero se niega a alimentarse. Puede parecer frustrado o angustiado cuando intentas darle de lactar, incluso cuando necesita comer.
- El aumento de peso de tu bebé ha disminuido o detenido. También puedes notar que tu bebé moja menos pañales a lo largo del día y que la duración y la frecuencia de las sesiones de alimentación son más cortas de lo habitual.
- Tu bebé regurgita con mucha fuerza después de la mayoría de las tomas, parece sentir dolor mientras toma el pecho o arquea la espalda drásticamente durante o después de la toma. También es posible que notes que se atraganta con frecuencia, se ahoga o parece muy incómodo al alimentarlo.
- Los labios o la piel de tu bebé se ponen azulados durante la lactancia. Tu bebé tose con fuerza durante la alimentación, parece ahogarse o hace ruidos sibilantes que interrumpen la sesión de lactancia.
- Tu bebé sigue estando inquieto e incómodo durante la mayoría de las tomas pese a probar diferentes posiciones o medidas para calmarlo. Muestra signos constantes de dolor o malestar en cada toma y cambiar la posición de lactancia no parece ayudar.
Facilita la lactancia materna cuando tu bebé se retuerza
Todos los padres experimentan sesiones de alimentación inquietas con su bebé, y eso es totalmente normal. Por lo general, es una parte habitual de su desarrollo. La mayoría de las veces, estos momentos de inquietud tienen soluciones sencillas, como buscar un lugar más tranquilo para darle pecho o probar una nueva posición que mantenga a tu bebé más cómodo. Presta atención a las señales de tu bebé y prueba diferentes soluciones. A veces, es tan sencillo como hacerle eructar más a menudo o cambiar la posición de lactancia. Recuerda que tu pediatra o tu asesora de lactancia siempre te ayudarán si estás preocupada. Con un poco de paciencia y un enfoque adecuado, las sesiones de lactancia inquietas pueden volverse mucho más fáciles tanto para ti como para tu bebé.
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