¿Los bebés amamantados suelen tener gases?

Are Breastfed Babies Often Gassier?

Los bebés amamantados no tienen más gases que los bebés alimentados con fórmula. El gas es súper común en los bebés, y es una gran razón por la que se ponen irritables e incómodos, especialmente durante los primeros meses, cuando sus diminutos sistemas digestivos todavía están aprendiendo a funcionar. Si bien es posible que te preocupe que la lactancia materna esté causando que tu bebé tenga más gases, no te estreses demasiado, tanto los bebés amamantados como los alimentados con biberón tienen gases, es solo parte de ser un bebé. Claro, es difícil ver a tu pequeño sentirse incómodo, pero el gas generalmente no es nada de qué preocuparse, y hay muchas maneras simples de ayudar a tu bebé a sentirse mejor. Una vez que descubras la causa del gas y te informes sobre algunos trucos útiles, esos momentos de malestar por el gas serán mucho más fáciles de manejar.

Los momentos de malestar de tu bebé causados por gas: Lo que es normal y lo que no

Cuando tu bebé tiene gases, ayuda saber exactamente con qué estás lidiando. Ser capaz de detectar los signos del gas y entender por qué sucede hace que sea mucho más fácil ayudar a tu pequeño a sentirse mejor. Esto es lo que todos los padres deben saber sobre los gases en los bebés alimentados con leche materna.

Cómo saber si tu bebé tiene gases

Es probable que tu bebé tenga gases si notas algunos signos claros de incomodidad:

  • Tu bebé podría volverse más quisquilloso o llorar excesivamente, especialmente después de las comidas.
  • Es posible que notes que su vientre se siente duro o que se ve hinchado y distendido.
  • Los signos físicos a menudo incluyen: retorcerse, gruñir o jalar sus piernas hacia arriba con dirección a su barriga mientras arquea la espalda (esta es su forma natural de tratar de aliviar la presión).
  • Observa si tiene el abdomen hinchado o duro, eructos excesivos o muchas flatulencias.
  • Algunos bebés pueden escupir más de lo habitual cuando tienen gases, mientras que otros pueden tener problemas para dormir o mantenerse cómodos en cualquier posición.
  • Muchos bebés tienen problemas para ponerse cómodos o para mantener el sueño cuando el gas los molesta.

Cada bebé muestra su incomodidad de manera diferente, por lo que pronto aprenderás los signos particulares de tu pequeño.

Por qué tu bebé lactante tiene gases

Los gases en los bebés amamantados generalmente se reducen a algunas causas comunes.

  • La razón más frecuente es simplemente tragar aire, lo que puede ocurrir si tu bebé no tiene un buen agarre durante la toma o si llora mucho.
  • Un agarre superficial o deficiente durante la lactancia puede permitir que entre aire extra, y los episodios de llanto también pueden causar que se trague aire.
  • Algunos bebés tienen gases cuando su madre tiene una fuerte bajada de la leche o un suministro de leche excesivo, lo que hace que traguen leche demasiado rápido como para mantenerse al día con el flujo.
  • El sistema digestivo de tu bebé todavía está en desarrollo durante estos primeros meses, lo que significa que todavía está aprendiendo a procesar la leche de manera eficiente; esta inmadurez natural puede conducir a más gas a medida que su intestino se desarrolla.
  • Aunque es menos común, algunos bebés pueden ser sensibles a ciertos alimentos en la dieta de sus mamás, aunque las investigaciones demuestran que esto no es tan frecuente como se pensaba. Si sospechas que tu bebé es sensible a algunos alimentos, realiza el seguimiento de cualquier patrón que notes y convérsalo con tu pediatra.
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Cómo aliviar las molestias por gases en tu bebé lactante

Si tu bebé se siente incómodo con el gas, debes actuar inmediatamente. Por fortuna, hay una serie de técnicas probadas y verdaderas que funcionan rápidamente. Estos métodos simples son seguros, gentiles y recomendados por los pediatras para ayudar a tu pequeño a aliviarse de los gases.

1. Piernas del bebé en bicicleta: Pon a tu bebé sobre su espalda y mueve suavemente sus piernas en un movimiento de ciclismo, como si estuviera montando una pequeña bicicleta. Primero hazlo lentamente y observa las reacciones de tu bebé, a algunos pequeñines les gustará un ritmo más rápido y a otros les gustará un ritmo mucho más lento. Para mayor efectividad, intenta empujar suavemente sus rodillas hacia su vientre durante unos segundos, y luego libéralas. Haz esto durante aproximadamente 2-3 minutos o hasta que percibas o escuches que tu bebé está expulsando gases.

2. Intenta ponerlo boca abajo: Además de ser estupendo para el desarrollo, estar boca abajo puede ayudar a expulsar los gases atrapados. Siempre coloca a tu bebé sobre una superficie firme y plana, también quédate con él durante el tiempo boca abajo. Espera al menos 30 minutos después de darle de comer para intentar esto. Comienza con sesiones cortas de 3-5 minutos, y hazlo divertido poniéndote a su altura y estableciendo contacto visual. Si tu bebé parece incómodo, toma un descanso y vuelve a intentarlo más tarde.

3. Domina la posición mágica: La "posición de fútbol americano" o "postura para cólicos" puede hacer maravillas en un bebé con gases. Sostén a tu bebé boca abajo a lo largo de tu antebrazo, con la cabeza girada hacia un lado cerca de tu codo y las piernas apoyadas sobre tu mano. Con la otra mano, acaricia o da palmaditas suaves en su espalda. La presión de tu brazo sobre su abdomen ayudará a mover las burbujas de gas. Muchos bebés encuentran esta posición especialmente calmante cuando caminas mientras los meces.

4. Dale un masaje suave: Primero acuesta a tu bebé de espaldas sobre una superficie cálida y cómoda. Inicia calentando tus manos, luego usa aceite de bebé suave y sin perfume si lo deseas. Comienza con suaves círculos en el sentido de las agujas del reloj alrededor de su ombligo, haciendo círculos más grandes gradualmente. Presta mayor atención al lado izquierdo de su barriga, donde el gas queda atrapado a menudo. Mantén la presión muy suave, no estás tratando de empujar el gas hacia afuera, solo animándolo a moverse naturalmente.

5. Perfecciona la técnica del eructo: No esperes al final de la toma para hacer eructar a tu bebé. Si estás amamantando, haz que eructe al cambiar de seno. Para la alimentación con biberón, pausa cada 2-3 onzas. Prueba diferentes posiciones: Sobre tu hombro (palmadita entre los omóplatos), sentado sobre tu regazo (apoya su pecho y cabeza mientras le das palmaditas en la espalda), o inclinándote ligeramente hacia adelante (apoya su mandíbula mientras le das palmaditas). Algunos bebés eructan mejor cuando los frotas en lugar de darle palmaditas. Sé paciente, a veces toma unos minutos lograr que el bebé eructe.

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¿Cuáles son los alimentos que hacen que los bebés lactantes tengan gases?

Muchas madres que amamantan se preocupan por que su dieta afecte los gases de su bebé, pero la investigación muestra que la conexión no es tan fuerte como se pensaba anteriormente. Aunque algunos bebés pueden ser sensibles a ciertos alimentos en la dieta de la madre, no es necesario restringir tu alimentación a menos que notes un patrón claro.

Comidas comunes a menudo asociadas con los gases:

  • Verduras crucíferas (brócoli, coliflor, col)
  • Frijoles y legumbres
  • Productos lácteos
  • Frutas cítricas
  • Ajos y cebollas
  • Bebidas carbonatadas

Lo que debes saber:

  • Lleva un diario de alimentos si sospechas que ciertas comidas afectan a tu bebé
  • No elimines los alimentos a menos que veas una conexión clara
  • Tu dieta debe ser nutritiva tanto para ti como para tu bebé
  • La mayoría de los bebés no se ven afectados por lo que come la madre
  • Si notas un patrón, trata de quitar un alimento a la vez
  • Consulta a tu pediatra antes de hacer cambios dietéticos mayores

Cómo evitar que tu bebé trague aire mientras amamanta

Que tu bebé tenga el agarre y la posición correctos puede marcar una gran diferencia en la cantidad de aire que ingiere mientras mama. Un pequeño ajuste en la técnica de lactancia puede mantener los gases a raya antes de que empiecen. Los siguientes son los métodos más efectivos para reducir la ingestión de aire:

Perfecciona el agarre de tu bebé

La clave de un buen agarre está en los detalles. Tu bebé debe tomar la mayor parte de la areola con su boca, no solo el pezón, y sus labios deben girarse hacia afuera, como un beso de pez, no meterse hacia adentro. Cuando todo esté alineado, la barbilla de tu bebé debería tocar tu pecho sin que sientas ningún dolor durante la alimentación. Presta atención a los sonidos de deglución o de chasquido, generalmente significan que tu bebé está tragando aire y que puede necesitar un ajuste en el agarre.

Maneja una fuerte bajada de leche

Si tu leche baja con mucha fuerza, extraerte una pequeña cantidad antes de empezar la alimentación puede hacer que sea más manejable. Puedes probar sosteniendo una toalla para atrapar esa primera ráfaga fuerte antes de acercar al bebé al pecho. Si el bebé está tosiendo o se aleja, probablemente te esté indicando que la bajada es un poco intensa. Y cuando eso sucede, está perfectamente bien; déjale tomar pequeñas pausas para que pueda recuperar el aire y también tolerar mejor el flujo.

Programa las tomas

El tiempo también desempeña un papel importante en el consumo de aire de los bebés. Intenta empezar a darle el pecho antes de que esté demasiado hambriento y molesto, ya que el llanto le hará tragar aire. Si tu bebé tiende a tragar aire, puedes intentar darle el pecho por poco tiempo y con más frecuencia. Se trata de que tanto tú como tu bebé estén tranquilos y relajados. Así, cuando ambos estén cómodos, la alimentación será más fluida y habrá menos probabilidades de que ingiera aire de más.

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¿Cuáles son las mejores posiciones de lactancia para prevenir los gases?

La forma de sujetar al bebé durante la lactancia puede influir significativamente en la cantidad de aire que traga. Algunas posiciones naturalmente ayudan a prevenir el gas mientras que mantienen tu comodidad y la de tu bebé. Prueba estas posiciones y ve cuál funciona mejor para tu pequeño:

1. Posición tumbada:

La posición tumbada es perfecta cuando se desea frenar un fuerte flujo de leche. Simplemente recuéstate cómodamente y deja que tu bebé se acueste sobre tu pecho, abdomen con abdomen. Esta posición utiliza la gravedad a tu favor, ayudando a tu bebé a manejar mejor el flujo de leche y reduciendo la posibilidad de tomar aire extra.

2. Posición de lado:

Esta acogedora posición hace maravillas, especialmente para las comidas nocturnas. Acuéstate de lado con tu bebé frente a ti —¡es así de simple! Tu bebé podrá controlar la rapidez con la que bebe, y dado que su cabeza permanece ligeramente más arriba que su barriga, ayudará a prevenir la acumulación de aire. Además, ambos pueden descansar cómodamente.

3. Dar el pecho en posición erguida:

Sostener a tu bebé más verticalmente durante la alimentación realmente puede ayudar a minimizar los gases, especialmente si tu pequeño tiene reflujo. Sostén su cabeza y cuello mientras lo mantienes en una posición erguida contra tu cuerpo. Muchas madres descubren que llevar un sujetador de lactancia cómodo y que ofrezca soporte como el sujetador de lactancia floral con push-up y sin costuras Momcozy les ayuda a mantener una postura correcta durante esta posición. Esta posición permite que la gravedad ayude a mantener la leche hacia abajo y las burbujas de aire hacia arriba.

4. Posición de cuna modificada:

Piensa que es como la posición de cuna normal, pero que ayuda a combatir los gases. Apoya la cabeza de tu bebé en el hueco de tus brazos mientras que lo mantienes en una posición más erguida que la posición de cuna tradicional. La clave es asegurarse de que su oreja, hombro y cadera formen una línea recta, y que su barriga esté alineada con la tuya. El uso de una almohada de lactancia correctamente colocada, como la almohada de lactancia multifuncional y ajustable de Momcozy, puede hacer que esta posición sea aún más cómoda, sujetando tanto a ti como a tu bebé en la alineación correcta.

Cada bebé es diferente, así que lo que funciona para uno podría no funcionar para otro. Siéntete libre de experimentar con diferentes posiciones hasta encontrar lo que es más cómodo para ti y tu bebé.

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Preguntas frecuentes sobre los bebés amamantados y los gases

¿Qué debe comer una madre cuando su bebé tiene gases?

Céntrate en mantener una dieta sana y equilibrada en lugar de restringir lo que comes. Las investigaciones demuestran que la mayoría de los alimentos no afectan directamente la generación de gases del bebé. Las buenas opciones de nutrición incluyen:

  • Mucha fruta y verdura
  • Granos integrales
  • Proteínas magras
  • Grasas saludables
  • Mucha agua

La clave es prestar atención a las reacciones de tu bebé. Si notas un patrón con ciertos alimentos, mantén un diario de alimentos para rastrear cualquier conexión, pero no elimines los alimentos sin pruebas claras de que están causando problemas.

¿Cómo se libera el dolor de los gases en los bebés?

Hay varios métodos probados para ayudar a tu bebé a liberar gases:

  • Eructos frecuentes durante y después de las comidas
  • Movimientos suaves de las piernas en forma de bicicleta mientras que el bebé está tumbado boca arriba
  • Masaje en la barriga en dirección de las agujas del reloj
  • Tiempo boca abajo (espera 30 minutos después de la alimentación)
  • Mantén a tu bebé erguido durante unos 10-15 minutos después de alimentarlo
  • Prueba la "posición de fútbol americano", sujetando al bebé boca abajo con tu antebrazo

Si estos métodos no ayudan y tu bebé parece sentir mucha incomodidad, consulta con tu pediatra para obtener orientación adicional.

¿Qué alimentos deben evitarse durante la lactancia materna para evitar gases?

Aunque no necesitas evitar automáticamente ningún alimento, algunos bebés pueden ser más sensibles a:

  • Productos lácteos
  • Cafeína
  • Comidas picantes
  • Verduras crucíferas como el brócoli y la col
  • Bebidas carbonatadas

Nota: No elimines alimentos de tu dieta a menos que observes un patrón claro que indique que ciertos alimentos le causan gases a tu bebé después de comerlos. La mayoría de los bebés no se ven afectados por lo que comen sus madres, y restringir tu dieta innecesariamente podría privarte a ti y a tu bebé de nutrientes importantes.

Controla los gases de tu bebé lactante con confianza

Los gases forman parte de la vida de un bebé, y no es fácil ver a tu pequeño retorcerse o quejarse con molestias, ¡pero tú puedes! Con el tiempo y a medida que la barriga de tu bebé se fortalezca, las molestias causadas por gases se reducirán. Pronto serás una experta en saber todo lo que le va bien a tu bebé, desde sencillos ejercicios para las piernas hasta esa postura perfecta para comer. Por lo general, no tienes que preocuparte por cambiar lo que comes, a menos que notes claramente que un alimento concreto molesta a tu bebé. Todos los bebés son únicos, y tu pediatra estará ahí para responder a cualquier otra pregunta que puedas tener y para ofrecerte apoyo en los momentos en que lo necesites. Con un poco de paciencia y algunos trucos bajo la manga, esos momentos de gases pueden ser mucho más llevaderos tanto para ti como para tu bebé.

Disclaimer

The information provided in this article is for general informational purposes only and does not constitute medical advice, diagnosis, or treatment. Always seek the advice of your physician or other qualified health provider regarding any medical condition. Momcozy is not responsible for any consequences arising from the use of this content.

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