Cuándo y cómo comenzar los ejercicios del suelo pélvico después de una cesárea: consejos clave para una recuperación óptima

When and How to Start Pelvic Floor Exercises After C-Section: Essential Recovery Tips

Si has tenido una cesárea, probablemente tengas muchas preguntas sobre tu proceso de recuperación, especialmente sobre cómo recobrar la fuerza del tronco. Tus músculos del suelo pélvico y del abdomen han pasado por el embarazo y una cirugía mayor, así que sentirte débil o diferente es completamente normal. Empezar con ejercicios de suelo pélvico después de una cesárea puede parecer intimidante, pero estos movimientos suaves en realidad pueden ayudar a acelerar tu proceso de recuperación. Con el momento y el enfoque adecuados, puedes trabajar para recuperar la fuerza y la seguridad en tu cuerpo.

¿Qué le pasa a tu suelo pélvico y core después de una cesárea?

Tu cuerpo experimenta cambios significativos durante el embarazo y el parto, y una cesárea tiene un impacto específico en los músculos del tronco y del suelo pélvico. Aunque la experiencia de cada mujer es diferente, existen patrones comunes sobre cómo estos grupos musculares se ven afectados por el embarazo y el parto por cesárea. Iniciar ejercicios postparto adecuados puede acelerar la recuperación de estas áreas.

Cambios durante el embarazo

Durante el embarazo, los músculos del tronco y del suelo pélvico se debilitan automáticamente después de nueve meses. El crecimiento del bebé ejerce cada vez más presión sobre el suelo pélvico, que son los músculos que sostienen la vejiga, el útero y el intestino. El cuerpo también libera una hormona llamada relaxina que hace que los músculos y los tejidos se vuelvan más blandos y elásticos. Los músculos abdominales deben estirarse mucho para adaptarse al bebé y, en ocasiones, pueden desgarrarse, lo que es perfectamente normal, pero puede provocar debilidad.

Qué hace la cirugía de cesárea

La cirugía en sí misma crea más desafíos para recuperar la fuerza del core. Cuando los cirujanos realizan una cesárea, deben cortar varias capas: la grasa, la piel y el tejido muscular que recubre los músculos. Esto provoca hinchazón, tejido cicatricial y afecta temporalmente los nervios de la zona. Aunque los músculos abdominales no se cortan directamente durante la operación, sí se estiran y se mueven, lo que también causa cierto trauma en el área. Implementar hipopresivos postparto bajo supervisión puede ayudar a reactivar la musculatura profunda sin comprometer la cicatriz.

Cómo se ve afectado tu suelo pélvico

Aunque no hayas tenido un parto vaginal, los músculos de tu suelo pélvico también quedan debilitados después de una cesárea. Estos músculos han estado soportando el peso de tu bebé durante meses, por lo que, al momento del parto, ya están debilitados. Algunas mamás presentan problemas como pérdida de orina al estornudar o toser, sensación de presión en la zona pélvica o dificultades con el tránsito intestinal. Puede que sientas que algo en tu suelo pélvico ya no está funcionando del todo bien.

Recuperación de tus músculos abdominales

Tus músculos abdominales tardan más en recuperarse después de una cesárea que tras un parto vaginal. La zona donde se realizó la cirugía necesita sanar, y el desarrollo de tejido cicatricial puede afectar tu capacidad para usar los músculos al máximo. Es posible que notes que tu abdomen sigue blando o "abultado" alrededor de la incisión, que sientas que no tienes fuerza para incorporarte desde una posición acostada o que tengas dificultad para contraer los músculos abdominales. Algunas mujeres también experimentan entumecimiento alrededor de la cicatriz, que puede durar varios meses o, en algunos casos, no desaparecer por completo.

¿Cómo sanar tu suelo pélvico y tu core después de una cesárea? 6 métodos

Ahora que sabes cómo el embarazo y la cirugía afectan tus músculos, la buena noticia es que la mayoría de estos problemas pueden mejorar con el enfoque adecuado para la recuperación. Tu cuerpo tiene una increíble capacidad para recuperarse, pero necesita tiempo y el tipo correcto de apoyo para fortalecerse. La clave está en comenzar con estrategias suaves y aumentar progresivamente la fuerza a medida que el cuerpo sana.

1. Protege tu incisión cuando te muevas

Mientras la incisión cicatriza, deberás protegerla durante tus actividades diarias y al hacer ejercicio. Usa una almohada para sostener tu abdomen al toser, estornudar o reír. Cuando te levantes de la cama, gírate primero de lado y usa los brazos para impulsarte, en lugar de hacer el movimiento tradicional de sentarte. También puedes considerar el uso de la faja posparto Momcozy Ergowrap, que proporciona compresión y soporte abdominal específico durante los movimientos diarios mientras tu incisión cicatriza. El objetivo es reducir la tensión sobre los tejidos en proceso de curación y evitar una mayor separación de los músculos abdominales.

Soporte Lumbar Comodidad Eficacia

2. Comienza con ejercicios de respiración suaves

Una forma muy suave de reconectar con el tronco es realizar algunos ejercicios de respiración sencillos. La respiración abdominal profunda activa el diafragma, que trabaja en conjunto con los músculos del core y del suelo pélvico. Acuéstate boca arriba o siéntate cómodamente, coloca una mano sobre el pecho y otra sobre el abdomen, e inhala lentamente de manera que solo se eleve la mano que está sobre tu vientre. Este movimiento suave ayuda a despertar los músculos del tronco sin generar tensión en la incisión que está sanando.

3. Concéntrate en la postura y la alineación

Una buena postura puede marcar la diferencia a la hora de recuperar el funcionamiento del suelo pélvico y del tronco. Una mala postura puede estirar estos músculos y dificultar su activación. Intenta mantener los hombros atrás, evita encorvarte y estírate desde la parte superior de la cabeza. Al alimentar a tu bebé o llevarlo en brazos, cambia de postura con frecuencia y utiliza almohadas o soportes para mantener una buena alineación.

4. Empieza con ejercicios básicos del suelo pélvico

Los músculos del suelo pélvico necesitan atención especial para recuperar su fuerza y coordinación. Comienza con ejercicios de Kegel suaves: imagina que detienes el flujo de orina o que evitas que salga gas, y luego relaja. Contrae y mantén durante unos segundos, repitiendo a lo largo del día. También es importante tanto contraer como relajar completamente estos músculos, ya que la tensión puede ser tan perjudicial como la debilidad. Si practicaste algún tipo de ejercicio del suelo pélvico en el embarazo, ya tienes una base para mejorar tu tono muscular.

5. Añade gradualmente ejercicios de fortalecimiento del tronco

Una vez que tu médico apruebe el ejercicio, puedes incorporar movimientos de core más intensos. Empieza con ejercicios simples como inclinaciones pélvicas, planchas contra la pared o movimientos suaves de piernas mientras estás acostada. Escucha siempre a tu cuerpo y detente si sientes dolor, presión o cualquier abultamiento en la zona abdominal. El ejercicio debe ser desafiante, pero nunca doloroso.

6. Mantente hidratada y come bien

Tus músculos necesitan una buena nutrición para poder recuperarse y fortalecerse. Mantenerte bien hidratada permite que los tejidos se reparen y también puede ayudar a prevenir el estreñimiento, que genera presión adicional sobre el suelo pélvico. Consumir alimentos ricos en proteínas favorece la recuperación muscular, y la fibra previene el esfuerzo excesivo al defecar, protegiendo así tu suelo pélvico en proceso de recuperación.

¿Cuándo se pueden comenzar los ejercicios para el suelo pélvico y el tronco después de una cesárea?

Puedes comenzar con ejercicios de respiración suaves dentro de los primeros días después de tu cesárea, pero debes esperar la autorización de tu médico alrededor de las 6 semanas antes de iniciar ejercicios más activos del suelo pélvico y del core. El momento exacto dependerá de qué tan bien estés sanando y de si hubo alguna complicación durante la cirugía.

Plan seguro de ejercicios después de una cesárea

Periodo de tiempo Qué puedes hacer Qué debes evitar Notas importantes
Primeros 1–3 días
  • Ejercicios de respiración suaves
  • Caminatas cortas aprobadas por tu médico
  • Conciencia básica de la postura
  • Cualquier ejercicio de fortalecimiento del tronco
  • Ejercicios intencionados del suelo pélvico
  • Levantar cualquier cosa más pesada que tu bebé
Concéntrate en el descanso y la circulación. La respiración profunda es segura y útil.
1–2 semanas
  • Continuar con los ejercicios de respiración
  • Conciencia ligera del suelo pélvico
  • Ejercicios suaves de postura
  • Aumento gradual de las caminatas
  • Ejercicios que generen presión abdominal
  • Abdominales o sentadillas
  • Levantar objetos pesados
Escucha a tu cuerpo. Detente si sientes dolor o tirantez en la incisión.
2–6 semanas
  • Trabajo de respiración más estructurado
  • Inclinaciones pélvicas suaves
  • Fortalecimiento básico de la postura
  • Caminatas de mayor duración
  • Actividades de alto impacto
  • Ejercicios tradicionales de core
  • Ejercicios boca abajo
Espera la autorización médica a las 6 semanas antes de avanzar más.
6+ semanas (con aprobación del médico)
  • Ejercicios estructurados del suelo pélvico
  • Fortalecimiento del core modificado
  • Cardio de bajo impacto
  • Entrenamiento de fuerza progresivo
  • Entrenamientos de alta intensidad hasta estar completamente recuperada
  • Peso excesivo al inicio
  • Ejercicios que causen dolor o presión
Comienza despacio y progresa gradualmente. Detente si experimentas señales de advertencia.

Señales de advertencia para detenerte

Ciertos síntomas indican que debes dejar de hacer ejercicio y, posiblemente, consultar con tu médico. Entre estos se incluyen sangrado que se vuelve más intenso o que reaparece después de detenerte, dolor intenso en el abdomen o la pelvis, fiebre o cualquier signo de infección alrededor de la incisión. Si experimentas una pérdida significativa de orina, presión en la zona pélvica o una sensación de abultamiento al intentar activar el tronco, podría significar que aún no estás preparada para ese nivel de actividad.

La actividad física suave realmente te ayudará a recuperarte de la cesárea, y el ejercicio del suelo pélvico y abdominal también pueden apoyar tu proceso de recuperación. Después de tu chequeo posnatal de 6-8 semanas, deberías poder aumentar gradualmente la cantidad de ejercicio a medida que tu cuerpo sigue sanando.

Holding baby after cesarean section

Beneficios de los ejercicios de suelo pélvico y el tronco después de una cesárea

Una vez que comiences a hacer estos ejercicios en el momento adecuado, probablemente notarás mejoras en múltiples áreas de tu salud y vida diaria. Los beneficios van mucho más allá de simplemente fortalecerte; estos ejercicios pueden resolver problemas específicos a los que se enfrentan muchas madres después de un parto por cesárea.

Aceleran la recuperación física

Los ejercicios de suelo pélvico y core realizados correctamente aceleran tu recuperación después de una cesárea. Estos ejercicios estimulan el flujo sanguíneo en la zona, transportando oxígeno y nutrientes necesarios para reconstruir el tejido. Los ejercicios suaves del core también reducen la hinchazón e incluso pueden impedir que el tejido cicatricial se contraiga demasiado y se vuelva restrictivo.

Evitan pérdidas de orina y problemas intestinales

Una de las primeras cosas de las que la mayoría de las mujeres se percatan es el mayor control sobre la vejiga y los intestinos. Los ejercicios que trabajan los músculos involucrados en estas funciones reducen o previenen problemas como la pérdida de orina al toser, estornudar o reír.

Reducen el dolor de espalda y pélvico

Activar tu core y los músculos pélvicos estabiliza tu columna y pelvis. Esta estabilidad extra puede aliviar el dolor de espalda que las nuevas madres experimentan al cargar, amamantar y cuidar a sus bebés. Unos músculos abdominales más fuertes también mejoran la postura, lo que ayuda a aliviar la presión sobre el cuello y la espalda. Practicar hipopresivos postparto puede mejorar aún más la activación de la musculatura profunda.

Facilitan las actividades diarias

A medida que el abdomen se fortalece, las actividades cotidianas se vuelven mucho más fáciles. Levantarte de la cama, coger en brazos a tu bebé, ir de compras o incluso jugar con niños mayores ya no te harán sentir débil ni preocupada por tu cuerpo. La práctica de estos ejercicios correctamente guiados hace que tu barriga postparto 1 mes después se vea más firme y tu core más funcional.

Mejoran la función sexual

Los ejercicios de suelo pélvico mejoran la sensibilidad y la función durante las relaciones sexuales después de haber recibido autorización para tenerlas. Músculos del suelo pélvico más fuertes mejoran la circulación y el tono muscular en la zona pélvica.

Ayudan a prevenir problemas de salud futuros

Fortalecen los músculos del core y del suelo pélvico puede prevenir problemas más adelante. Las mujeres con músculos del suelo pélvico débiles tienen más probabilidades de desarrollar problemas como prolapso de órganos pélvicos o incontinencia severa en el futuro.

Mejoran tu estado de ánimo y confianza

Hay algo poderoso en sentir que tu cuerpo se fortalece después de una experiencia tan importante. Muchas mujeres encuentran que el ejercicio les ayuda a procesar su experiencia de parto y sentirse más en control de su recuperación.

Ayudan a dormir mejor

Aunque no duermas muchas horas con un bebé recién nacido, la calidad del sueño puede mejorar cuando tu cuerpo no lidia con dolor o incomodidad. La reducción del dolor de espalda y la mejora de la estabilidad del core pueden ayudarte a dormir más cómodamente en cualquier posición que se adapte a la lactancia o extracción de leche.

Qué ejercicios de suelo pélvico puedes hacer después de una cesárea

Ahora que conoces sus beneficios, probablemente estés lista para aprender algunos ejercicios específicos que realmente puedes hacer. Estos ejercicios de suelo pélvico son seguros para la mayoría de las mujeres después de una cesárea y se pueden comenzar gradualmente a medida que tu cuerpo sana. Recuerda siempre obtener la aprobación de tu médico antes de iniciar cualquier programa de ejercicios.

Ejercicio básico de Kegel

El ejercicio más sencillo del suelo pélvico es el Kegel, que trabaja los músculos que sostienen la vejiga, el útero y los intestinos. Para hacer este ejercicio, imagina que detienes el flujo de orina o mantienes el gas dentro. Contrae y eleva los músculos, mantén 3–5 segundos, luego suéltalos lentamente y relájalos completamente. Comienza con 10 repeticiones, tres veces al día. La clave es realmente relajarte entre cada contracción: la debilidad puede ser tan perjudicial como la tensión.

Kegels rápidos para fuerza funcional

Los Kegels rápidos fortalecen tu suelo pélvico para que responda con rapidez cuando lo necesitas, como al estornudar o toser. En lugar de apretar y mantener, contrae y relaja los músculos rápidamente en un movimiento ligero. Haz 10 pulsos rápidos y descansa. Este ejercicio entrena tus músculos para que respondan automáticamente cuando tu abdomen ejerce presión repentina sobre ellos.

Coordinación de la respiración con el suelo pélvico

Este ejercicio te ayudará a coordinar la respiración con el suelo pélvico y los músculos centrales. Acuéstate boca arriba con las rodillas dobladas y coloca una mano en el pecho y otra en el abdomen. Inhala lentamente dejando que el abdomen se eleve mientras relajas poco a poco los músculos del suelo pélvico. Exhala despacio y lleva el ombligo hacia la columna mientras elevas suavemente el suelo pélvico. Esto desarrolla la coordinación natural que estos grupos musculares necesitan para trabajar en conjunto.

Puente con activación del suelo pélvico

Cuando estés lista para avanzar un poco más, el ejercicio de puente es excelente para fortalecer los glúteos y activar el suelo pélvico. Acuéstate boca arriba con las rodillas dobladas y los pies apoyados. Inhala para prepararte y exhala mientras contraes suavemente los músculos del suelo pélvico y elevas las caderas del suelo. Mantén la posición de 3 a 5 segundos y baja lentamente mientras relajas el suelo pélvico. Realiza de 5 a 10 repeticiones.

Sentadillas contra la pared con control del suelo pélvico

Las sentadillas contra la pared son un ejercicio de bajo impacto que fortalece las piernas y el tronco, y también trabaja el control del suelo pélvico. Ponte de pie frente a una pared, deslízate hacia abajo hasta que tus muslos queden paralelos al suelo y quédate ahí. Mantén la posición y realiza ejercicios de Kegel lentos: contrae durante cinco segundos y relaja durante cinco segundos. Empieza con un total de 30 segundos e incrementa el tiempo poco a poco.

Inclinaciones pélvicas para conectar con el tronco

Las inclinaciones pélvicas te ayudan a aprender a mover la pelvis mientras activas los músculos profundos del core y del suelo pélvico. Acuéstate boca arriba con las rodillas dobladas o párate contra una pared. Inhala para prepararte, luego exhala mientras inclinas suavemente la pelvis para aplanar la parte baja de la espalda y elevas el suelo pélvico. Mantén de 3 a 5 segundos y regresa a la posición neutral. Este ejercicio ayuda a reentrenar la conexión entre la pelvis, la columna y el suelo pélvico.

Sentadillas modificadas para la función diaria

Cuando estés lista para ejercicios más exigentes, las sentadillas modificadas ayudan a fortalecer toda el área pélvica imitando los movimientos diarios. Coloca los pies al ancho de los hombros y sujétate de una silla o encimera para apoyarte. Baja como si fueras a sentarte en una silla, manteniendo el peso en los talones. Al incorporarte, contrae suavemente los músculos del suelo pélvico. Comienza con 5–10 repeticiones y concéntrate en el control del movimiento, no en la velocidad.

Comienza siempre lentamente y escucha a tu cuerpo cuando realices ejercicios pélvicos después de una cesárea. Si sientes dolor, presión o tienes pérdidas de orina al practicar estos ejercicios postparto, detente y descansa. Es mejor hacer menos repeticiones correctamente que esforzarse a pesar del malestar. Recuerda que los músculos del suelo pélvico son como cualquier otro músculo: necesitan tiempo para descansar y recuperarse entre sesiones.

¿Qué ejercicios del core son seguros después de una cesárea?

Mientras los ejercicios del suelo pélvico reconstruyen tu base, tus músculos abdominales también necesitan atención para recuperar fuerza y función tras la cesárea. Estos ejercicios se centran en reconectar con tus músculos profundos del core y fortalecerlos gradualmente sin ejercer presión sobre la incisión en proceso de civatrización. Comienza con los movimientos más suaves y avanza solo cuando se sientan cómodos y sin dolor.

Respiración profunda para activar el core

La forma más segura de comenzar a trabajar los músculos abdominales es mediante la respiración consciente. Acuéstate boca arriba con las rodillas dobladas y coloca ambas manos sobre el abdomen. Inspira lenta y profundamente, dejando que el vientre se eleve. Al espirar, lleva suavemente el ombligo hacia la columna vertebral sin contener la respiración. Así se activa el músculo más profundo del tronco, el transverso abdominal, que actúa como un corsé natural alrededor de la cintura. Practica esta técnica durante 5-10 respiraciones varias veces al día.

Inclinaciones pélvicas suaves

Las inclinaciones pélvicas te ayudan a mover la pelvis y la columna mientras activas los músculos abdominales profundos. Acuéstate boca arriba con las rodillas dobladas y los pies apoyados. Coloca las manos sobre los huesos de la cadera. Inhala para prepararte y exhala mientras inclinas suavemente la pelvis para presionar la parte baja de la espalda contra el suelo. Deberías sentir cómo se activan los músculos inferiores del abdomen. Mantén de 3 a 5 segundos y vuelve a la posición neutral. Comienza con 5–10 repeticiones.

Deslizamiento de talones para mejorara la estabilidad del tronco

Este ejercicio desafía tus músculos del core a mantener la pelvis estable mientras mueves las piernas. Acuéstate boca arriba con las rodillas dobladas. Inhala para prepararte y exhala mientras deslizas lentamente un talón lejos del cuerpo, manteniendo la parte baja de la espalda pegada al suelo. Solo desliza hasta donde puedas mantener el control, luego regresa lentamente. El movimiento debe ser suave y controlado. Alterna las piernas durante 5–10 repeticiones por lado.

"Dead Bug" modificado

Una vez que los movimientos básicos se sientan cómodos, los "Dead Bug" ayudan a fortalecer el core y mejorar la coordinación. Acuéstate boca arriba con los brazos extendidos hacia el techo y las rodillas dobladas a 90 grados. Exhala mientras bajas lentamente un brazo por encima de la cabeza y extiendes la pierna contraria, manteniendo la parte baja de la espalda presionada contra el suelo. Regresa a la posición inicial y cambia de lado. Comienza con 5 repeticiones por lado, enfocándote en movimientos lentos y controlados.

Planchas contra la pared para proteger la incisión

Las planchas tradicionales pueden ser demasiado intensas para una incisión que aun no ha terminado de sanar, pero las planchas en la pared son una alternativa más segura. Ponte de pie a un brazo de distancia de la pared y coloca las manos planas contra ella a la altura de los hombros. Da un paso atrás y apóyate ligeramente para formar un ángulo suave. Mantén la posición respirando con normalidad y activando los músculos del core. Comienza con 10–15 segundos y aumenta gradualmente a medida que ganes fuerza. Este ejercicio ayuda a mejorar la apariencia de tu barriga postparto 1 mes después.

Sentarse y levantarse con apoyo

Este ejercicio funcional fortalece todo tu núcleo mientras practicas un movimiento que realizas muchas veces al día. Siéntate en el borde de una silla firme con los pies apoyados en el suelo. Cruza los brazos sobre el pecho o utilízalos para ayudarte si es necesario. Exhala mientras te levantas lentamente, activando los músculos abdominales. Siéntate de nuevo despacio y con control. Comienza con 5-10 repeticiones, reduciendo la ayuda de los brazos a medida que ganes fuerza.

Elevación de rodillas para trabajo avanzado del core

Cuando estés lista para un mayor desafío, las elevaciones de rodillas te enseñan a activar el core mientras tus piernas se mueven de forma independiente. Acuéstate boca arriba con las rodillas flexionadas. Mantén el abdomen contraído mientras elevas lentamente una rodilla hacia el pecho, haz una pausa y bájala con control. La clave es mantener la pelvis completamente quieta mientras una pierna se mueve. Empieza con 5 elevaciones por cada pierna, priorizando la calidad sobre la cantidad.

Elevaciones de pierna de lado

Estos ejercicios trabajan los músculos abdominales laterales, que a menudo se descuidan, pero son importantes para la fuerza general del core. Acuéstate de lado con la cabeza apoyada sobre el brazo. Mantén el cuerpo recto y levanta lentamente la pierna superior hacia arriba y hacia abajo. Deberías sentir cómo los músculos laterales trabajan para mantenerte estable. Haz de 8 a 10 elevaciones por lado, moviéndote despacio y con control.

Detén cualquier ejercicio abdominal después de una cesárea si notas abultamiento o protrusión de los músculos abdominales, ya que esto puede indicar una diástasis abdominal que requiere atención especial. Nunca contengas la respiración durante los ejercicios y evita cualquier movimiento que cause dolor en la zona de la incisión. Si sientes mareo o mucho cansancio, descansa y vuelve a intentarlo más tarde. Fortalecer el core es un proceso gradual que toma meses, no semanas.

¿Qué más puedes hacer para recuperarte mejor de una cesárea?

Además de los ejercicios, hay otras cosas sencillas que pueden hacer que tu recuperación de la cesárea sea más fácil y cómoda. Estos consejos funcionan muy bien junto con tu rutina de ejercicios para ayudarte a sanar mejor.

1. Usa una faja posparto de soporte durante el día. Este tipo de fajas se ajustan alrededor del la cintura y brindan un apoyo suave a tus músculos abdominales mientras la incisión cicatriza. Pueden hacer que caminar y levantarte de la cama sea menos doloroso. Solo quítatela al dormir para que tu piel respire.

2. Usa frío y calor para aliviar el dolor. Las compresas frías ayudan a reducir la hinchazón alrededor de la incisión durante los primeros días. Una vez que la inflamación disminuya, una almohadilla térmica tibia puede aliviar los músculos de la espalda. Espera hasta que tu médico lo autorice antes de tomar baños.

3. Come proteínas y alimentos saludables para sanar más rápido. Tu cuerpo necesita proteínas, vitamina C y hierro adicionales para repararse. Incluye huevos, pollo, frejoles, espinaca y naranjas en tus comidas. Una buena nutrición te ayuda a sentirte más fuerte y a recuperarte más rápido.

4. Bebe mucha agua todos los días. Esto ayuda a tu cuerpo a sanar, previene el estreñimiento y favorece la producción de leche si estás amamantando. Intenta beber de 8 a 10 vasos de agua al día, más si estás dando el pecho.

5. Considera visitar a un fisioterapeuta especializado en suelo pélvico. Estos profesionales pueden evaluar detalladamente cómo está progresando tu recuperación y diseñar ejercicios personalizados que se adapten a tus necesidades. Además, pueden ayudarte a aliviar molestias persistentes, como dolor o problemas urinarios, que no mejoran por sí solos. Tu fisioterapeuta también puede orientarte sobre cuánto tiempo tardan en cerrarse las caderas después del parto, teniendo en cuenta tu tipo de parto y tu proceso de recuperación individual.

6. Cuida adecuadamente tu cicatriz. Mantén la zona limpia y seca. Una vez que tu médico lo autorice, masajea suavemente con aceite de vitamina E para evitar que se endurezca demasiado y afecte el movimiento de tus músculos.

7. Acepta ayuda con las tareas del hogar y el cuidado del bebé. Tu cuerpo necesita energía para sanar, así que no intentes hacerlo todo sola. Deja que otros te ayuden con la limpieza, la comida o el cuidado de tus hijos mayores. Descansa cuando tu bebé duerma.

8. Habla con alguien si te sientes emocionalmente abrumada. Sentirse triste, ansiosa o sobrepasada es común después de una cesárea. No esperes para pedir ayuda si estos sentimientos son intensos o persistentes. Tu salud mental es tan importante como tu recuperación física.

9. Usa medias de compresión para mejorar la circulación y reducir la hinchazón. Tus piernas y pies pueden hincharse más después de la cirugía debido a la retención de líquidos y la falta de movimiento. Las medias de compresión graduadas como las medias de compresión Momcozy pueden ayudar a disminuir la hinchazón y la fatiga mientras mejoran la circulación durante la recuperación.

10. Elige ropa interior cómoda y de soporte que no irrite la incisión. La ropa interior común puede rozar la cicatriz en proceso de curación y causar molestias. Busca opciones suaves y elásticas como las trusas de bambú para el embarazo y posparto que se ajusten por debajo de la incisión y proporcionen un soporte suave sin compresión excesiva en el abdomen en recuperación.

Comienza hoy tus ejercicios de suelo pélvico después de la cesárea

Tu cuerpo tiene la capacidad de fortalecerse después del parto por cesárea, y los ejercicios de suelo pélvico pueden ayudarte a sentirte tú misma nuevamente. La clave está en comenzar en el momento adecuado, con la aprobación de tu médico, y tener paciencia mientras recuperas gradualmente la fuerza. Incluso unos pocos minutos al día de respiración suave y movimientos básicos pueden marcar una gran diferencia en cómo te sientes y te mueves. No esperes a tener dolor o debilidad: habla con tu médico sobre cuándo es seguro comenzar y da ese primer paso para recuperar la fuerza de tu core.

 

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